Carles Gosálbez | Tarragona 09/03/2008
El espacio verde guardará una estrecha relación visual con el monumento y el Mediterráneo.
El jardín romano que el Ayuntamiento construirá frente al Anfiteatro tomará cuerpo a partir de septiembre y, en la primavera de 2009, se completará la plantación de especies arbóreas. El escenario superior, situado más cercano a la Via Augusta, donde dominan las pérgolas, se transformará en zona de juegos infantiles y dispondrá de un bar.
Técnicos de las distintas concejalías que intervienen en la definición de la propuesta se reunirán dentro de quince días con la finalidad de cerrar el proyecto, anunció al Diari la teniente de alcalde de Medi Ambient, Carme Crespo. «La obra civil ya está a punto y faltan por concretar algunos aspectos del jardín romano».
El Ayuntamiento prevé sacar el proyecto a licitación en el plazo de tres a cuatro meses, para iniciar las obras, como muy tarde, en octubre. Crespo prefirió no ofrecer ninguna fecha sobre su posible inauguración, entre otras cuestiones por que la plantación de vegetales está en función de las estaciones del año.
La fisonomía actual del Parc de les Tres Granotes será sometida a un cambio radical. El objetivo es estrechar la relación de la futura zona ajardinada con el monumento. La edil informó que sobre la mesa «teníamos dos propuestas: mejorar el actual o hacer uno nuevo vinculado al Anfiteatro». La segunda de las ideas fue formulada por el alcalde Josep Fèlix Ballesteros y será la que se llevará a término.
Cambio topográfico
Rogelio Jiménez, arquitecto municipal que interviene en la redacción del proyecto, indicó que «buscamos una coherencia en el lenguaje de un entorno en que la pieza más importante es el monumento». Una de las características más notables será un cambio topográfico. «Ahora el parque es como un agujero y lo que haremos será construir un desnivel suave a base de terrazas, para conseguir un mejor efecto visual: desde la parte más adentrada del jardín, situada junto a la Via Augusta, se verá, al fondo, el Anfiteatro y el mar».
El arqueólogo municipal, Joan Menchón, subrayó que el jardín se traducirá en la continuación de la forma elíptica de la construcción romana. «El Anfiteatro será como una piedra que lanzamos al agua y produce ondas. El jardín, como sucede con el monumento, tendrá forma semicircular, y la misma se apreciará en cada una de las terrazas en que estará dividido».
El espacio ajardinado se dividirá por ambientes, aunque este aspecto está en fase de estudio. Probablemente, habrá un sector que recordará a un jardín de necrópolis y otros que reproducirán los propios de casas privadas y de entornos públicos, según explicó el arqueólogo.
La intención de partida es «crear plataformas con microambientes», añadió el arquitecto Rogelio Jiménez, quien añadió que «habrá una pequeña zona de agua». «Lo importante -remarcó el arquitecto- es que desde el jardín se vea perfectamente el Anfiteatro», con lo que se generará un ambiente propicio a la visita.
El aspecto que tendrá el jardín romano será muy parecido al que se reproduce -arriba- en la infografía facilitada por el Ayuntamiento. El diseño no es el definitivo y algunos elementos podrían cambiar de lugar, en función de las necesidades del proyecto.
La ubicación del pequeño estanque de agua que se aprecia en el margen derecho inferior del jardín podría variar, indicó el arquitecto Jiménez, por ejemplo por la localización de las tomas de agua del que se nutrirá cuando entre en funcionamiento.
Cerrado por la noche
La teniente de alcalde Carme Crespo anunció que el jardín romano que flanquearán la Via Augusta y el Vial Bryant permanecerá cerrado por la noche, como se hará con otros parques de la ciudad en un corto espacio de tiempo, «por motivos de seguridad y para que quede protegido de actividades incívicas».
La responsable del área de Medi Ambient recalcó que el acceso al jardín público será gratuito, como sucede en la actualidad, con la salvedad de que a partir de cierta hora del día cerrará sus puestas.
El jardín mantendrá una estrecha relación con el monumento -el más visitado de la ciudad según la estadística de 2007-, pero los dos serán espacios independientes.
La edil puso especial énfasis al comentar que en la parte superior del recinto ajardinado «se habilitará una zona para juegos infantiles y se construirá un pequeño bar con terraza». Se traducirá en un mirador sobre el propio jardín y el Anfiteatro.
La zona hoy dominada por la presencia de pequeños estanques y pérgolas suele estar sucia por los residuos de dejan las personas que la visitan y, en muchas ocasiones, se observan los restos de cartones utilizados por indigentes para dormir. Esta realidad es la que ha llevado al Ayuntamiento tarraconense a pensar en la conveniencia de cerrarlo al público en horario nocturno.
Travesía del desierto
Joan Menchón contempla la construcción del jardín romano como una profunda transformación del espacio donde se enclava el Parc de les Tres Granotes. «Debe ser un espacio verde y mediterráneo que sirva de enlace entre el Anfiteatro y otros monumenos de la Part Alta». El actual, con un avanzado aspecto de deterioro, «es como la travesía del desierto» para la persona que visita la ciudad que, después de acceder al coso donde combatían los gladiadores de Tarraco, se dirige hacia la Via Augusta para encarar el Circo o el Passeig de Sant Antoni.
El jardín romano tiene su origen en los hortus , donde se cultivaban plantas comestibles y árboles frutales. Con el paso de los años, evolucionaron hacia un jardín estrictamente ornamental, al que se añadieron paseos rectilíneos delimitados por setos de mirto y romero. El jardín romano se caracteriza por ser un espacio amplio, armonioso, con líneas geométricas y adornado con fuentes, estanques y estatuas míticas.
El Ayuntamiento mantiene una estrecha colaboración con los responsables de los jardines de Empúries, con la finalidad de conocer las formas de los trazados y la masa vegetal más adecuada.
El técnico municipal responsable de jardinería, Francisco Domínguez, informó que «combinaremos las plantas que se utilizaban en la antigüedad con las necesidades actuales, porque queremos que la gente pueda ir a tomar el sol y a aprender cuestiones relacionadas con los jardines romanos».
La teniente de alcalde de Medi Ambient, Carme Crespo, contempla el jardín romano con una perspectiva didáctica y ecológica. En el proyecto está prevista la instalación de paneles que informen de aspectos de la jardinería funeraria, de los cultos y rituales romanos y de las diferencias entre los jardines privados y públicos. Además, se llevarán a término actividades didácticas relacionadas con los elementos del jardín.
El proyecto contempla la utilización de técnicas dirigidas al ahorro de agua y la optimización del mantenimiento, «porque queremos crear un jardín sostenible modélico», dijo Crespo.
Para conseguir un mejor efecto, se reducirá a la mínima expresión los espacios pavimentados y se facilitará el acceso a personas minusválidas. El Ayuntamiento «quiere potenciar el uso de este jardín».