El
guerrero
macedonio
Alejandro
Magno
está
de
actualidad
gracias
a
Hollywood
y a
Colin
Farrell, pero
también
por
el
misterio
que
sigue
despertando
en
Egipto
entre
expertos
historiadores
y
arqueólogos
la
ubicación
exacta
del
lugar
en
el
que
fue
enterrado.
El general Alejandro Magno murió en Babilonia
en
el
año
323
a.
C.
(a
los
33
años).
Desde
el
siglo
iv
d.
C.
hay
datos
que
dan
fe
de
la
búsqueda
infructuosa
de
su
mausoleo.
La
cripta
fue
destruida
en
Alejandría
poco
antes,
en
paralelo
a la
expansión
del
cristianismo
en
Egipto.
La
metrópolis
de
Alejandría
debe
su
nombre
al
del
general,
que
la
hizo
capital
de
un
imperio
que
llegó
a
extenderse
de
Grecia
a la
India.
La
tumba
de
Alejandro
recibió,
antes
de
extraviarse,
las
ilustres
visitas
de
los
emperadores
romanos
Julio
César
y
Augusto.
La
cripta
es
difícil
de
localizar
porque
las
pistas
apuntan
al
subsuelo
de
El
Cairo.
Hace
una
década
se
anunció
el
hallazgo
del
mausoleo,
nunca
confirmado,
en
el
templo
de
Amon
de
Siwa. |