Llevar
La
Ilíada
a
quienes
creen
que
no
les
interesa,
presentar
el
mundo
homérico
en
la
contemporaneidad
e
impulsar
la
lectura
de
esta
epopeya
universal
sobre
la
trágica
condición
humana,
es
lo
que
ha
intentado
el
escritor
Carlos
Garrido
al
sumergirse
en
una
antigüedad
'que
es
subversiva',
sostuvo
'Homero
es
mucho
más
moderno,
profundo
y
humano
que
muchos
autores
contemporáneos'
piensa
en
esa
misma
línea
el
catedrático
de
Filología
griega
Carlos
García
Gual,
quien
asegura
que
'su
mundo
encierra
las
claves
para
recuperar
en
estos
tiempos
la
cordura
y
la
humanidad
perdidas'.
García
Gual
presentó
hoy
el
libro
'Duermes
y
me
olvidas'
una
especie
de
reportaje
literario
escrito
por
Carlos
Garrido
y
publicado
en
una
cuidada
edición
de
Crítica
con
ilustraciones
muy
documentadas
de
Dionisio
Alvarez.
'Duermes
y
me
olvidas'
narra
una
emocionante
aventura
para
todo
tipo
de
público,
en
un
viaje
al
interior
de
La
Ilíada
en
compañía
de
Homero
cuya
figura,
vigencia
y
actualidad
reivindica
el
autor.
Carlos
Garrido
explicó
que
su
hábito
periodístico
de
intentar
siempre
la
captura
de
nuevos
lectores
le
llevó
hace
unos
tres
años
a
plantearse
entrar
a
fondo
en
La
Ilíada,
pues
era
gran
lector
de
la
Odisea,
y
se
fue
al
museo
del
Louvre
'para
mirar
a
Homero
en
su
busto
y
pedirle
permiso'.
'Homero
es
la
humanidad
despierta',
escribe
al
acabar
su
aventura
de
la
mano
de
éste,
su
mejor
guía,
que
le
conduce
a
las
playas
de
Troya,
junto
a
las
cóncavas
naves,
para
compartir
con
Odiseo,
Agamenón
y
Aquiles
la
astucia,
el
poder
y
la
cólera.
Para
combatir
con
Héctor,
amar
a
Helena
y
llorar
a
Príamo
por
la
pérdida
de
Ilión.
Uno
de
los
grandes
méritos
de
este
libro,
según
García
Gual,
es
el
lenguaje
'claro
y
fresco'
con
que
el
autor
relata
este
viaje
fantástico
que
revive
un
mundo
que
aunque
pueda
parecer
lejano,
porque
se
escribió
hace
unos
800
años,
nos
aproxima
emocionalmente
a
las
vivencias
de
aquellas
personas.
García
Gual
comentó
la
escena
del
encuentro
final
entre
dos
grandes
enemigos
-Príamo
y
Aquiles-
el
viejo
que
va
a
suplicar
la
devolución
del
cadáver
de
su
hijo
predilecto
y
el
joven
que
siente
odio
por
los
troyanos
que
mataron
a
su
amigo,
y
cómo
ambos
se
funden
llorando
en
un
abrazo
que
sintetiza
la
humanidad.
'Esa
escena,
que
muestra
como
uno
puede
reconocer
en
el
enemigo
algo
familiar,
a
alguien
que
es
también
humano,
encierra
la
clave
-dijo-
porque
muestra
que
debajo
de
la
enemistad
y
la
sangre
de
la
guerra
hay
algo
que
une
a
la
humanidad.
Esa
escena,
con
pocos
paralelos,
revela
la
grandeza
humana
del
poeta'.
El
catedrático
señaló
que
el
libro
de
Carlos
Garrido
hace
referencia
a
algunos
estudios
recientes
sobre
el
mundo
de
Troya
que
en
los
últimos
años
ha
cobrado
un
interés
arqueológico
y
expresó
la
'sensación
de
desagrado'
que
le
produce
toda
esa
proliferación
de
ficciones
'sobre
sábanas
santas,
templarios
y
fantasmas'
que
intentan
recuperar
otras
épocas.