Este
proyecto
turístico-cultural,
denominado
Vías
Augustas,
en
el
que
han
colaborado
las
administraciones
españolas
y
portuguesas,
ha
contado
con
un
presupuesto
de
1.266.666
euros,
de
los
que
950.000
(el
75%)
corresponden
a
la
financiación
de
fondos
europeos
FEDER.
Se
trata
de
las
calzadas
romanas
que
unían
en
la
antigüedad
la
ciudad
portuguesa
de
Braga
(Bracara
Augusta)
con
la
española
de
Astorga
(Asturica
Augusta),
denominadas
vías
XVII
y
XVIII
(Vía
Nova)
en
el
itinerario
del
emperador
Antonio
Caracalla.
Los
responsables
del
proyecto,
cuyo
coordinador
científico
ha
sido
el
profesor
de
la
Universidad
de
Santiago,
Antonio
Rodríguez
Colmenero,
destacaron
hoy,
en
rueda
de
prensa,
que
las
Vías
romanas
del
Noroeste
constituyen
una
oferta
turística
muy
interesante
y
podrían
alcanzar,
en
el
futuro,
un
proyección
similar
a
la
que
tiene
el
Camino
de
Santiago.
El
proyecto,
que
contó
con
el
apoyo
científico
de
las
universidades
de
Santiago
de
Compostela
y
Católica
Portuguesa
Polo
de
Viseu,
así
como
del
Consejo
Superior
de
Investigaciones
Científicas,
ha
permitido
la
recuperación
de
la
vía
XVII,
iniciada
en
torno
a
los
primeros
años
de
nuestra
era.
La
mayor
parte
del
presupuesto
se
ha
invertido
en
los
trabajos
de
limpieza
y
señalización
de
la
vía,
que
cuenta
con
380
kilómetros
de
longitud,
cuyos
diferentes
tramos,
tras
la
inauguración
de
los
20
kilómetros
en
Montalegre
en
Portugal
en
junio,
se
irán
completando
hasta
finales
de
este
año.
No
obstante,
para
finalizar
el
proyecto,
en
el
que
por
parte
española
han
participado
los
ayuntamientos
de
Astorga,
Cacabelos
y
O
Barco
de
Valdeorras,
así
como
la
Diputación
Provincial
de
Zamora,
es
necesario
que
se
sume
la
diputación
de
León,
por
cuyo
territorio
transcurre
uno
de
los
tramos
de
la
vía.
Paralelamente
al
proyecto
de
recuperación
de
la
Vía
XVII,
se
está
trabajando
en
la
Vía
XVIII,
también
trazada
entre
Braga
y
Astorga,
pero
más
corta
y
directa,
que
cuenta
con
un
presupuesto
y
socios
distintos.
En
ambas
vías
se
encuentra
una
de
las
mayores
concentraciones
de
Europa
de
Marcos
Miliarios,
grandes
monumentos
cilíndricos
de
granito,
para
señalizar
las
calzadas,
además
de
un
importante
patrimonio
histórico-artístico,
tanto
del
mundo
romano
como
de
los
pobladores
anteriores
y
de
los
posteriores.
A
lo
largo
del
recorrido,
el
turista
puede
encontrarse,
entre
otros
elementos
históricos,
con
puentes,
acueductos,
murallas,
minas,
dólmenes,
castillos,
fortaleza,
iglesias
prerrománicas,
románicas,
monasterios,
arquitectura
tradicional
y
ciudades
con
encanto.
A
ello,
se
suman
los
recursos
naturales
de
la
zona
que
recorren
las
vías,
tales
como
parques
naturales,
embalses,
bosques
o
el
paisaje
vitivinícola
del
Bierzo,
además
de
una
gran
riqueza
gastronómica
de
todas
las
regiones.
El
siguientes
proyecto,
que
se
pondrá
en
marcha
el
año
que
viene,
será
la
recuperación
de
las
calzadas
romanas
atlánticas,
denominadas
Vía
XIX,
que
unían
Braga
con
Lugo.