La
dirección
de
la
Escuela
Taller
de
Mérida
presentará
a
la
Junta
de
Extremadura
un
proyecto
que
contempla
la
construcción
de
una
réplica
de
una
vivienda
romana
que,
en
principio,
se
ubicaría
en
el
recinto
del
futuro
Museo
Abierto
de
Mérida.
La
iniciativa
cuenta
con
el
apoyo
de
la
dirección
científica
del
Consorcio
de
la
Ciudad
Monumental
y
supondrá
la
creación
de
un
espacio
didáctico
que
dará
la
posibilidad
a
turistas
y
emeritenses
de
contemplar
cómo
vivían
los
habitantes
de
la
ciudad
hace
2.000
años.
Desde
la
Escuela
Taller
se
pretende
que
la
administración
autonómica
reciba
la
iniciativa
en
un
plazo
aproximado
de
dos
meses,
con
el
objeto
de
que
se
ponga
en
marcha
antes
de
que
finalice
el
año,
fecha
límite
para
la
presentación
de
nuevos
proyectos.
Si
no
fuera
así,
no
podría
ser
aprobado
hasta
mediados
de
2005.
A
pesar
de
que
aún
se
están
definiendo
las
líneas
del
proyecto,
la
opción
que
cuenta
con
más
posibilidades
es
la
reproducción
de
una
vivienda
que
existió
en
la
ciudad;
concretamente,
la
situada
en
el
yacimiento
de
Morería,
conocida
como
'La
Casa
de
los
Mármoles'.
Fue
construida
durante
el
Alto
Imperio
(siglos
I,
II
y
III)
y
embellecida
en
el
siglo
IV
con
revestimientos
de
tan
preciado
material
en
las
columnas,
pavimentos
y
paredes
de
las
zonas
más
frecuentadas
del
inmueble.
70
alumnos
Se
prevé
que
unos
70
alumnos
participen
en
esta
iniciativa
y
media
docena
de
monitores
se
encarguen
de
enseñar
técnicas
constructivas
relacionadas
con
el
mundo
romano,
como
el
tallado
de
la
piedra,
la
cocción
de
ladrillos,
la
realización
de
pavimentos...
Pero
todo
depende
de
lo
que
finalmente
determine
la
Junta
de
Extremadura
y
del
presupuesto
que
destine
a
ello.
Los
primeros
cálculos
apuntan
a
que
la
realización
de
la
réplica
de
este
inmueble
costaría
entre
1,5
y
2
millones
de
euros.
La
administración
autonómica
se
encargaría
de
la
subvención
relacionada
con
la
formación
y
de
los
costes
salariales,
mientras
que
el
Consistorio
emeritense
correría
con
los
gastos
que
supondría
la
adquisición
de
los
materiales.
Talleres
artesanales
Uno
de
los
objetivos
de
la
iniciativa
es
incorporar
a
este
espacio
didáctico
una
serie
de
talleres
artesanales
que
muestren
a
los
visitantes
los
secretos
de
diversos
oficios.
«Se
trata
de
reconstruir
un
fragmento
de
la
ciudad
de
hace
2.000
años»,
explicó
Francisco
Chaves,
director
de
la
Escuela
Taller.
Para
ello,
se
pretende
contar
con
la
colaboración
de
aquellos
artesanos
de
la
ciudad
que
han
profundizado
en
la
investigación
de
las
técnicas
romanas,
«y
que
gozan
de
mucho
prestigio»,
apunta
Luis
María
González,
concejal
de
la
Escuela
Taller,
quien
se
muestra
convencido
de
que
este
proyecto
«dará
mucho
contenido
a
Mérida».
El
edil
también
destaca
que
ofrecerá
la
posibilidad
de
aprender
un
oficio
a
jóvenes
sin
formación
cualificada
y
con
dificultad
para
proseguir
sus
estudios,
«lo
que
puede
resultar
muy
interesante
para
aquellos
empresarios
o
constructores
que
quieran
dar
a
los
edificios
una
imagen
semejante
a
las
edificaciones
romanas».
Asimismo,
aseguró
que
también
les
facilitará
la
participación
en
la
puesta
en
valor
de
restos
arqueológicos,
para
lo
que
se
necesita
obreros
cualificados.
