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15/05/2005 |
A. Ruiz
/ Pego ●
www.levante-emv.com |
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El
Museo
de
Dénia
alerta
de que
el PAI
de
Pego
Golf
destruirá
4
yacimientos
romanos |
|
La
institución
alega
contra
el
proyecto
porque
incumple
la
Ley
del
Patrimonio
al
no
incluir
un
estudio
sobre
bienes
patrimoniales.
Uno
de
los
asentamientos
tuvo
6
siglos
de
pervivencia
El
área
donde
el
Programa
de
Actuación
Integrada
(PAI)
de
Pego-Golf
pretende
construir
unas
1.400
viviendas
y
un
campo
de
golf,
entre
las
partidas
de
Benigani,
Estepar,
Sorell
y
Sant
Antoni,
cuenta,
como
el
resto
del
término
municipal
de
Pego,
con
importantes
yacimientos
arqueológicos
representativos
del
asentamiento
humano
y
de
su
evolución
a
lo
largo
de
la
historia.
No
en
balde,
justo
al
límite
septentrional
del
futuro
PAI
circula
uno
de
los
principales
caminos
de
la
red
viaria
romana
que
hace
dos
milenios
unía
las
ciudades
de
Saitabis
-Xàtiva-
y
Dianium
-Dénia-.
Mientras
al
este
quedaba
lo
que
hoy
es
el
parque
natural
del
Marjal,
al
oeste
se
ubicaba
la
población
desde
la
romanización
hasta
la
Edad
Media.
Este
es
el
motivo
de
que
la
zona
tenga
una
gran
densidad
de
bienes
históricos.
Ahora
bien,
como
ya
sucedido
en
otros
lugares
de
la
comarca
-e
incluso
en
el
mismo
término
municipal
de
Pego
con
el
proyecto
de
Penya
Roja-
la
proliferación
de
planes
urbanísticos
sin
estudios
previos
puede
provocar
la
destrucción
de
esta
memoria
histórica.
Al
menos,
eso
es
lo
que
opina
el
Museo
Arqueológico
de
Dénia,
que
ha
presentado
ante
el
Ayuntamiento
de
Pego
una
alegación
en
contra
del
PAI
de
Pego-Golf.
El
director
de
la
institución
dianense,
Josep
Antoni
Gisbert,
considera
que
ese
Programa
de
Actuación
Integrada
(PAI)
«no
presenta
ninguna
referencia
a
los
yacimientos
arqueológicos
de
la
zona
-tan
sólo
señala
la
presencia
de
algunos
bienes
inmuebles-
lo
que
es
contrario
a
la
legislación
vigente».
En
concreto,
vulnera
la
Ley
del
Patrimonio
Cultural
Valenciano,
de
la
Generalitat,
que
obliga
a
redactar
antes
de
activar
un
programa
urbanístico
un
catálogo
del
patrimonio
cultural
de
la
zona
y
un
estudio
para
proteger
los
bienes
existentes.
Grandes
yacimientos
En
este
sentido,
el
Museo
de
Dénia
asegura
que
los
bienes
que
podrían
perderse
son
trascendentes:
no
se
trata
de
restos
dispersos
«sino
de
extensos
yacimientos
arqueológicos
con
estructuras
en
el
subsuelo
cuyos
restos
podrían
incorporarse
a
los
museos
para
su
difusión
pública».
Y
el
problema
es
que,
aunque
a
lo
largo
de
los
últimos
50
años
han
aparecido
algunos
restos
aislados,
no
se
ha
realizado
«una
prospección
arqueológica
intensiva
de
este
espacio
absolutamente
necesaria
antes
de
que
cualquier
decisión
dañe
los
yacimientos».
Los
más
destacados
son
5,
cuatro
de
origen
romano.
El
primero
es
la
vía
ya
aludida,
cuyo
origen
se
sitúa
en
el
siglo
IV
antes
de
nuestra
Era.
En
la
partida
de
Benigani
se
encuentra
además
una
villa
romana
datada
entre
los
siglos
I
y
III
d.
C.
que
tuvo
una
notable
importancia
en
la
época
del
Alto
Imperio.
Pero
sin
duda
los
restos
más
excepcionales
se
encuentran
en
la
villa
romana
de
Sant
Antoni,
según
Gisbert
«una
de
las
más
extensas
y
de
más
calidad
de
todo
el
territorio
de
Dianium».
«Pese
a
que
tampoco
aquí
se
ha
podido
realizar
una
investigación
arqueológica
exhaustiva,
se
han
encontrado
restos
de
columnas
y
capiteles,
lo
que
nos
hace
suponer
que
había
un
peristilo.
Es
además
-agregó
el
arqueólogo-
una
villa
de
largísima
duración,
entre
los
siglos
I
a.d.C
y
VI
d.C.,
casi
como
la
actual
villa
de
Pego
que
celebra
ahora
su
725
aniversario».
También
en
Sant
Antoni
se
encuentra
una
necrópolis
romana
que
pervivió
el
mismo
tiempo.
El
quinto
yacimiento,
en
la
misma
partida,
es
un
asentamiento
«andalucí»de
entre
los
siglos
XII
y
XVII,
esto
es,
activo
hasta
la
expulsión
de
los
moriscos.
Todo
eso
es
lo
que
el
Museo
de
Dénia
cree
que
puede
desaparecer
si
se
desarrolla
el
PAI,
además
de
otros
elementos
antropológicos
-casas
rurales,
márgenes,
bancales-
y
el
propio
paisaje,
que
«es
un
elemento
más
del
patrimonio
cultural»
y
que
ya
se
encuentra
muy
deteriorado
con
otro
PAI
cercano,
el
de
Penya
Roja,
«una
desafortunada
intervención
que
constituye
el
emblema
de
una
administración
y
de
unos
actores
que
sin
criterio
ni
ingenio
han
destrozado
para
siempre
la
imagen
del
municipio.
Un
golpe
de
muerte
a
la
singularidad
de
un
paisaje
que
ni
siquiera
ha
podido
detener
la
declaración
de
parque
natural
del
Marjal».
Para
que
en
la
zona
de
Pego-Golf
no
suceda
lo
mismo
que
en
Penya
Roja,
la
alegación
exige
un
catálogo
sistemático
de
los
bienes
patrimoniales
en
el
área
del
PAI
-de
hecho,
ese
estudio
no
existe
en
todo
Pego-
y
que
mientras
tanto
el
ayuntamiento
«proceda
a
desestimar
en
su
totalidad
el
proyecto».
Las
alegaciones
también
han
sido
enviadas
al
conseller
de
Territorio,
Rafael
Blasco,
y
al
de
Cultura,
Alejandro
Font
de
Mora.
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