El
Ministerio
de
Cultura
ha
adquirido
estas
piezas
"excepcionales",
datadas
entre
los
siglos
III y
VI, en
casas
de
subastas
de
Londres
y
Madrid.
Este
lunes
han
sido
presentadas
en
Mérida
las
nuevas
piezas
que
ya
se
pueden
contemplar
en
el
Museo
Nacional
de
Arte
Romano,
y
que
han
sido
adquiridas
recientemente
por
el
Ministerio
de
Cultura.
Se
trata
de
una
tablilla
de
marfil,
con
la
representación
de
un
cónsul,
y de
una
serie
de
19
monedas
de
oro
de
época
romana.
El
coste
total
de
las
piezas,
que
han
sido
compradas
en
salas
de
subastas
de
Londres
y
Madrid,
ha
ascendido
a
1.100.000
euros:
1.024.000
euros
la
tablilla
(unos
170
millones
de
pesetas
) y
77.000
euros
(13
millones
de
pesetas)
las
monedas.
El
director
del
Museo,
José
María
Álvarez,
ha
explicado
que
la
tablilla
es
una
pieza
“excepcional”,
que
probablemente
será
destinada
al
futuro
Museo
Visigodo,
y
que
por
sí
sola
atraerá
visitantes
a la
ciudad.
Este
rectángulo
de
marfil,
de
35
por
19
centímetros,
originariamente
formaba
parte
de
un
díptico,
cuya
otra
tabla
se
perdió.
La
imagen
central
del
relieve,
encuadrado
por
cuatro
rosetas,
representa
a un
cónsul
romano
vestido
con
túnica
y
toga,
y
quien
porta
en
las
manos
un
cetro
y
una
mapa
(paño
que
se
tiraba
para
marcar
la
salida
en
las
carreras
del
circo).
Esta
tabla,
tallada
hacia
el
final
del
siglo
V o
principios
del
VI,
hará
según
Álvarez
que
la
colección
visigoda
“se
enriquezca
notablemente”.
Actualmente
existen
en
todo
el
Mundo
sólo
40
piezas
de
este
tipo,
ninguna
de
ellas
en
España.
La
tabla
que
se
puede
ver
en
el
Museo
emeritense,
de
factura
probablemente
bizantina,
perteneció
en
el
siglo
XVII
al
cardenal
Barberini
y
posteriormente
a un
noble
francés.
En
cuanto
a
las
monedas,
la
nueva
serie
consta
de
19
piezas
de
oro,
excepto
una
de
plata
y
otra
de
bronce.
Las
más
importantes
de
estas
piezas
fueron
acuñadas
en
el
siglo
III
y
representan
a
los
llamados
emperadores-soldados,
ha
comentado
el
experto
en
numismática
Agustín
Velázquez.
A la
presentación
de
estas
nuevas
adquisiciones
han
asistido
el
director
general
de
Patrimonio,
Francisco
Pérez
Urbán,
el
director
del
Consorcio
de
la
Ciudad
Monumental,
Pedro
Mateos,
y el
subdirector
general
de
Protección
del
Patrimonio
Histórico
del
Ministerio
de
Cultura,
Luis
Lafuente.
Este
último
ha
justificado
el
alto
precio
pagado
por
las
piezas
asegurando
que
“merecía
la
pena”. |