Los
arqueólogos
trabajan
en
una
traza
de
tres
mil
metros
cuadrados
junto
a
Torremelgarejo
en
cuyo
interior
se
encuentra
un
gran
horno
de
cerámica
de
seis
metros
y
una
muela
de
molino
La
primera
villa
romana
de
la
zona
de
trabajos
puramente
agrícolas,
datada
en
el
siglo
I
después
de
Cristo,
ha
salido
a
la
luz
durante
las
obras
del
desdoble
de
la
carretera
Jerez
a
Arcos.
La
delegación
provincial
de
Cultura,
que
tiene
la
competencia
de
unas
tareas
que
se
vienen
desarrollando
desde
hace
algunos
meses,
ha
dado
una
alta
prioridad
a
este
yacimiento,
que
se
considera
de
una
enorme
importancia
por
aportar
datos
de
la
producción
de
interior
en
esa
época.
Hasta
ahora
se
conocía
la
existencia
de
varias
villas
de
este
tipo,
pero
ésta
es
la
primera
que
se
excava
y
se
va
a
poder
documentar.
Pedro
Carretero,
director
de
la
excavación,
explica
hallazgos
de
gran
trascendencia
para
los
historiadores
de
la
época
como
las
ánforas,
que
no
contenían
garum
(salazón),
que
es
lo
que
hasta
ahora
está
documentado
en
la
cerámica
de
las
excavaciones
del
litoral,
sino
aceite
y
vino.
"Sabemos
que
en
la
época
romana
toda
la
zona
de
Los
Garciagos
era
un
gran
olivar,
aunque
también
había
viñedos.
Las
ánforas
que
hemos
encontrado
posiblemente
contuvieran
aceite
o
vino,
lo
que
sabremos
más
adelante.
Esta
excavación
nos
va
a
aportar
datos
de
las
villas
rurales
romanas,
que
se
autobastecían
y
que
contaban
con
una
familia
de
libres
y
el
resto
eran
esclavos.
Toda
esa
organización
podrá
ser
estudiada
ahora
sobre
el
terreno
y
nos
ofrecerá
indicadores
económicos
novedosos
en
relación
con
lo
que
era
la
vida
romana
en
la
zona,
más
allá
de
lo
que
sabíamos
con
otras
zonas
más
documentadas,
siempre
cercanas
al
mar".
Y
no
es
que
faltara
agua.
La
situación
de
la
villa
es
la
de
un
núcleo
que
no
se
hallaba
a
más
de
doscientos
metros
de
lo
que
debía
ser
marisma,
los
Llanos
de
Caulina.
No
descartan
los
arqueólogos
incluso
que
pudiera
llegar
a
tener
un
embarcadero.
Lo
que
es
seguro,
por
el
nivel
freático,
que
tenían
agua
en
abundancia,
aunque
su
actividad
es
seguro
que
era
totalmente
agrícola.
Entre
los
hallazgos
de
mayor
trascendencia
se
encuentra
un
gran
horno
de
seis
metros
de
diámetro
y
una
muela
de
molino.
Esta
última
se
extraerá
y
se
enviará
al
Museo
Provincial,
que
decidirá
su
ubicación
definitiva,
posiblemente
en
el
Museo
Arqueológico
de
Jerez.
Por
lo
excavado
hasta
el
momento
se
sabe
que
dos
tercios
de
la
superficie
en
la
que
se
ha
trabajado
pertenece
a
actividad
industrial
y
el
resto
a
residencia,
lo
que
se
ha
podido
ver
no
a
través
de
mosaicos
en
el
suelo,
como
es
tradicional,
sino
de
la
pintura
de
estuco
que
habría
tenido
otra
utilidad
con
posterioridad.
Esta
villa
sirvió
de
cantera
para
la
construcción
de
la
torre
defensiva
que
da
nombre
a
Torremelgarejo.
En
la
torre
los
arqueólogos
no
sólo
han
encontrado
que
las
piedras
provenían
en
su
totalidad
de
las
construcciones
de
la
villa
agrícola,
sino
que
también
han
podido
comprobar
que
las
junturas
se
rellenaban
con
trozos
de
ánfora.
Son
las
que
les
faltan
para
completar
el
puzzle
que
se
halla
junto
a
la
carretera
de
Arcos.
Otros
datos
sociológicos
no
van
a
poder
conocerse,
al
no
haberse
hallado
una
necrópolis
asociada.
Sí
hay
enterramientos,
pero
son
posteriores
y
no
aportan
información
sobre
la
vida
en
la
villa
ni
el
número
de
individuos
que
podrían
estar
allí
asentados
en
las
distintas
generaciones
que
ocuparon
el
asentamiento.
En
cualquier
caso,
la
excavación
no
abarca
la
totalidad
del
yacimiento,
que
se
extiende
a
ambos
lados,
pero
que
no
puede
trabajarse
al
encontrarse
fuera
del
ámbito
de
propiedad
de
la
Junta
para
la
ampliación
de
la
carretera.
Pedro
Carretero,
que
considera
que
los
trabajos
van
a
buen
ritmo
y
podrán
cerrarse
en
un
plazo
no
superior
a
tres
semanas,
quiso
subrayar
que
"es
indudable
que
nos
encontramos
ante
un
caso
excepcional
hasta
el
momento
de
una
trascendencia
arqueológica
que
se
conocerá
con
el
tiempo".