Adriana Flores Bórquez | Atenas | EFE 21/03/2009
Cuatro años de incansables trabajos arqueológicos en la isla sagrada de Delos, en el Mar Egeo, han mejorado el acceso y la conservación de las ruinas de lo que los expertos llaman el «mayor centro mercantil del mundo» por sus contemporáneos del siglo I antes de Cristo.
«Todo el islote es un sitio arqueológico», destacó a Efe Panagiotis Hatsidakis, jefe de la excavación en Delos, catalogado como patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
«Delos es una isla sagrada desde la Antigüedad por su calidad muy especial que le hace distinguirse: la luz», dijo el arqueólogo griego, que ha pasado 24 años de su vida en este islote, desenterrando secretos y reconstruyendo asentamientos. Las excavaciones se iniciaron en 1873 y se intensificaron a partir del año 1982.
En los últimos cuatro años, la Unión Europea (UE) ha aportado unos 3,7 millones de euros en subvenciones para mejorar el acceso, sobre todo para los minusválidos, la parte norte y central del pequeño islote deshabitado de 5,5 kilómetros cuadrados.
Las obras realizadas por un puñado de científicos contribuyeron a frenar el mayor deterioro de los monumentos y descubrieron detalles de la vida cotidiana de Delos, que se encontraban enterrados bajo las masas de tierra de excavaciones del siglo XIX.
Salieron a la luz talleres de joyas de oro y piedras preciosas, estudios de escultores con estatuas a medio terminar, como la copia de la diosa Afrodita de Fidias (escultor del partenón de la Acrópolis de Atenas), monedas de oro, talleres para trabajar el cobre y pintar con púrpura.
Cuenta la mitología griega que en Delos nacieron el dios Apolo (de la luz) y la diosa Artemisa (de la luna), en el corazón del Mar Egeo y en el centro del conjunto de las islas Ciclades.
El templo de Apolo alcanzó su máximo auge entre los siglos VII y IV antes de Cristo y constituía un centro de adoración de todos los puntos de la Grecia Antigua, que se erige hoy.
A un paso de la cosmopolita isla Mykonos, centro de encuentro el jet-set internacional, está abierta al visitante entre las 09.00 y 15.00 hora local.
Los trabajos de los arqueólogos sacaron a la luz talleres y asentamientos de 2.300 años atrás, revelando la calidad de centro comercial y de adoración que tenía el islote en el siglo I y II antes de Cristo, señaló Hatsidakis.
Las moradas más antiguas fueron edificadas en la cumbre de la colina de Cintos para gozar de una mejor vista y al resguardo de los piratas de la época, que en dos ocasiones quemaron y saquearon el poblado en el siglo I antes de Cristo, lo que marcó su decadencia.
Aunque los primeros asentamientos datan del siglo V antes de Cristo, la ciudad que se despliega ante los ojos del visitantes se desarrolló en la segunda mitad década del siglo II ante de Cristo cuando los romanos impusieron impuestos en el puerto de Delos.
Los Leones, ocho de un total de 16 inmensas estatuas de mármol apostadas en una avenida que terminó de construirse a finales del siglo II antes de Cristo, se encuentran protegidos de los efectos del clima desde 2001, cuando los originales fueron trasladados y puestos en muestra permanente en el Museo de Delos.
Las excavaciones realizadas en la terraza de los Leones revelaron jarros de línea corintia y cicládica y artefactos de cocina de principios del siglo I ante de Cristos.
Hacia ese entonces, el islote estaba habitado por unos 30.000 habitantes y por su puerto se gestionaban cada año unas 75.000 toneladas de productos.
Hatsidakis espera que la UE apruebe una petición de otros 1.2 millones de euros para continuar con la otra mitad de los trabajos de acceso, en la parte sur, en la sección del teatro antiguo.
El experto afirmó que pese a que se ha excavado sólo un 25 por ciento del espacio arqueológico, «no es conveniente avanzar más debido a que las ruinas están bien protegidas y tenemos mucho trabajo por delante con lo que ya ha sido descubierto».