La
Sociedad
Española
de
Estudios
Clásicos
(SEEC)
remitirá
al
Gobierno
un
'Manifiesto
de
Apoyo
a
las
Humanidades',
firmado
por
2.637
escritores,
académicos,
rectores
de
universidad
y
profesores,
que
reclaman
a
las
principales
fuerzas
políticas
un
acuerdo
para
la
estabilidad
del
sistema
educativo.
Suscriben
el
documento,
entre
otros,
el
presidente
de
la
SEEC,
Antonio
Alvar,
el
académico
de
la
Lengua
y
de
la
Historia
Francisco
Rodríguez
Adrados
(considerado
como
uno
de
los
mayores
expertos
mundiales
en
lenguas
clásicas);
el
presidente
de
la
Fundación
Pastor
de
Estudios
Clásicos,
Emilio
Crespo;
y
los
escritores
Mario
Vargas
Llosa,
Antonio
Muñoz
Molina,
Luis
Goytisolo,
José
Luis
Sampedro
y
Antonio
Gala.
Ante
la
próxima
reforma
de
la
enseñanza,
los
firmantes
se
dirigen
a
las
autoridades
educativas
para
manifestar
explícitamente:
'1.
Que
resulta
imprescindible
un
acuerdo
entre
las
principales
fuerzas
políticas
con
el
fin
de
garantizar
la
estabilidad
de
nuestro
sistema
educativo,
pues
los
continuos
cambios
legislativos,
producidos
sin
la
suficiente
negociación
ni
el
necesario
consenso,
provocan
una
pérdida
de
calidad,
tal
como
evidencian
los
resultados
que
obtienen
nuestros
escolares
en
el
contexto
internacional.
2.
Que
debe
existir
un
grado
suficiente
de
contenidos
comunes
impartidos
en
todo
el
territorio
del
Estado,
sin
perjuicio
de
los
que
cada
Comunidad
Autónoma
desee
añadir,
con
el
fin
de
que
se
garanticen
unos
mínimos
cualitativos
y
cuantitativos
a
todos
los
ciudadanos.
3.
Que
cualquier
reforma
del
sistema
educativo
debe
velar
por
preservar
de
manera
muy
especial
el
dominio
de
la
propia
lengua,
así
como
un
conocimiento
amplio
de
contenidos
humanísticos
(Historia,
Literatura,
Filosofía,
Arte,
Geografía,
etc.),
con
el
fin
de
formar
auténticos
ciudadanos,
dotados
de
criterio
propio,
y
no
simplemente
trabajadores
útiles
para
un
mercado
cada
vez
más
competitivo
y
globalizado.
4.
Que
el
estudio
de
las
lenguas
clásicas,
el
Latín
y
el
Griego,
y
de
la
cultura
que
de
ellas
surgió
y
que
ha
contribuido
a
conformar
en
buena
medida
lo
que
hoy
entendemos
por
civilización
occidental,
debe
garantizarse
y
propiciarse,
pues
contribuye
de
manera
decisiva
a
que
los
jóvenes
comprendan
el
mundo
que
les
ha
tocado
vivir,
y
sepan
apreciar
los
valores
que
Occidente
ha
desarrollado
y
extendido
por
todo
el
mundo.
5.
Que
el
conocimiento
de
las
lenguas
y
de
la
cultura
clásica
favorece,
además,
el
dominio
de
la
propia
lengua
y
la
comunicación
entre
los
ciudadanos
de
la
Unión
Europea,
al
tiempo
que
facilita
la
comprensión
de
la
terminología
científica
y
técnica
de
cualquier
ámbito
del
saber'.