Unos
carteles
oxidados
y
llenos
de
plomillazos
en
la
barriada
rural
de
Mesas
de
Asta,
y
algunos
de
ellos
incluso
caídos,
son
el
único
vestigio,
el
único
indicativo
hasta
ahora
del
auténtico
tesoro
que
se
encuentra
en
esta
zona,
el
yacimiento
arqueológico
de
Asta
Regia.
Es
uno
de
los
más
importantes
de
Andalucía
pero
desde
finales
de
los
años
50,
en
que
el
historiador
Manuel
Esteve
hizo
sus
últimas
excavaciones
y
obtuvo
la
parte
más
importante
de
los
fondos
del
Museo
Arqueológico,
duerme
el
sueño
de
los
justos
bajo
tierra
sin
que
las
administraciones
se
decidan
a
sacarlo
a
la
luz.
El
Foro
Asta
Regia
ha
sido
el
que
ha
dado
la
voz
de
alarma,
y
parece
que
las
cosas
han
comenzado
a
moverse,
al
menos
en
lo
que
a
declaraciones
políticas
se
refiere.
En
la
barriada
más
de
un
vecino
conserva
algunas
piezas,
de
hecho
algunas
de
ellas
aparecen
en
las
fotografías
que
ilustran
este
reportaje,
aunque
su
dueño
ha
preferido
no
aparecer.
En
su
casa
guarda
monedas
de
bronce
de
época
romana,
proyectiles
de
plomo
para
tirar
con
honda
de
la
misma
fecha
,
piedras
molares
prehistóricas
(del
Neolítico
al
Bronce)
que
se
utilizaban
para
moler
cereal
y
mazas.
El
arqueólogo
e
investigador
cuaternarista,
Antonio
Santiago,
apostilla
no
obstante,
que
"normalmente
te
enseñan
las
cosas
de
menos
importancia,
de
lo
demás
no
dicen
nada".
Tanto
él
como
la
delegada
de
alcaldía,
Dolores
Barragán,
reconocen
que
ahora
el
expolio
no
es
tan
elevado
"desde
que
en
el
año
85-86,
y
por
iniciativa
propia
del
Museo
Arqueológico
se
pusieron
estos
carteles
advirtiendo
de
que
esto
es
un
yacimiento
arqueológico,
al
menos
a
quien
se
pille
con
el
buscador
de
metales
ya
no
puede
decir
que
no
lo
sabía.
Desde
que
en
los
ochenta
entró
el
museo
se
frenó
mucho
el
expolio".
La
delegada
de
alcaldía
admite
además
que
"yo
sé
que
en
esta
barriada
se
han
estado
vendiendo
monedas".
Un
veterano
vecino
de
la
barriada,
Juan
López
Ruiz,
también
cuenta
que
"ahora
parece
que
la
cosa
está
más
parada,
que
ya
no
se
llevan
tantas
piezas
porque
como
no
llueve
y
el
agua
es
la
que
saca
las
cosas.
Aquí
ha
venido
mucha
gente
buscando
monedas."
Admite
que
él
mismo
en
una
ocasión,
hace
ya
quince
años,
"vi
una
piedra
enorme
redonda,
que
no
la
abarcaban
cuatro
personas
y
muy
bonita,
a
cuadros
blancos
y
negros.
Al
día
siguiente
fui
a
ver
si
cogía
un
trozo
y
ya
se
la
habían
llevado.
No
sé
cómo,
porque
era
muy
grande".
Ante
este
comentario,
Antonio
Santiago
señala
que
"sin
haberla
visto
es
especular,
porque
esa
piedra
puede
ser
miles
de
cosas,
tanto
la
cubierta
de
un
enterramiento
por
ejemplo
o
un
elemento
decorativo
de
una
construcción".
Otra
de
las
anécdotas
que
ha
podido
vivir
fue
cuando
"con
diez
años,
acompañé
al
fotógrafo
Juan
Carretero
para
investigar
una
cueva
muy
grande.
Se
metió
con
una
cuerda
y
una
linterna,
y
era
tan
grande
la
cueva
que
tuvo
que
salirse
porque
le
faltaba
ya
el
oxígeno,
y
más
tarde
se
hundió
un
tractor
cuando
pasaba
por
encima
de
esa
cueva".
Desde
la
administración
local
se
negó
tajantemente
el
pasado
jueves
el
abandono
del
nacimiento,
y
señalaron
que
de
momento,
a
falta
de
excavaciones,
su
labor
se
centra
en
la
conservación
y
vigilancia.
Lo
cierto
es
que
para
la
realización
del
reportaje
este
medio
pudo
entrar
por
todos
los
flancos
del
yacimiento
sin
que
nadie
pusiera
objeción
alguna.
