Arqueólogos
británicos
descubrieron
en
Inglaterra
un
coliseo
romano
de
menor
tamaño
que
el
de
la
capital
italiana,
que
data
del
siglo
II
después
de
Cristo
y
albergó
luchas
entre
gladiadores
y
soldados,
además
de
ejecuciones
públicas.
La
estructura
de
piedra
hallada
en
el
centro
de
Inglaterra
formaba
parte
de
un
anfiteatro
creado
por
los
romanos
durante
su
invasión
a
las
actuales
islas
británicas,
el
primero
en
su
tipo
hallado
en
el
país.
El
descubrimiento
confirma,
además,
las
teorías
de
que
la
ciudad
de
Chester
fue
un
centro
político
y
administrativo
crucial
para
los
romanos
en
Gran
Bretaña.
Dan
Garner,
arqueólogo
de
la
Alcaldía
de
Chester,
declaró
que
hallazgos
pasados
"sugerían
que
existía
un
anfiteatro
de
dos
niveles,
pero
nunca
hasta
hoy
se
habían
descubierto.
La
plaza
se
asemeja
a
un
mini
Coliseo,
con
capacidad
para
unos
10.000
o
20.000
espectadores".
Según
el
arqueólogo
británico,
el
anfiteatro
"habrá
parecido
en
su
momento
una
estructura
magnífica"
Por
su
parte,
el
experto
en
culturas
romanas
de
la
institución
especializada
English
Heritage,
el
arqueólogo
Tony
Wilmott,
afirmó
que
el
hallazgo
del
coliseo
"demuestra
que
Chester
era
un
lugar
muy
importante
para
los
romanos".
De
acuerdo
con
Wilmoot,
Chester
habría
sido
elegida
por
el
emperador
romano
Septimio
Severo
como
ciudad
base
para
una
eventual
invasión
a
Irlanda
y,
por
ende,
como
una
de
las
capitales
del
Imperio
Romano
en
Inglaterra.
Por
tal
motivo,
Chester
necesitó
de
un
coliseo
para
proveer
de
entretenimiento
y
diversión
para
su
población
de
políticos
y
militares.
Además
del
coliseo,
los
arqueólogos
descubrieron
que
los
pobladores
de
esa
época
eran
fanáticos
de
las
compras
de
bagatelas
y
souvenirs
de
las
peleas
entre
gladiadores.
Entre
los
hallazgos
se
encontró
parte
de
un
recipiente
con
imágenes
de
gladiadores,
que
habría
formado
parte
de
un
evento
del
coliseo.
"Recientemente
estuvimos
en
el
anfiteatro
de
Arles,
en
Francia,
y
trajimos
objetos
similares",
agregó.
Además,
hallaron
los
restos
de
lo
que
llamaron
"comida
rápida"
romana
(fast
food),
como
restos
de
costillas
de
cerdo,
huesos
de
pollos,
semillas
de
coriandro
y
de
sésamo.
El
mini
coliseo
fue
hallado
en
los
terrenos
de
un
convento
del
siglo
XVIII
y
las
excavaciones
forman
parte
de
un
proyecto
de
tres
años
entre
la
Acaldía
de
Chester
y
el
English
Heritage.