Mónica Tomás www.elmundo.es 07/07/2008
Las sandalias romanas son el calzado ‘must have’ de esta temporada, un complemento indispensable y con mucha historia detrás. La pasada temporada quisieron hacerse un hueco en el circo de la calle, pero ahora, regresan con más fuerza que nunca.
Hoy en día son un complemento muy moderno pero llevan mucho polvo en el camino. De hecho, la sandalia es el calzado más antiguo que se conoce. Fabricada con papiro tejido, fue descubierta en una tumba egipcia con una antigüedad de 2.000 años a. C. Las griegas de cuero, o ‘krepis’, se fabricaban en diversos colores y con adornos variados, incluso oro. Las ‘crepidas’ romanas tenían la suela más gruesa y costados de cuero, y se ataban por encima del empeine. Los galos preferían el ‘campagus’, con más caña –hasta debajo de la rodilla- ahora totalmente de actualidad.
Época ‘peplum’
Tanto en estilo como en color, el calzado romano designaba claramente a la clase social. Las mujeres de alcurnia lucían zapatos más cerrados y de colores. Las de menor rango calzaban sandalias de cuero abiertas en sus colores naturales (ejemplos de sandalias más sencillas como las que proponen Hermes o Lacoste). La sandalia era el calzado que usaban los trabajadores y los soldados para realizar sus tareas. Los militares romanos, usaban la caliga: unas sandalias muy resistentes y claveteadas hasta la mitad de la pantorrilla, o las rodillas y que se ataban con lazos en la parte delantera para destacar lo más posible la forma de la pierna (como las de Stuart Weitzman).
La verdad es que es un zapato inmortal ya que no ha dejado de estar presente hasta llegar a nuestros días. En la década de los 60 hubo un ‘revival’ de las sandalias romanas sobre todo porque surgieron los amantes de los materiales naturales como el cuero. Estas combinaban perfectamente con vestidos vaporosos de estilo ‘liberty’, faldas largas o pantalones y es una tendencia ha durado hasta hoy gracias al resurgir del estilo ‘bohemian chic’ o ‘boho chic’. Los romanos se hubieran quedado de piedra si hubieran visto las versiones actuales de lo que eran sus indispensables sandalias. Empezando por los colores y siguiendo por los materiales, tenemos un amplio abanico de posibilidades para vestir nuestros pies este verano con el calzado más ‘it’ de la temporada.
Y es que han llegado a lo más alto de las pasarelas. Casi podríamos decir que no hay diseñador que no haya apostado por ellas en todas sus versiones: de distintos colores, con multitiras, con adornos en forma de piedras, a lo Pocahontas con flecos, de estilo romano pero ‘rokero, en versión tobillera o hasta la rodilla, con tacones o planas, con plataforma o sin ella… podemos encontrar todo tipo de modelos.