De
vigilancia
nada,
aunque
la
verdad
es
que
por
lo
que
pudimos
ver
todo
está
enterrado
y
bien
enterrado.
El
dueño
La
mayor
parte
del
yacimiento,
que
ocupa
sesenta
hectáreas,
se
encuentra
en
el
Cortijo
del
Rosario,
donde
está
la
necrópolis,
y
que
en
la
actualidad
es
una
propiedad
privada.
También
hay
restos
en
la
finca
'La
Mariscada'.
Según
explica
Dolores
Barragán,
"en
el
año
95
se
inició
un
expediente
de
expropiación
pero
se
quedó
parado
sin
que
sepamos
las
causas.
El
otro
día,
en
la
reunión
que
tuvimos
en
la
delegación
provincial
de
Cultura
nos
comentaron
que
van
a
tratar
de
reactivarlo".
La
delegada
de
alcaldía
también
ha
hablado
recientemente
con
el
propietario
del
Cortijo,
y
asegura
que
"él
dice
que
está
interesado
en
vender,
porque
de
todas
maneras
grandes
cosas
no
puede
hacer
en
ese
terreno
debido
a
la
gran
protección
que
tiene.
Además,
como
la
antigua
ciudad
está
debajo
de
esa
finca
los
cultivos
tampoco
son
de
gran
calidad
porque
se
topan
con
los
muros,
y
tampoco
se
puede
construir
nada".
Señales
En
este
sentido,
Antonio
Santiago
explica
que
"desde
arriba
incluso
se
puede
ver
las
distintas
alturas
que
alcanzan
esos
cultivos
según
si
tienen
muro
debajo
o
no.
Se
podría
hacer
perfectamente
el
mapa".
El
motivo
de
que
todo
esto
no
se
haya
sacado
todavía
a
la
luz
evidentemente
es
económico,
pero
el
arqueólogo
alega
que
"tampoco
se
trata
de
abrir
de
una
vez
toda
la
mesa.
Habría
que
ir
por
pasos,
y
yo
creo
que
con
cantidades
modestas,
involucrando
a
la
Universidad
de
Cádiz,
que
está
totalmente
dispuesta
y
es
la
única
con
capacidad
para
montar
un
equipo
multidisciplinar,
se
puede
comenzar
a
hacer
algo.
En
Mesas
de
Asta
un
arqueólogo
solo
no
hace
nada.
Hacen
falta
geólogos,
ecólogos,
geógrafos,
biólogos
que
por
ejemplo
son
capaces
de
analizar
unas
semillas,
y
estudiantes.
Esto
podría
ser
un
yacimiento-escuela
por
el
que
puede
pasar
la
formación
de
un
montón
de
arqueólogos".
Dolores
Barragán
explica
asimismo
que
"también
queremos
una
escuela
taller
para
que
se
construya
el
centro
de
interpretación
o,
mientras
este
no
sea
posible
como
nos
han
dicho
en
Cádiz,
el
aula
arqueológica
donde
se
organizarían
ciclos
de
conferencias
y
otras
actividades
como
una
escuela-taller
de
reproducciones
cerámicas.
El
yacimiento
de
Mesas
de
Asta
abarca
desde
el
Neolítico
hasta
el
período
califal
de
la
época
islámica,
y
Fernando
Santiago
hace
hincapié
en
que
"lo
están
expoliando
desde
la
misma
época
romana,
porque
ya
entonces
los
ladronzuelos
estaban
pendientes
de
los
enterramientos,
en
los
que
se
metía
el
ajuar.
Rico
debe
ser
cuando
todavía
salen
cosas,
y
si
fuéramos
capaces
de
llevar
a
cabo
un
buen
proyecto
de
investigación
se
recuperaría
muchísimo".
Desde
que
hace
algo
más
de
un
mes
el
Foro
Asta
Regia
denunciara
esta
situación
de
abandono,
sus
miembros
se
encuentran
ahora
algo
más
satisfechos
"porque
al
menos
se
nos
ha
escuchado
y
se
nos
ha
convocado
a
la
delegación
provincial.
Además,
la
delegada
provincial
de
Cultura,
Bibiana
Aído,
va
a
venir
el
próximo
miércoles
a
visitar
el
yacimiento".
De
momento,
la
antigua
ciudad
continúa
durmiendo
los
mulos
pastan
sobre
ella,
una
cantidad
sorprendente
de
conejos
entra
y
sale
con
total
confianza
de
sus
conejeras
sin
que
nadie
les
moleste
y
crece
el
hinojo
donde
de
vez
en
cuando
alguien
recoge
caracoles,
que
ya
es
época.