Algunas
fuentes
antiguas
mencionan
el
Mausoleo
de
Alejandro,
del
que
no
se
conoce
ni
su
forma
ni
su
ubicación
segura.
La
más
fantástica
Historia
de
Alejandro
la
escribió
un
autor
conocido
como
Pseudo-Calistenes
a
principio
del
s.III
.
Este
autor
decía
que
el
cuerpo
de
Alejandro
se
guardó
en
un
sarcófago
de
plomo
y
fue
transportado
primero
a
Menfis
y
luego
a
Alejandría
de
Egipto.
Estrabón
(67-23
BC),
escribió
que
el
Sema
era
parte
de
Basilea
e
incluía
las
tumbas
de
los
reyes
Lágidas
y la
de
Alejandro.
Menciona
que
Ptolomeo
transportó
el
cuerpo
de
Alejandro
a
Alejandría
y lo
colocó
en
el
lugar
que
estaba
luego,
pero
no
en
el
mismo
sarcófago..
"El
actual
es
de
cristal
dentro
del
que
originalmente
Ptolomeo
había
depositado
el
cuerpo,
que
era
de
oro,
este
sarcófago
fue
quitado
por
Ptolomeo
X,
Alejandro
I,
hijo
de
Kokkis,
llamado
Parisactos...",
(
que
reinó
de
107
a 88
BC).
Diodoros
Siculos,
que
vivió
en
época
de
Julio
César
y
Augusto,
menciona
la
"decisión
de
no
guardar
el
cuerpo
en
el
templo
de
Amón
en
el
oasis
de
Siwah,
sino
en
Alejandría
ad
Aegyptum.
Y el
cuerpo
fue
depositado
con
grandes
honores,
sacrificios
y
juegos
funerarios".
Plutarco,
uno
de
los
más
creíbles
historiadores
del
mundo
antiguo
(46
a.C.
-
127
d.C.),
que
viajó
a
Alejandría,
añade
que
:
"tras
la
muerte
de
Alejandro
,
Python
y
Seleuco
se
dirigieron
al
Serapeum
para
consultar
al
oráculo
si
el
cuerpo
del
rey
de
Macedonia
debía
estar
en
Alejandría
y el
dios
contestó
que
debía
ser
transportado
a
aquí".
Zenobio,
contemporáneo
de
Hadriano,
menciona
que
Ptolomeo
IV
Filopator,
que
reinó
de
221
a
205
d.C.,
decidió
reunir
los
cuerpos
de
sus
antecesores
en
un
mausoleo
y
este
fue
el
Sema,
aunque
la
descripción
de
Zenobio
sugiere
que
el
mausoleo
construido
por
Filopator
y
llamado
El
Soma
no
fue
el
mismo
sitio
que
la
tumba
original
de
Alejandro.
Según
Flavio
Josefo,
Cleopatra
VII
Philopator
en
un
momento
de
dificultades
económicas
saqueó
la
tumba
de
Alejandro
Magno.
Pausanias,
a
mediados
del
siglo
II
d.C.,
dice
que
la
intención
de
Pérdicas
fue
transportar
el
cuerpo
de
Alejandro
a
Egas,
la
capital
de
Macedonia
y
que
Alejandro
fue
adorado
tras
su
muerte
como
un
dios.
Según
este
mismo
autor,
Ptolomeo
I
Soter
(337-283
BC)
depositó
el
cuerpo
en
Menfis
y
fue
Ptolomeo
II
Filadelfo
(309-247
BC)
quien
lo
transportó
a
Alejandría.
Dion
Cassio,
el
historiador
que
vivió
entre
155-235
a.C.
y
fue
gobernador
en
Africa
en
el
reinado
de
Septimio
Severo,
refiere
que
Augusto
quiso
ver
el
cuerpo
de
Alejandro.
"Pero
tocándole
la
nariz,
le
ocasionó
algún
daño.Preguntado
por
si
quería
visitar
la
tumba
de
los
Ptolomeos,
rehusó,
diciendo
que
"Había
venido
a
ver
un
rey
y no
reyes
muertos".
