Inma Fernández | Barcelona www.elperiodico.com 22/10/2010
Miguel del Arco dirige el monólogo ‘La violación de Lucrecia’, de Shakespeare.
Llevaba lustros rondándole por la cabeza el «maravilloso y arrebatador» poema dramático La violación de Lucrecia, de William Shakespeare, pero la gran dama de la escena no se veía «capaz» de interpretarlo. Ahora, sí. Núria Espert se mete en la piel de la joven agredida y asume a su vez los papeles de su marido, el violador y la narradora que cuenta la tragedia. Un monólogo con muchas voces que la actriz quiso que dirigiera Miguel del Arco, responsable de la aclamada Una función por hacer. Tras su estreno la semana pasada en Orense, hoy se presenta en una función única en Salt, dentro del Temporada Alta.
Sola en el escenario, Espert se adentra en un laberinto esquizofrénico y terrorífico para narrar y recrear el hecho criminal que terminó con el reinado de los reyes en Roma y propició la instauración de la república. La violación de la joven Lucrecia por un amigo de su marido: el príncipe Sexto Tarquino. Un conmovedor relato que «contiene una gran belleza a pesar de su escalofriante violencia», subraya la protagonista, que se transmuta en unos personajes «intensamente enajenados»: la víctima desgarrada y el criminal que, pese a sus remordimientos, no puede contener su rabiosa pulsión. «Es una pieza de una extrema dificultad que ella hace fácil como solo las más grandes pueden hacerlo», afirma Del Arco.
Espert elogia el trabajo del director -«su infinita minuciosidad y pasión»- y de Sandra Vicente, responsable de una atmósfera sonora que, junto con iluminación, puntea a la perfección el trágico suceso. «Cuando Del Arco leyó el poema y me dijo que le parecía trepidante, como un guión de Tarantino, supe que él era mi hombre -aduce la actriz-. Ha convertido un monólogo en un magnífico espectáculo teatral». El tratamiento de los efectos sonoros es, según el director y actor madrileño, «de película de miedo». «Se trataba de crear un espacio de enajenación en el que fluyera el grado emocional tan bestia de los personajes», agrega Del Arco, que admitió su «taquicardia» cuando Espert lo llamó.
AL LLIURE DE GRÀCIA / Obra primeriza del bardo, La violación de Lucrecia contiene, según Espert, toda la grandiosidad de su dramaturgia posterior. El montaje visitará Madrid y llegará, la próxima temporada ya bajo la dirección de Lluís Pasqual, al nuevo Lliure. «Me hace muchísima ilusión ir a Gràcia», dice la actriz, que también celebra la Medalla de Oro que le ha concedido el Liceu. «Es un alegría extraordinaria y más al ser la primera vez que se premia una dirección escénica, pues solo habían galardonado a directores de orquesta y cantantes. Estoy emocionada».