Unas complicaciones técnicas en la rehabilitación del espacio arqueológico desaconsejan la celebración de eventos La Junta lleva desde 2003 posponiendo la reapertura
Está por decidir la primera representación que verá la luz en el Teatro Romano, aunque parece evidente que la historia de su rehabilitación tiene un argumento más extenso del previsto. La Junta de Andalucía -responsable del espacio arqueológico- anunció por primera vez la reapertura del recinto para 2003. Luego tuvo que posponerlo para el estío siguiente y hace un año, sus responsables anunciaron que este verano se levantaría por fin el telón imaginario. Pero tampoco.
LOS DATOS |
El proyecto: La primera reapertura del Teatro Romano como espacio escénico estaba prevista en 2003. Tras varios retrasos, la Junta anunció el año pasado la reinauguración para este verano.
Las complicaciones: Unos imprevistos en el drenaje de la ladera sobre la que se levanta el graderío han vuelto a retrasar los trabajos de rehabilitación.
Cambio de planes: El primer festival de música antigua de la ciudad, previsto en el teatro, se ha trasladado a San Agustín. La celebración de la Bienal de Flamenco también se anunció en este recinto. |
Unas complicaciones técnicas en el proceso de rehabilitación desaconsejan por el momento la celebración de eventos en este recinto y siembran una duda más que razonable sobre las posibilidades de que el Teatro Romano acoja espectáculos este verano. Así lo admitió ayer el delegado provincial de la Consejería de Cultura, Francisco López, quien añadió que la decisión final sobre la celebración de eventos todavía no está «formalmente tomada» ni se trabaja en la elaboración de un programa de actividades para este año.
El propio López explicó ayer a este periódico que los imprevistos han surgido en las tareas de drenaje de la ladera sobre la que se levanta el graderío. O lo que es lo mismo, la rehabilitación del teatro incluye una actuación sobre el monte para que no se produzcan desprendimientos, por ejemplo, en caso de lluvias fuertes. Hay que recordar que la recuperación de los sillares se realiza «de la manera más rigurosa posible» por lo que las piezas de piedra se colocan sobre la tierra sin utilizar cemento ni mortero para sellar su anclaje al suelo.
Sin embargo, los especialistas se han encontrado con diversas complicaciones a la hora de instalar las canalizaciones que deben conducir el agua por la falda del monte. Estos problemas técnicos se han unido al «extremo cuidado» con el que hay que realizar cualquier intervención en este espacio arqueológico que data del siglo primero de nuestra era. Y al final, la suma de ambos elementos ha dado como resultado un nuevo retraso en la reapertura del teatro.
Apertura «complicada»
El delegado de Cultura reconoció ayer que los imprevistos surgidos en las tareas de recuperación «hacen muy complicada» la reapertura del espacio este verano, hasta el punto de que especialistas consultados por este periódico creen que lo más «responsable» es posponer la puesta en funcionamiento del recinto. «La arqueología marca sus ritmos y no hay que meterle prisa», añadió López.
Ante las incógnitas que se cernían sobre el horizonte del Teatro Romano, algunas iniciativas previstas en el recinto han cedido cambiar de escenario. Así, el primer festival de música antigua de la ciudad -anunciado en el teatro para el mes de julio- se celebrará finalmente en la iglesia de San Agustín. Otros eventos como la primera edición de la Bienal del Flamenco impulsada por la Diputación o un concierto del barítono Carlos Álvarez también pretendían ocupar el Teatro Romano este verano.
La Junta anunció en enero del año 2000 la recuperación del teatro de la calle Alcazabilla para uso escénico. Desde entonces, el gobierno regional ha invertido casi tres millones de euros en la rehabilitación de este espacio.
La Junta plantea un gran parque arqueológico en el entorno de la Alcazaba
Hace 28 siglos el corazón de la ciudad latía en las inmediaciones del puerto que construyeron los fenicios en lo que hoy es el Palacio de la Aduana. Muy cerca se han encontrado restos de viviendas y murallas levantas allá por el siglo VII a. C. y los especialistas esperan que más pronto que tarde empiecen a aflorar restos de la época griega, sobre todo cerámicas pintadas. El paso de los romanos tiene su ejemplo más notorio en el teatro construido en la falda del monte Gibralfaro.
Por todo esto, el delegado provincial de la Consejería de Cultura, Francisco López, defiende que la calle Alcazabilla es el verdadero origen de la ciudad y para que malagueños y visitantes puedan conocer los primeros balbuceos de la antigua Malaka, López ha propuesto la realización de un «gran parque arqueológico» que muestre los yacimientos desplegados en esta zona de la capital. El delegado aguarda una reunión con el alcalde Francisco de la Torre para exponerle el proyecto que uniría el Teatro Romano con los jardines de Ibn Gabirol.
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