También
menciona
este
escritor
que
Severo
colocó
en
el
Mausoleo
todos
los
libros
secretos
"so
none
could
read
the
books
nor
see
the
body".
Lucano,
el
poeta
que
vivó
entre
36 y
65
d.C.
dice
en
su
poema
épico
La
Farsalia
que
el
mausoleo
de
Alejandro
tenía
una
estructura
piramidal
encima
de
lo
que
formaba
un
túmulo.
Ésta
es
la
única
descripción
de
la
tumba
de
Alejandro
que
le
asigna
una
construcción
piramidal
sobre
una
bóveda.
Suetonios
dice
que
fue
Augusto
el
que
dijo
que
rehusó
ver
la
tumba
de
loa
Lágidas
diciendo
que
había
venido
a
ver
un
rey
y no
a
muertos.
Él
fue
el
que
mandó
mover
el
cuerpo
del
sarcófago
para
honrarle,
ponerle
una
diadema
de
oro
y
esparcir
flores
sobre
su
tumba.
Otro
autor,
Antioco
Grifo,
cuenta
que
se
sustituyó
el
sarcófago
de
oro
por
otro
hecho
de
vidrio
o
alabastro
por
orden
de
Ptolomeo
X
Alejandro,
(107-88)
a
causa
de
la
avaricia
de
este
rey.
Aquiles
Tacio,
que
vivió
en
el
siglo
III
d.C.
situa
el
Soma
en
el
centro
de
la
ciudad,
en
el
barrio
que
tomó
de
él
su
nombre.
Desgraciadamente
no
quedan
representaciones
fidedignas
de
ser
tenidas
en
cuenta
como
verdaderas
representaciones
del
mausoleo
o la
tumba
de
Alejandro
Magno.
Algunas
escenas
en
una
lámpara
romana
del
Museo
Nacional
de
Poznan
y
otras
en
el
British
Museum
y en
el
Museo
del
Ermitage,
son
interpretadas
por
algunos
autores
como
Alejandría.
Se
aprecian
algunos
monumentos
de
la
necrópolis
real,
con
el
Soma
representado
como
un
edificio
de
piedra
con
una
forma
piramidal
en
la
parte
superior,
aunque
la
últimas
investigaciones
indican
que
dichas
lámparas
no
se
relacionan
con
Alejandría
sino
con
alguna
parte
de
Italia
y el
norte
de
África.
Sin
embargo,
en
la
tapa
del
sarcófago
esculpido
de
Julius
Philosyrius
de
Ostia26a,
se
reconocen
algunas
estructuras
descritas
en
testimonios
literarios
,
particularmente
el
texto
de
Estrabón.
El
Faro
se
aprecia
allí,
y la
columna
de
Diocleciano.
Una
torre
redonda
,
con
una
cubierta
cónica,
se
identifica
con
el
Soma.
Si
esta
identificación
es
correcta,
tenemos
una
evidencia
de
que
el
Soma
y
los
monumentos
vecinos
sobrevivían
tras
el
ataque
del
emperador
a la
ciudad.
La
columna
fue
erigida
en
296,
tras
la
rebelión
de
los
alajandrinos.
Herodiano
refiere
con
detalle
la
visita
de
Caracalla
al
Soma,
como
hace
el
último
historiador
de
la
Era
cristiana,
Juan
de
Antioquía.
En
su
historia
desde
Adán
a
518
d.C.,
dice
que
cuando
Caracalla
entró
en
la
tumba
de
Alejandro,
se
quitó
su
túnica,
su
anillo
y
otros
preciosos
ornamentos
y
los
depositó
en
el
sargófago.
Hay
que
tener
en
cuenta
que
en
215
,
Caracalla
saqueó
la
ciudad
de
Alejandría
pero
aparentemente
respetó
el
Mausoleo
de
Alejandro.
Lamentablemente
para
Alejandría
, el
saqueo
de
Caracala
no
fue
el
último
que
sufrió
esta
ciudad.
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