La
aparición
de
los
fragmentos,
fundamentalmente
anfóricos,
está
asociada
a la
zona
de
alfares
aparecida
en
la
zona
de
Villanueva
Cádiz.
La
arqueología
puertorrealeña
parece
estar
pasando
por
momentos
de
hallazgos
relevantes.
Si
hace
una
veintena
de
días
se
anunciaba
la
aparición
de
los
restos
de
lo
que
parece
ser
una
villa
romana,
a la
que
estaba
asociado
el
mayor
mosaico
policromado
de
época
romana
hallado
en
la
provincia,
ayer
se
conocía
la
aparición
de
numerosos
restos
anfóricos
en
las
cercanías
del
terreno
donde
se
está
procediendo
a la
construcción
de
un
campo
de
golf,
en
la
denominada
finca
Villanueva.
Fuentes
de la
Delegación
Provincial
de
Cultura
confirmaban
ayer
que de
la
tierra
ha
surgido
una
"gran
dispersión
de
restos
cerámicos,
principalmente
anfóricos",
diseminados
en una
"zona
amplia"
y
posiblemente
asociados
a los
alfares
aparecidos
en
anteriores
ocasiones
en el
término
municipal
puertorrealeño.
Los
primeros
indicios
apuntan
a que
los
restos
pueden
aparecer
en el
futuro
"posiblemente
en
varias
hectáreas",
se
indicó
desde
la
Delegación
Provincial
de
Cultura,
y que
en
algunos
puntos
aparece
"una
gran
concentración"
de
restos.
Desde
la
institución
oficial
responsable
en
Cádiz
de la
defensa
del
patrimonio
histórico
se
indicaba
que
ahora
se ha
planteado
la
limpieza
de la
zona y
su
estudio,
así
como
la
realización
de
sondeos
que
determinen
la
importancia
del
hallazgo,
ya que
se
podría
hablar
de la
existencia
en la
zona
de un
alfar
similar
a los
localizados
en
otros
puntos
del
término
puertorrealeño.
Esta
excavación
aún no
ha
comenzado,
pero
desde
la
Delegación
ya se
ha
tramitado
su
inicio.
Se da
la
circunstancia
de que
estos
restos
han
sido
hallados
en un
lugar
cercano
a
aquel
donde
el
pasado
día 13
la
Guardia
Civil
intervino
restos
arqueológicos
extraídos
de
forma
ilegal.
Esos
restos
eran
igualmente
fragmentos
cerámicos
correspondientes
a
ánforas
que
pertenecerían
a una
escombrera
de
época
romana
asociada
igualmente
a un
alfar,
y que
salieron
a la
superficie
por el
movimiento
de
tierras
asociado
a las
obras
de la
nueva
carretera
N-IV.
La
construcción
de
esta
carretera
a su
paso
por el
Barrio
Jarana
está
resultando
fructífera
para
la
arqueología
puertorrealeña,
ya que
las
excavaciones
arqueológicas
llevadas
a cabo
con
motivo
de las
obras
de
duplicación
de la
N-IV
entre
Puerto
Real y
Tres
Caminos
deparó
el
descubrimiento
de
unos
restos
que
podrían
corresponder
a una
villa
romana
-la
confirmación
de la
naturaleza
de los
restos
constructivos
localizados
vendrá
dada
por el
devenir
de la
excavación
que
aún
está
realizando
la
arqueóloga
María
Luisa
Lavado-
en los
que
destacaba
la
presencia
de un
mosaico
policromado
de
seis
por
seis
metros
de
extensión
con
una
decoración
geométrica
y
figurativa
que va
a ser
restaurado
en el
Museo
de
Cádiz,
y en
el que
se
aprecian
una
imagen
que
parece
representar
al
dios
Baco
acompañado
por
dos
aves.
El
mosaico,
en el
que
también
se
distinguen
cuatro
rostros,
ha
sido
objeto
de
controversia
política,
al
pedir
el
Ayuntamiento
puertorrealeño
la
firma
de un
acuerdo
que
posibilite
la
vuelta
del
mosaico
una
vez
restaurado.