«Existe
un
gran
colectivo
de
chavales
que,
teóricamente,
han
fracasado
en
el
proyecto
educativo,
por
lo
que
necesitan
otra
oferta.
La
Escuela
Taller
es
una
alternativa
muy
válida
para
ese
colectivo»,
indica
González.
Esta
iniciativa
se
desarrollará
en
dos
años,
durante
los
cuales
los
beneficiarios
recibirán
formación
teórica
y
práctica.
No
obstante,
y
en
función
de
la
ambición
del
proyecto,
los
responsables
estudiarían
su
prórroga,
«aunque
preferimos
empezar
por
algo
modesto».
Recuperar
patrimonio
El
delegado
de
la
Escuela
Taller
aprovecha
también
para
solicitar
la
intervención
de
la
administración
nacional,
«ya
que
las
ciudades
que
son
Patrimonio
de
la
Humanidad
deberían
contar
con
programas
de
ámbito
nacional,
lo
que
ya
existe
en
algunas
ciudades».
«Quiero
reclamar
que
Mérida
forme
parte
de
esa
agrupación
de
ciudades
que
tengan
una
Escuela
Taller
que
se
caracterice
por
una
impronta
peculiar:
la
recuperación
de
su
patrimonio»,
recalca
Luis
María
González.
Asesores
arqueológicos
Miguel
Alba,
coordinador
de
Excavaciones
del
Consorcio,
es
una
de
las
personas
que
ofrecerá
asesoramiento
arqueológico
a
los
responsables
de
este
proyecto
para
determinar
cómo
fue
la
vivienda.
De
hecho,
esta
entidad
ha
realizado
un
exhaustivo
estudio
de
las
características
de
la
casa
que
se
prevé
copiar.
«En
lugar
de
hacer
una
vivienda
tipo
romana,
lo
que
queremos
es
hacer
una
que
existió
en
Mérida,
de
tal
manera
que
aquellos
que
lo
deseen
puedan
visitar
los
restos
de
la
original»,
apunta
Alba.
La
construcción
de
Morería,
de
la
cual
se
conserva
la
planta
y
algunos
muros,
es
una
casa
señorial
de
dos
alturas
que
ocupa
un
solar
de
un
millar
de
metros
cuadrados.
Presenta
el
esquema
representativo
de
la
vivienda
que
se
construía
en
la
ciudad
hace
20
siglos.
Así,
en
el
centro
existía
un
amplio
patio
rectangular
ajardinado
rodeado
por
columnas
que,
a
su
vez,
se
encontraba
flanqueado
por
diversos
corredores
que
comunicaban
con
todas
las
estancias
de
la
casa.
En
cuanto
a
su
distribución
funcional,
el
inmueble
contaba
con
un
zaguán,
dependencia
para
el
carro,
salón-comedor,
cocina,
despensa,
estancia
dedicada
en
exclusiva
para
el
baño,
dormitorios
y
una
sala
de
representación,
semejante
a
la
actual
sala
de
visitas.
Otra
peculiaridad
de
la
casa
es
que
reservaba
un
espacio
para
un
local
comercial
situado
en
la
esquina
en
la
que
confluían
dos
calles,
por
lo
que
este
extremo
también
se
reproducirá.
Además,
la
vivienda
gozaba
de
agua
corriente
y
una
fuente
en
la
sala
de
representación,
lo
que
refleja
que
sus
propietarios
eran
lo
suficientemente
importantes
en
la
ciudad
como
para
disfrutar
de
los
servicios
que
ésta
ofrecía.
El
entorno
Otro
de
los
aspectos
que
aún
está
por
determinar
es
la
adecuación
del
entorno
de
la
vivienda
que
se
construirá.
Según
Francisco
Chaves,
se
prevé
ajardinar
toda
la
zona
en
que
se
ubique
la
casa,
de
forma
que
no
se
trate
de
una
edificación
aislada,
sino
que
disfrute
de
un
entorno
embellecido.
Sin
embargo,
Miguel
Alba
indica
también
que
se
está
estudiando
la
posibilidad
de
construir
varias
calles
empedradas
a
su
alrededor,
emulando
el
lugar
en
que
se
sitúa
la
vivienda
original,
entre
una
calzada
y
la
muralla
de
la
ciudad.
«Se
hará
un
marco
que
resulte
lo
más
agradable
posible
al
visitante»,
aclara
el
coordinador
de
Excavaciones.