19 al 22
y 26 al
29 de
agosto.
Teatro
Romano.
23
horas.
Producción
del
Festival
de
Teatro
Clásico
de
Mérida.
La única
trilogía
conservada
íntegra
de
Esquilo
y de
todo el
teatro
griego
llega a
la 50
edición
del
Festival
como un
estreno
absoluto.
y
dirigida
por
Mario
Gas,
quien ya
ha
estado
presente
en otras
ediciones
tanto en
su
faceta
de
director
como de
actor
(la
última,
el año2
003 como
protagonista
de
‘Electra’).
'La
Orestiada'
está
compuesta
por 'Agamenón',
'Las
Coéforas'
y 'Las
Euménides'
y fue
representada
en la
primavera
del año
458,
cuando
Esquilo
contaba
67 años,
dos
antes de
morir.
Esquilo
utiliza
las
circunstancias
históricas
para
encontrar
los
comportamientos
esenciales
del ser
humano
ante las
diferentes
vicisitudes
de la
vida,
con
temas
como la
lucha
del
poder,
el
alcance
de las
pasiones,
las
traiciones
y la
guerra,
pero
sobre
todo el
enorme
valor de
la
justicia.
Con 'La
Orestiada'
ganó
Esquilo
en las
Olimpiadas
del año
458 a.
C. y sus
tres
tragedias
iban
seguidas
del
drama
satírico
'Proteo',
que se
ha
perdido.
Es su
mejor
obra y
su
temática
presenta
claros
antecedentes
en la
épica
homérica
y el
poema
coral de
'Estesícoro',
del
mismo
titulo,
también
perdido.
Vengar
la
muerte
de su
padre o
asesinar
a su
madre
‘Orestiada’
narra la
tragedia
de
Orestes,
hijo de
Agamenón
y
Clitemnestra
y
hermano
de
Ifigenia
y
Electra.
Cuando
su padre
se
embarcó
en la
lucha
contra
Troya
sacrificó
a
Ifigenia
para
conseguir
buenos
vientos.
Clitemnestra
no
perdonó
la
muerte
de su
hija y
cuando
su
esposo
regresó
de la
lucha,
le
asesinó
ayudado
de su
amante
Egisto.
Cuando
Orestes
creció
se vio
inmerso
en una
tremenda
decisión:
vengar
la
muerte
de su
padre o
asesinar
a su
madre.
El
oráculo
le
indicó
que
debía
vengar a
Agamenón.
Con
ayuda de
Electra
mató a
su madre
y a
Egisto,
pero
tuvo que
abandonar
el país
empujado
por las
Furias
que
reclamaban
venganza.
Gracias
a
Atenea,
Orestes
pudo
regresar
a su
patria
tras
expiar
sus
crímenes.
La
tragedia
clásica
tiene en
ella una
obra
maestra
sobre el
trato
político
legítimo
con el
fundamentalismo.
El poder
político,
el poder
fundador
de la
polis de
la paz,
aparece
aquí en
la
figura
de
Atenea,
que ante
el
Areópago
deposita
su voto
en la
balanza
a favor
de
Orestes,
asesino
de su
madre:
hay que
poner
fin a la
cadena
de
muertes,
pero las
furias
Erinias
rugen.
No
quieren
sacrificar
su
derecho
fundamentalista
y
feminista
a la
vindicación
del
asesinato,
a la
nueva
lógica
de la
paz. En
realidad,
Atenea
no
impone
el
derecho
a las
Erinias,
sino que
las
apacigua,
las
invita a
permanecer
en la
ciudad
como
Euménides,
como
diosas
benéficas,
despolitizadas
-por así
decirlo-,
y liga
el
bienestar
de la
ciudad a
que
estas
diosas
tengan
siempre
un lugar
sagrado
en su
seno. Al
ser
privadas
del
poder
político,
su
presencia
es una
garantía
de que
lo
político
no
perderá
su
mesura y
su
respeto
a lo
sagrado,
que
precede
a toda
política. |