F. Gutiérrez | Málaga www.diariosur.es 02/10/2010
El consejero inaugura el centro de interpretación del monumento, que llevaba un año cerrado pendiente de la licencia municipal.
El consejero de Cultura, Paulino Plata, inauguró ayer las instalaciones del Centro de Interpretación del Teatro Romano, con lo que el monumento queda formalmente abierto al público. Un año lleva montada la exposición y el material audiovisual de este edificio, diseñado por el arquitecto Antonio Tejedor y que ha costado un millón de euros. Según el consejero, el edificio no se había podido abrir antes porque faltaba la licencia municipal, aunque hasta ahora se achacaba a las obras de urbanización en la calle Alcazabilla, que aún continúan.
Paulino Plata recordó el gran potencial turístico del monumento, que han visitado durante este año más de 300.000 personas, según los cálculos de la Consejería de Cultura, la mayoría extranjeros. Además de anunciar que la Administración autonómica seguirá invirtiendo en el monumento para investigar y «poner al descubierto toda su dimensión», recuperó la idea de dar un uso cultural a este espacio escénico «con representaciones teatrales de calidad, como ocurre en otros teatros romanos del país».
Atracción turística
Con la apertura al público de estas nuevas instalaciones «Málaga cuenta con un conjunto monumental de extraordinaria importancia, un impulso fundamental al turismo cultural», señaló. El Teatro Romano tiene entidad por sí solo para ser un monumento muy apreciado por los visitantes, pero si se tiene en cuenta su ubicación, en la falda de la Alcazaba y junto al Museo Picasso y el futuro Museo de Málaga, se comprende que el principal vestigio que se conserva en la ciudad de la presencia romana esté llamado a convertirse en uno de los principales focos de atracción turística.
El centro de interpretación es un gran prisma cuadrangular de acero, madera y cristal. La Lex Flavia Malacitana -la ley por la que se regía el municipio de Málaga en tiempos romanos- está impresa en las paredes del edificio. Ya en su interior, el visitante podrá acercarse al mundo romano en general y al Teatro Romano en particular por medio de audiovisuales y piezas originales recuperadas en las excavaciones que se han realizado en el monumento. Así, se expone una máscara teatral, recuerdo de la función del edificio, un ara o altar de mármol, un togado, un ánfora y un enterramiento, representativos estos últimos del uso que se le dio a este espacio como fábrica de salazones o necrópolis una vez que se abandonó su uso como teatro. Desde el centro y por unas pasarelas se accede al teatro, visitando sus distintas partes, la escena, la orquesta y el graderío. Los últimos restos de piletas y termas también se podrán ver, para lo que se ha construido un forjado sobre el que discurre la calle. La salida del circuito será por el aditus sur, en los jardines de Alcazabilla.