Hace años que era conocida la importancia de este yacimiento, parte del cual fue cortado superficialmente en su día por las obras de remodelación de la actual carretera N-IV en 1946 y que fue excavado en parte a comienzos de los años 70 por la arqueóloga María José Jiménez Cisneros. Se trata de un gran complejo industrial de época imperial romana cuya actividad se extiende entre el siglo I y finales del siglo II de nuestra Era. En el impresionante yacimiento se conservan hornos, piletas de salazones o de decantación de líquidos y las más variadas estructuras industriales del gran complejo alfarero de fabricación de ánforas que funcionaba en la época en la zona, cuyos productos se exportaban a todo el imperio. El yacimiento es también tremendamente rico en todo este tipo de objetos y está sometido a protección por parte de la Consejería de Cultura.

De hecho, cuando se realizaron las prospecciones previas a las obras de desdoblamiento de la carretera, en septiembre de 2004, los arqueólogos no necesitaron excavar la zona ahora dañada -por la que está proyectado que transcurra una vía de servicio de la nueva carretera-, ya que los restos afloraban prácticamente a ras del suelo. Dado el interés de estos restos, que fueron documentados en ese momento, la Delegación de Cultura indicó a los técnicos del Ministerio de Fomento responsables de la obra que la citada vía de acceso debía construirse cubriendo estas estructuras para su conservación siguiendo el terraplén natural del terreno y sin realizar labores de desmonte que pudieran afectar a su correcta y total preservación.

Sin embargo, el miércoles podía apreciarse claramente desde la actual carretera un gran escalón en dicho terraplén natural, que ha sido seccionado en vertical, dejando al descubierto, destruyendo y desperdigando multitud de grandes fragmentos de ánforas, depositadas a lo largo de los siglos en diferentes coladas que documentan la cronología de la ocupación del yacimiento, con su consiguiente alteración. No es de extrañar que también se hayan destruido parte de las estructuras de hornos que encierra el terreno.

Sin embargo, ayer las máquinas continuaban trabajando en la obra y ya desde la carretera era imposible observar el destrozo realizado.

El Gabinete de prensa de la Delegación de Cultura confirmaba ayer que los técnicos de la citada institución habían descubierto esta destrucción "por casualidad", con motivo de la visita a la zona con otro motivo y que han realizado una primera inspección del lugar. Fuentes de Cultura constataban la agresión de la que ha sido objeto este yacimiento, que constituye "un patrimonio muy importante, muy conocido y que esta Delegación se ha ocupado en todo momento de conservar y proteger".

Según las mismas fuentes, los técnicos de la citada Delegación mantendrán hoy una reunión con los técnicos del Ministerio de Fomento encargados de las obras para aclarar lo sucedido. El gabinete de prensa informaba al respecto que "se abrirá un expediente informativo y se tomarán las decisiones pertinentes".

La zona afectada de este yacimiento se encuentra muy próxima a otro gran hallazgo arqueológico, éste más reciente, ya que tuvo lugar en septiembre pasado, durante las excavaciones previas a la construcción del desdoble de N-IV. Se trata de la gran villa romana situada justo en el centro del trazado proyectado en principio para la nueva vía y que se cree que pertenecía a un rico comerciante alfarero de la zona.