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Practica el latín vivo (descárgate las dos revistas en latín.
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Chat en latín |
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03/06/2005 |
E. Montes
Miguel
●
www.lne.es |
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La
fachada
romana
del
IES
Emilio
Alarcos |
|
El
IES
Emilio
Alarcos
luce
más
brillante
que
nunca.
Los
alumnos
de
Diversificación
del
instituto
han
colocado
en
la
fachada
principal
veintidós
nuevos
mosaicos
con
motivos
grecorromanos,
unos
trabajos
que
se
suman
a
los
doce
signos
del
zodiaco
colocados
el
año
pasado.
Con
la
representación
de
los
días
de
la
semana
y
de
varios
monumentos
clásicos
el
instituto
continúa
así
con
el
proyecto
de
mejora
de
imagen
emprendido
hace
diez
años
a
raíz
de
la
ampliación
del
recinto
escolar,
que
eliminó
varias
columnas
adornadas
con
mosaicos.
Roma
refulge
en
Moreda.
La
fachada
del
Instituto
de
Enseñanza
Secundaria
Emilio
Alarcos
luce
desde
ayer
22
nuevos
mosaicos
inspirados
en
el
semanario
y
las
grandes
construcciones
romanas,
unas
piezas
realizadas
por
los
alumnos
de
Diversificación
del
centro
en
coordinación
con
las
profesoras
de
Plástica
y
de
Cultura
Clásica.
Esta
iniciativa
surgió
hace
diez
años,
cuando
la
ampliación
del
instituto
hizo
desaparecer
varias
columnas
ornadas
con
piezas
de
cerámica:
«Al
perder
esos
adornos
nos
planteamos
mejorar
el
aspecto
externo
del
centro
con
nuevos
mosaicos
y
actividades
de
jardinería.
Tras
unos
años
de
parón
conseguimos
retomar
el
proyecto
el
año
pasado
con
la
colocación
de
doce
mosaicos
con
los
signos
del
zodiaco»,
explicó
Amable
López,
director
del
centro.
Todo
vale
para
elaborar
las
losetas
con
mosaicos:
canicas,
cristales
rotos,
restos
de
cerámica,
cantos
rodados
y
un
sinfín
de
materiales
reciclados
siguiendo
los
pasos
de
una
técnica
que
el
arquitecto
modernista
Antonio
Gaudí
rescató
del
olvido.
«Es
una
técnica
tradicional
de
la
zona
mediterránea
conocida
como
"trencadis"
y
que
aprovechaba
los
restos
de
cerámica
para
aislar
las
viviendas
y,
de
paso,
decorarlas»,
puntualizó
Rosario
Sanjuán,
profesora
de
Plástica.
El
único
requisito
que
exige
a
los
materiales
es
que
tengan
baja
porosidad
para
poder
resistir
incólumes
las
inclemencias
del
clima:
«Tiene
que
ser
material
petrificado.
Los
alumnos
traen
trozos
de
cristal
o
cerámica
que
se
rompe
en
casa
o
van
a
buscar
los
cantos
rodados
a
la
playa.
También
conseguimos
material
excedente
que
nos
regalan
algunas
cristalerías,
o
azulejos
descatalogados».
La
mayor
dificultad
estriba,
según
el
joven
Adrián
Zapico,
en
dar
la
forma
deseada
a
todos
los
fragmentos
sin
romperlos:
«Estuvimos
casi
todo
el
curso
trabajando
en
los
mosaicos.
Fue
difícil
porque
se
rompían
con
facilidad
y
había
que
tener
cuidado
con
las
tijeras».
Escoger
las
imágenes
que
representar
es
más
complicado,
ya
que
además
del
resultado
estético
los
alumnos
tienen
que
tener
en
cuenta
el
grado
de
dificultad
técnica
del
mosaico.
En
esta
tarea
les
ayudan
las
profesoras
Ángeles
Vázquez
y
María
Luz
Cienfuegos,
de
Cultura
Clásica
y
Latín,
respectivamente.
Ellas
se
encargan
de
buscar
un
tema
para
que
los
chavales
lo
desarrollen
por
su
cuenta.
De
este
modo
el
mosaico
no
sólo
esconde
un
trabajo
manual,
sino
también
una
labor
de
investigación
y
un
trabajo
en
equipo:
«Este
año
decidimos
trabajar
el
semanario
romano
porque
es
el
que
se
maneja
en
toda
la
cultura
occidental»,
detalló
María
Luz
Cienfuegos.
«Primero
explicamos
a
los
alumnos
el
significado
de
los
días,
así
saben
que
el
lunes
debe
su
nombre
a
la
luna,
el
martes
al
dios
de
la
guerra,
el
miércoles
a
Mercurio,
el
jueves
al
dios
Júpiter,
el
viernes
a
Venus,
el
sábado
a
Saturno
y
domingo
al
sol,
estos
dos
últimos
en
inglés».
Internet
y
la
biblioteca
se
convierten
en
esta
fase
en
los
mejores
aliados
de
los
chavales,
que
después
debaten
sus
ideas,
escogen
la
que
mejor
represente
el
concepto
que
se
va
a
reproducir
y
el
dibujo
final
que
desean
plasmar
en
el
mosaico:
«El
lunes
fue
fácil
y
se
resolvió
con
una
media
luna.
Para
el
martes
dibujaron
un
guerrero
y
para
Mercurio,
el
mensajero
de
los
dioses,
lo
simbolizaron
con
un
casco
alado.
Una
corona
representa
a
Júpiter,
el
rey
de
los
dioses,
un
corazón
ensaetado
a
Venus,
un
reloj
de
arena
a
Saturno,
dios
del
tiempo
y
un
sol
para
el
domingo»,
concluyó
Cienfuegos.
El
resultado
es
más
que
satisfactorio
para
los
chavales,
no
sólo
porque
algunos,
como
María
Luzdivina
Gil,
han
descubierto
una
nueva
afición,
sino
porque
además
su
esfuerzo
está
cementado
en
las
paredes
del
instituto
a
la
vista
de
todos
y
para
la
posteridad.
Los
22
mosaicos
de
este
año
se
suman
a
los
doce
colocados
el
año
pasado
con
los
signos
del
zodiaco
y,
como
aún
queda
mucha
pared
por
delante,
el
año
que
viene,
más.
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