En
el
Bajo
Rin,
arqueólogos
descubrieron
un
arma
de
combate
romana.
Lo que
a
primera
vista
parecía
un
montón
informe
de
metal
reveló
ser
luego
parte
de una
antigua
arma
de
tiro,
parecida
a la
ballesta.
Los
legionarios
romanos atacaban
a sus
enemigos
no sólo
con
espadas,
lanzas,
jabalinas
y
dagas,
sino
también
con
armas
que
lanzaban
flechas.
Arqueólogos
alemanes
acaban
de
hallar restos
extremadamente
raros
de una
arma
de ese
tipo en
una
cantera
cerca
de la
ciudad
de
Xanten.
DW-WORLD
habló
con el
Dr.
Hans-Joachim
Schalles,
director
del
Museo
Regional
de
Xanten.
La
ciudad
tiene
su
origen
en un
fuerte
romano
llamado
Vetera
Castra,
fundado
en el
año 15
a.C.
en las
inmediaciones
de la
actual
ciudad
de
Xanten,
que se
halla
al
noroeste
de la
Colonia
de
hoy,
también
una
fundación
romana.
En el
año 70
d.C.,
ese
fuerte
fue
destruido
por
invasores
bárbaros,
pero
vuelto
a
erigir.
Por la
misma
época
surgió
en el
mismo
lugar
un
asentamiento
romano,
al que
se dio
el
nombre
de
Ulpia
Traiana
y que
pronto
adquirió
categoría
de
ciudad.
A
fines
del
siglo
III,
Ulpia
Traiana
fue
tomada
por
los
bárbaros,
pero
reconquistada
por
Roma a
comienzos
del IV.
A
mediados
de ese
siglo,
los
ataques
bárbaros
aumentaron
de tal
forma,
que la
ciudad
fue
abandonada
por
Roma.
En el
siglo
VII, la
población,
ya en
posesión
de los
francos,
toma
finalmente
el
nombre
de Ad
Sanctus,
que
derivó
más
tarde
en
Xanten.
Bárbaros
y
romanos
La
zona
es,
como
se
puede
imaginar,
muy
rica
en
hallazgos
arqueológicos,
tanto
bárbaros
como
romanos.
El
objeto
de
metal
que
acaba
de
encontrarse,
relativamente
pequeño,
de
unos
28 por
21
centímetros
(véase
foto),
fue
hace
2000
años
la
parte
central
de un
arma
de
tiro
mortal,
que
funcionaba
en
forma
similar
a una
ballesta,
dice
el Dr.
Schalles.
En ese
núcleo
metálico
iba
afirmado
el
arco
del
arma.
Restos
similares
relativamente
bien
conservados
se
habían
encontrado
hasta
ahora
sólo
dos en
España
y uno
en
Irak.
Pero
mientras
allí
no se
conservó
nada
de las
partes
de
madera,
en
Alemania
las
condiciones
geológicas
en la
cantera
hicieron
que en
el
interior
de la
pieza
de
metal
aún se
encuentre
parte
de la
construcción
de
madera
a
incluso
huellas
de
tendones
que
aseguraban
el
arco.
Los
arqueólogos
lograron
determinar
además
que se
trata
de
madera
de
fresno.
Efectos
letales
Los
restos
encontrados
permitieron
a los
expertos
reconstruir
el
arma.
En la
parte
central,
de
metal,
se
hallaban
tensados
tendones
en
forma
vertical.
Esos
tendones
aseguraban
sendas
mitades
del
arco.
Éste
no era
de una
sola
pieza,
sino
que
estaba
conformado
por
dos
mitades.
Los
primeros
intentos
de
tiro
mostraron
que
las
flechas
lanzadas,
que
llevaban
puntas
de
hierro,
tenían
un
"poder
de
penetración
impresionante".
Con el
arma
se
lograban
salvar
distancias
de
entre
20 y
40
metros.
A
diferencia
de las
flechas
de los
indígenas
americanos,
las
flechas
no
tenían
plumas
para
estabilizar
su
vuelo,
pero
sí una
muesca
en la
parte
posterior
para
optimizar
el
lanzamiento.
El
arma
era
tensada
con
una
rosca
y en
combate
tenía
efectos
letales.
El
hallazgo
será
mostrado
a
partir
del 12
de
marzo
en la
exposición
arqueológica
"Desde
el
comienzo",
en el
Museo
Romano-Germánico
de
Colonia.