Un Telamón idéntico al que ahora se ha hallado y se va a restaurar

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Ángel Gómez Fuentes  abc.es  16/07/2020

Los arqueólogos, que han rescatado la escultura de entre las ruinas, la reconstruirán pieza por pieza

Había sido enterrada entre ruinas antiguas, en el Valle de los Templos de Sicilia. Pero, ahora, una colosal estatua de piedra, de 8 metros de altura, volverá a renacer. Será puesta de pie, como se encontraba en el pasado delante del Templo de Zeus, recuperando su belleza de la antigua Akragas, la ciudad griega situada en la costa meridional de la isla siciliana, en el actual municipio de Agrigento, cuya historia se inicia en el 581 a. C. Se llamaba Atlante, o Telamón, y era una de las casi 40 estatuas que adornaba el templo de Zeus y asombraba a los visitantes. Fue considerado el edificio dórico más grande jamás construido, aunque no se llegó a completar. Hoy, está en ruinas. Los arqueólogos reconstruirán pieza por pieza la impresionante escultura, que volverá a levantarse como una especie de guardián del Templo. Los visitantes podrán admirar una de las raras estatuas gigantes del mundo griego que han sobrevivido hasta nuestros días. La dirección del parque arqueológico del Valle de los Templos ha completado el procedimiento para la adjudicación de los trabajos de restauración a una empresa siciliana, según informa el «Giornale di Sicilia».

Héroe mitológico

Se llamaban telamones a las esculturas masculinas empleadas como elemento decorativo o estructuras, a menudo en sustitución de columnas o pilastras. Los griegos le dieron el nombre de Atlante, héroe mitológico hijo de los titanes Jápeto y la ninfa Clímene. El gigante de la mitología grecolatina sostenía la bóveda celeste con sus hombros, después de ser derrotado por Zeus, el padre de los dioses del Olimpo. Su gigantesca escultura realzaba la espectacularidad del templo dedicado a Zeus en Agrigento, considerado entre los más bellos de la antigüedad, con unas proporciones colosales. El edificio se construyó en el 480 a. C. para celebrar la victoria de los agrigentinos contra los cartagineses. El templo se construyó como un símbolo de grandeza, de fuerza divina y, por esta razón, fue adornado con telamones: imponentes esculturas entre las columnas del templo. Solo una de ellas permanece reconstruida y exhibida en el museo Griffo, en Agrigento. Los restos de una segunda estatua son los que se han recuperado en el Valle de los Templos, y ahora será reconstruida.

Según Marco Vitruvio, arquitecto, ingeniero y escritor romano del siglo I, el origen de los telamones, como el de las cariátides, las figuras femeninas empleadas para el mismo propósito, se remonta a una guerra: los espartanos, después de ganar a los persas en la batalla de Platea, construyeron un pórtico, cuya cubierta fue apoyada por estatuas que representaban a los prisioneros en sus túnicas bárbaras.

«La decisión de dar nueva vida a una de las estatuas de los telamones forma parte de un proyecto más ambicioso», dijo Roberto Sciarratta, director del parque arqueológico del Valle de los Templos, que celebra los 2.600 años desde la fundación de Akragas, hoy Agrigento. A causa del coronavirus, las celebraciones se posponen para el próximo año. Las obras comenzarán en agosto. Además de poner en pie la colosal estatua, «también se reconstruirá una parte del Templo de Zeus para dar a los visitantes la imagen de su belleza original», explicó el director del parque.