Arqueólogos
y
espeleólogos
vascos
han
encontrado
en
Oiartzun
(Guipúzcoa),
en
perfecto
estado
de
conservación
y
funcionamiento,
una
de
las
pocas
galerías
de
drenaje
de
minas
de
la
época
romana
que
existen
en
Europa
y
que
según
la
experta
Mertxe
Urteaga
se
pueden
contar
'con
los
dedos
de
una
mano'.
Urteaga,
directora
del
centro
de
investigaciones
arqueológicas
Arkeolan,
explicó,
en
una
rueda
de
prensa,
que
el
hecho
de
haber
encontrado
una
galería
de
drenaje
en
la
zona
de
Arditurri
otorga
una
nueva
perspectiva
al
entramado
minero
de
esta
parte
de
Guipúzcoa,
ya
que
'se
trata
de
una
obra
hidráulica
de
gran
envergadura
que
requirió
de
auténticos
ingenieros
para
su
diseño'.
'Además
-añadió-,
el
mantenimiento
de
la
instalación
y
los
objetivos
para
los
que
fue
construida
demuestran
la
existencia
de
una
autoridad
responsable
de
la
gestión
de
los
trabajos
que
dependería
directamente
del
emperador',
lo
que
da
una
idea
de
la
importancia
de
esta
explotación
argentífera.
La
experta
vinculó
además
este
descubrimiento
a
otras
pequeñas
minas
localizadas
en
las
proximidades
de
Irún,
donde
hace
dos
mil
años
se
encontraba
la
ciudad
portuaria
de
Oiasso,
y
que
permite
'hablar
de
la
existencia
de
un
distrito
minero
en
época
romana
en
la
zona,
con
todo
lo
que
ello
significa'.
Este
distrito
podría
haber
tenido
una
red
de
cerca
de
quince
kilómetros
de
galerías,
de
los
que
hasta
el
momento
se
han
descubierto
tres.
La
galería,
denominada
'cuniculus'
por
los
romanos,
tiene
425
metros
de
largo
y
discurre
14
metros
por
debajo
del
río
que
corre
junto
a
las
minas,
y
permitía
a
los
mineros
antiguos
'trabajar
en
la
parte
más
rica
del
filón
de
plata
sin
temor
a
inundaciones'.
Urteaga
desveló
que
la
técnica
empleada
para
construir
el
socavón
se
basa
en
un
sistema
empleado
por
los
antiguos
etruscos
para
desecar
marismas
y
zonas
pantanosas
con
destino
a
la
agricultura,
pero
que
por
su
funcionalidad
acabó
utilizándose
en
las
obras
hidráulicas
en
general.
La
técnica
utilizada
consistía
en
cavar
una
serie
de
pozos
verticales
en
línea
(en
Arditurri
se
han
descubierto
siete
de
los
once
originales),
a
partir
de
los
cuales
se
horadaba
la
galería
de
desagüe,
que
se
iba
enlazando
por
tramos.
La
arqueóloga
desveló
asimismo
que,
además
de
las
galerías
en
las
que
se
podía
trabajar
gracias
a
la
existencia
del
socavón,
existen
en
la
zona
otras
explotaciones
'muy
por
debajo'
del
nivel
del
río,
por
lo
que
en
esta
zona
sería
necesario
bombear
el
agua,
cometido
en
el
que
los
romanos
posiblemente
emplearían
norias
de
madera.
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