No es el latín lengua muerta, / sino lengua asesinada. / Quiso matarla Solís, / cuando Franco gobernaba / (“Más deporte” —dijo el prócer, / que era natural de Cabra— / “y menos latín”. Y el tío / se quedó como unas Pascuas). / Luego, en el setenta y uno, / le asestó otra puñalada / un tal Villar Palasí, / también infausto jerarca / que puso Francisco Franco / para regir la enseñanza. / Pero al final la puntilla / se la dieron los sociatas, / bien entrados ya los años / de la España democrática. / Un tal Álvaro Marchesi, / Maravall, Javier Solana / con la ayuda, cómo no, / del artero Rubalcaba, / consumaron, con la LOGSE, / el fin de las lenguas clásicas. / Al pobre bachillerato / le aplicaron la eutanasia, / y encima nos lo vendieron / como una cosa fantástica, / una idea progresista / de extraordinaria eficacia: / aprender sin dar ni clavo / ni pegar un palo al agua. / El Latín quedó proscrito / y el Griego... no digo nada; / pero otras asignaturas / fueron también a hacer gárgaras: / de Historia sólo se da / la que le conviene al sátrapa / (el pretérito glorioso, / falseado, de su taifa). / Y en cuanto a la Geografía, / sólo la de la comarca: / que el mundo sea pequeño / y lo controle el baranda. / En fin, para qué seguir: / la enseñanza secundaria / se ha ido parvulizando, / la han ido dejando chata, / se ha quedado en doctrinilla, / en revoltijo tontaina, / en papanatismo lúdico / y en festival de chorradas. / Y dicen los inventores / de la doctrina logsiana / que aplicaron las ideas / de la modernidad laica. / La Revolución Francesa, / pero adaptada a las aulas: / Libertad, Fraternidad / e Igualdad. Qué tres palabras / tan dignas de admiración... / si no fueran mera farsa. / Libertad, para los golfos; / fraternidad, en vagancia; / e igualdad que, por supuesto, / es igualdad a la baja. / Análogos en burricie / y de idéntica ignorancia.
Pero hay quien saca provecho / de esta debacle didáctica, / porque Jesús de Polanco, / fundador de Santillana, /ha medrado con los cambios / desde la era autocrática. / Y así, con el dictador, / Polanco empezó a hacer pasta / vendiendo libros de texto / como churros y a mansalva. / Libros nuevos cada año, / polícroma exuberancia / de carísimos volúmenes... / de una utilidad escasa, / porque a más libros vendidos, / menos se exige en las aulas.
Y así iban las promociones / que en la LOGSE se educaban / dejando sus tiernas mentes, / como poco, malogradas, / cuando Pilar del Castillo / quiso mitigar el drama. / Pero Pilar pinchó en hueso, / porque las huestes zocatas / le saltaron, como fieras, / con demagógica saña. / Le dijeron, de momento, / que era retrógrada y facha, / y que cómo se atrevía / a organizar la enseñanza, / asunto del que la izquierda / se cree señora y ama. / Y consiguieron su meta / las hordas asilvestradas / de la pedabobería, / la zurdera y la mangancia. / Llegó al poder Zetapé, / y en menos que un gallo canta / dejó sin vigor la LOCE / antes de que se iniciara. / Y, como era de esperar, / vovemos a las andadas: / la LOGSE sigue aplicándose / y ya otra ley se prepara, / que, conociendo a estos tíos, / será, si cabe, más mala.
No es de extrañar, por lo tanto, / con esta instrucción tan parva / que han recibido los jóvenes / de las últimas hornadas, / que titulen los periódicos, / con énfasis y alharacas, / que hace cuatro o cinco años / quiso dimitir el Papa. / “Nunc dimittis” lo tomaron / como ‘dimisión cantada’... / El rábano por las hojas, / irreflexivos, agarran / y en enormes titulares / lo ponen en las portadas... / (He de decir, sin embargo, / que dos diarios se salvan: / éste en que ustedes me leen / y el catalán La Vanguardia.) / Pero lo del “nunc dimittis” / es sólo una circunstancia, / un detallito, un ejemplo, / que está lejos de ser pauta. / Sirve, eso sí, como síntoma / de que está la cosa mala. / Y tras enunciar la anécdota, / fray Josepho ya remata / este romance de hoy, / que demasiado se alarga. / No fue un romance jocoso, / pero es lo que se despacha. / Si han llegado hasta el final, / un saludo y muchas gracias.
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