El
yacimiento
hallado
bajo
los
cimientos
del
antiguo
Teatro
Andalucía
formará
parte
de
un
recorrido
con
el
Teatro
Romano
y
los
Columbarios.
Ha
sido
una
obra
compleja
y
complicada,
pero
ya
está
prácticamente
lista.
El
acondicionamiento
de
la
factoría
de
salazones
para
su
visita
estará
listo
"dentro
de
un
par
de
semanas",
cuando
se
instalen
en
su
interior
los
paneles
que
explicarán
al
público
la
historia
e
interpretación
de
los
restos
que,
bajo
sus
pies,
se
muestran
ya
al
desnudo,
limpios
y
consolidados.
Dos
semanas
y
culminará
un
proceso
que
comenzó
con
el
descubrimiento,
el
1995,
de
un
conjunto
arqueológico
que
fue
protegido
en
1998
con
su
declaración
de
Bien
de
Interés
Cultural.
La
delegada
de
Cultura,
Bibiana
Aído,
calculó
en
dos
semanas
el
tiempo
que
se
necesita
en
que
termine
el
único
punto
que
queda
por
culminar
del
proyecto:
la
entrega
y
colocación
de
los
paneles
explicativos,
que
ya
han
sido
encargados
a
una
empresa
especializada.
Una
vez
queden
situados
en
su
lugar,
la
factoría
de
salazones
estará
lista
para
que
el
público
pueda
contemplar
una
muestra
de
construcción
industrial
erigida
en
el
siglo
I
a.C.,
durante
el
mandato
de
Balbo
el
Menor,
y
que
fue
abandonada
a
comienzos
del
V
d.C.
Tanto
estos
aspectos
como
los
relacionados
al
hallazgo
del
yacimiento
y el
proceso
de
excavación
seguido
quedará
de
manifiesto
en
los
paneles
que
serán
instalados.
Bibiana
Aído
adelantó
que
el
objetivo
de
la
Delegación
de
Cultura
es
que
estos
restos
se
incluyan
dentro
de
un
circuito
o
red
de
yacimientos,
que,
con
el
Teatro
Romano
y
los
Columbarios
de
la
calle
General
Ricardos,
que
proporcionará
a
todo
aquel
que
lo
siga
una
muestra
de
los
aspectos
lúdico,
industrial
y
funerario
de
esta
época
romana.
Unos
185.000
euros
ha
necesitado
para
su
ejecución
el
proyecto
que
ha
permitido
poner
en
valor
la
factoría,
cuya
culminación
se
ha
visto
retrasada
a
causa
de
las
numerosas
dificultades
de
ejecución
surgidas,
desde
cómo
entrar
en
la
oquedad
que
acoge
las
balsas
romanas
a
cómo
trabajar
en
él,
cómo
colocar
una
plataforma
para
pintar
sus
paredes
o
cómo
meter
la
estructura
de
metal
y
cristal
que
permitirá
ver
el
conjunto,
situado
en
los
bajos
del
edificio
construido
en
el
solar
de
Andalucía.
"Ha
sido
complicado
incluso
cómo
hacer
la
renovación
del
aire
en
el
conjunto",
explicaba
el
pasado
mes
de
septiembre
Francisco
Reina
Fernández-Trujillo,
director
de
la
propuesta
de
intervención
que,
finalmente,
ha
podido
ser
llevada
a
cabo.
La
factoría
de
salazones,
situada
a
seis
metros
de
profundidad,
es
"la
mejor
conservada
y
más
representativa"
,
según
indicó
en
su
día
la
Delegación
Provincial
de
Cultura,
y
consta
de
un
patio
rodeado
de
piletas
y
una
cisterna
con
dos
cámaras.
Al
finalizar
las
excavaciones
que
la
sacaron
a la
luz,
una
parte
de
los
restos
quedó
protegida
con
láminas
de
material
plástico
cubiertas
con
arena,
esperando
a
una
puesta
en
valor
que,
una
vez
superadas
las
dificultades
-incluida
las
relacionadas
con
la
adjudicación
de
las
obras
de
consolidación
y
acondicionamiento
necesarias,
que
finalmente
llevó
a la
práctica
la
empresa
JALE
Construcciones-
ya
se
ha
realizado.
La
estructura
instalada
permitirá
que
el
visitante
se
sienta
suspendido
sobre
unos
restos
con
historia.
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