La Sociedad de Estudios Clásicos denuncia que cada vez que cambian las leyes se ve obligada a «mendigar» un trato más digno para las Humanidades
«Cuando
vimos
la
luz
en
la
Ley
de
Calidad
(LOCE),
sentimos
de
nuevo
el
temor
con
la
nueva
regulación
de
la
Ley
Orgánica
de
Educación
(LOE)»,
afirma
el
académico
Francisco
Rodríguez
Adrados,
en
relación
con
la
presencia
de
la
cultura
clásica
en
el
sistema
educativo.
«Y
esto
-concluye-
es
una
tarea
agotadora»
porque
hay
que
mendigar
y
empezar
desde
cero
«como
si
fuera
el
juego
de
la
oca».
Sin
embargo
y
según
sostienen
académicos,
profesores
y
alumnos
de
estudios
clásicos,
esa
tarea
agotadora
no
se
ha
visto
compensada
en
el
borrador
de
la
LOE,
ya
que
las
Humanidades
en
general
y
los
estudios
clásicos
en
particular
salen
peor
parados
que
en
la
LOCE
y
en
la
todavía
vigente
Logse.
En
efecto,
la
Logse
(1990)
introdujo
la
Cultura
Clásica.
Según
esta
ley,
es
una
asignatura
de
libre
elección
en
los
cursos
Tercero
y
Cuarto
de
Secundaria
(ESO).
El
Latín
y
el
Griego
son
asignaturas
de
«modalidad»
en
el
Bachillerato
de
Humanidades.
Vuelta
atrás
Es
cierto
también
que
el
tratamiento
que
reciben
las
Humanidades
no
es
idéntico
en
todas
las
Autonomías.
Con
el
margen
que
concede
la
ley
a
cada
Administración
para
organizar
sus
currículos,
cada
una
ha
optado
por
otorgar
una
mayor
o
menor
importancia
a
estas
materias.
La
LOCE,
cuya
aplicación
fue
aplazada
para
promover
una
nueva
reforma,
mejoró
la
situación
e
incluyó
como
obligatoria
la
Cultura
Clásica
en
Tercero
de
la
ESO.
Por
lo
que
se
refiere
al
Latín
y
al
Griego,
aparecían
como
asignaturas
de
la
modalidad
en
el
Bachillerato
de
Humanidades
y
Ciencias
Sociales.
En
el
proyecto
de
LOE,
la
Cultura
Clásica
aparece
en
la
ESO
como
optativa
en
combinación
con
una
segunda
lengua
extranjera.
El
Latín
se
incluye
en
Cuarto
de
la
ESO
dentro
de
un
grupo
de
siete
optativas,
de
las
que
se
eligen
tres.
El
Griego
es
ignorado
tanto
en
ESO
como
en
Bachillerato,
nivel
en
el
que
tampoco
se
menciona
el
Latín
como
materia
específica.
Y
habrá
que
esperar
a
los
desarrollos
de
la
ley
para
ver
su
consideración
definitiva.
Así
las
cosas,
los
humanistas
temen
que
estas
materias
pierdan
el
estatus
que
tenían
en
la
LOCE
y
en
los
decretos
de
Bachillerato.
Ocurre
que
la
Cultura
Clásica
y
el
Latín
pueden
quedar
diluidas
en
un
conglomerado
de
optativas,
donde
las
Autonomías
incluyen
las
suyas.
La
Sociedad
de
Estudios
Clásicos
(SEEC)
ha
intentado
sin
respuesta
entrevistarse
con
las
autoridades
educativas
para
lograr
una
mayor
presencia
de
las
materias
clásicas
en
la
futura
LOE,
de
modo
que
sean
optativas
en
todo
el
Estado,
ya
que
«no
podemos
arrastrarnos
ante
cada
Comunidad
para
que
lo
sean»,
dicen
sus
directivos.
Además,
la
SEEC
reclama
que
el
Latín
sea
básico
en
todas
las
opciones
del
Bachillerato,
no
sólo
para
la
de
Humanidades.
En
cuanto
al
Griego,
defiende
que
debe
figurar
explÍcitamente
en
este
nivel
educativo
como
optativo.
«La
cultura
clásica
-dicen-
es
básica
para
la
comunicación
entre
los
españoles
y
europeos,
y
para
la
comprensión
científica
y
técnica».
Los
humanistas
han
promovido
un
manifiesto
avalado
por
2.637
firmas
y
esperan
que
el
Ministerio
modifique
su
propuesta.
Además,
cuentan
con
el
apoyo
de
la
Real
Academia
Española
y
de
la
Real
de
la
Historia,
que
han
difundido
sendas
mociones
para
reclamar
una
mayor
consideración
hacia
los
estudios
clásicos.