A
esta
campaña,
la
más
prometedora
de
este
estío,
se
suman
otras
siete
alrededor
de
Mallorca
El
departamento
de
Patrimoni
del
Consell,
en
colaboración
con
varios
ayuntamientos
y
entidades,
ya
ha
cerrado
el
programa
de
campañas
arqueológicas
para
este
verano,
entre
las
que
destaca
la
de
la
ciudad
de
Bocchoris
(II
a.C.-III
d.C.),
en
Pollença.
Esta
ciudad
«indígena»,
localizada
en
el
Pedret
de
Bóquer,
aparece
documentada
en
los
textos
clásicos
y en
ella
se
han
encontrado
importantes
hallazgos,
como
una
tabla
del
año
10
a.C.
en
la
que
se
narra
la
voluntad
de
los
notables
de
la
civitas
de
usar
los
mecanismos
romanos
para
hacer
valer
sus
intereses
o
lograr
una
cierta
protección
ante
la
administración
romana.
Aún
así,
todavía
es
uno
de
los
yacimientos
más
desconocidos
en
lo
que
se
refiere
a su
estudio
de
campo.
Este
año
se
realizará
la
cuarta
campaña,
que
estará
dirigida
por
Pep
Merino
y
Magdalena
Estarellas,
quienes
en
2003
ya
estuvieron
al
frente
de
la
excavación.
En
ella
retiraron
numerosos
restos
cerámicos,
casi
en
la
superficie,
y se
realizaron
catas
y
sondeos
para
empezar
a
determinar
el
potencial
del
yacimiento,
un
potencial
«importante»,
según
Merino.
Ayer,
Merino
explicó
que
el
objetivo
que
a
principios
de
julio
empiece
el
trabajo
y
que
se
excaven
las
estructuras,
la
ciudad,
para
saber
qué
extensión
abarcaba
y
determinar
con
exactitud
su
historia.
La
campaña
será
intensa.
Gracias
a la
ayuda
del
Consistorio
de
Pollença,
participarán
una
veintena
de
universitarios
y
estudiantes
supervisados
por
arqueólogos.
Además
de
Bocchoris,
destaca
la
campaña
de
Pollentia
(Alcúdia),
que
vuelve
a
dirigir
Margalida
Orfila.
La
gran
novedad
es
que
los
trabajos,
habitualmente
reducidos
a un
mes,
se
alargarán
hasta
tres
meses,
empezando
en
julio.
Se
centrarán
en
el
foro
y el
gran
objetivo
consiste
en
acabar
de
excavar
el
capitolio,
el
principal
templo
romano
de
Balears.
En
Santa
Margalida,
se
seguirá
trabajando,
a
partir
de
finales
de
julio
y en
agosto,
en
la
restauración
y
consolidación
de
la
necrópolis
de
Son
Real.
La
proximidad
del
mar
hace
que
se
necesiten
diversas
intervenciones
de
urgencias
para
protegerlo
en
la
medida
de
lo
posible
y,
también,
para
poder
continuar
adelante
con
su
exploración.
En
Artà,
en
ses
Païsses,
tras
dos
o
tres
años
de
inactividad,
el
trabajo
se
reanudará
con
una
campaña
de
un
mes,
igual
que
en
el
poblado
talayótico
de
Son
Fornès
(Montuiri).
En
Portocolom,
en
Clossos
de
Can
Gayà,
se
continuará
con
la
excavación
y se
consolidará
y
restaurará
una
de
las
navetas
con
el
propósito
de
que
la
zona
pueda
ser
visitada.
En
Calvià,
dentro
del
macroproyecto
de
la
UIB
y el
Ajuntament
con
fondos
europeos,
el
trabajo
se
centrará
en
el
Puig
de
sa
Morisca.
En
Manacor,
se
retomarán
los
trabajos
en
el
Hospitalet
Vell
y
Son
Peretó.
En
este
último,
el
trabajo
se
centrará
en
sacar
a la
luz
las
estructuras
adosadas
a la
basílica
paleocristiana.