Los
restos
romanos
que
se
encontraron
el
pasado
mes
de
diciembre
durante
las
excavaciones
para
la
instalación
de
tuberías
de
colectores
de
Acosol
en
la
avenida
Antonio
Machado
(N-340),
en
Benalmádena
Costa,
han
sido
cubiertos
de
nuevo
tras
haberlo
solicitado
la
Consejería
de
Cultura
al
Ayuntamiento,
mientras
la
Administración
autonómica
tramita
la
petición
realizada
por
el
arqueólogo
municipal,
Gonzalo
Pineda
de
las
Infantas,
para
las
excavaciones
de
las
ruinas.
Hasta
que
se
presente
el
proyecto
de
excavación
arqueológica
a la
Junta
de
Andalucía,
y
aunque
la
intervención
se
tramitará
de
urgencia
al
estar
paralizada
la
obra,
la
Consejería
ha
estimado
oportuno
el
soterramiento
de
las
ruinas
“para
evitar
posibles
daños
tanto
al
patrimonio
como
a
las
personas”.
Para
ello,
el
Ayuntamiento
ha
utilizado
una
capa
de
geotextil
y
otra
de
grava
de
20
centímetros
de
espesor,
“tal
y
como
se
solicita
en
el
escrito
remitido
por
la
Junta”,
según
explicó
el
arqueólogo
municipal.
Medidas
para
la
extracción
de
un
mosaico
Dentro
de
los
restos
que
fueron
destapados
el
pasado
mes
de
diciembre,
en
enero
se
dio
a
conocer
la
existencia
de
un
mosaico
de
ocho
metros
de
largo
por
dos
de ancho,
realizado
con
formas
geométricas
y
teselas
de
mármol
de Mijas,
además
de
una
fuente,
ambos
datables
entre
los
siglos
I y
III
después
de
Cristo,
que
forman
la
zona
más
lujosa
del
conjunto.
Según
Pineda
de
las
Infantas,
las
ruinas
podrían
estar
relacionadas
con
las
de
Benalroma,
también
en
Benalmádena
Costa,
y
fueron
encontradas
junto
a
los
vestigios
de
la
fábrica
de
aceite
y
salazón
de
la
rotonda
de
los
Molinillos.
Las
actuaciones
a
realizar
en
el
conjunto
serán
la
extracción
del
mosaico
completo
y de
la
fuente,
cuando
la
Junta
de
Andalucía
otorgue
la
autorización
pertinente. |