F. Gutiérrez | Málaga www.diariosur.es 21/12/2009
Cultura y Ayuntamiento ultiman el proyecto para incorporar los últimos hallazgos arqueológicos.
Las excavaciones arqueológicas en el Teatro Romano siguen aportando nuevos datos para la historia de la ciudad y sumando elementos de gran relevancia para el patrimonio cultural malagueño. En la más reciente, dirigida por el arqueólogo Luis Efrén Fernández, han aparecido siete piletas para la fabricación del garum y algunas de las estructuras de las termas. Las piletas se encuentran muy bien conservadas y, como particularidad, en alguna se ha encontrado también la cubierta que utilizaban en su tiempo, unas tejas, para tapar y aislar estas piletas en las que, a partir de pescados y vísceras puestos al sol, se obtenía ese preciado condimento, el garum.
De esta manera, el visitante podrá contemplar todos los periodos por los que ha pasado el teatro y el propio entorno, desde las termas, que son de época republicana, anteriores a la construcción del teatro, hasta las piletas, que formaron parte de la zona industrial que reutilizó el teatro una vez fue abandonado su uso público.
Las claves de la visita
La visita al Teatro Romano comenzará por el centro de interpretación -un edificio de 200 metros cuadrados que ha costado algo más de un millón de euros, obra del arquitecto Antonio Tejedor-, de manera que podrán tener una primera aproximación a la Málaga romana. Una vez concluya la exposición, estas piezas originales regresarán a sus anteriores destinos -las de Antequera, al Museo Municipal y las de Málaga, a los depósitos del Museo Arqueológico- y en el centro de interpretación se colocarán las copias que se han realizado expresamente para dar cuerpo al discurso expositivo de este centro, es decir, el mundo romano en toda su dimensión, doméstica, religiosa y lúdica.
Del centro se pasará al teatro en sí, visitando sus distintas partes, la escena, la orquestra, la cavea o graderío para finalizar en la zona de las termas y piletas.
También desde la calle Alcazabilla se podrá contemplar este magnífico monumento. El proyecto de urbanización, firmado por los arquitectos Rafael Martín Delgado e Isabel Cámara, ha previsto una nueva alineación de la calle, de manera que delante de los jardines de Ibn Gabirol se ensancha para hacer un mirador. Un muro, de escasa elevación, separa la calle de la zona arqueológica. Además, la directriz del pavimento -las líneas de unión del empedrado- sigue el eje del propio teatro, una subliminal invitación a disfrutar del monumento.