Uno
de
los
fundadores
de
las
fiestas
presenta
su
última
obra
literaria,
'El
sueño
de
Xenia',
escrita
para
el
público
adolescente
e
inspirada
en
la
antigua
ciudad
de
Mastia.
Obdulio
López,
cartagenero
tradicionalmente
preocupado
por
las
fiestas
de Carthagineses
y
Romanos,
acaba
de
publicar
su
cuarta
obra
literaria:
El
sueño
de
Xenia.
Fue
presentada
anoche
en
El
Corte
Inglés
por
José
Vicente
Albaladejo,
secretario
general
de
Cultura.
La
ciudad
de
Mastia
es,
una
vez
más,su
fuente
de
inspiración,
pero
esta
vez
pretende
llegar
a
los
adolescentes
y
penetrar
en
su
mundo.
-
¿En
quién
pensaba
cuando
escribía
esta
novela?
- El
público
al
que
me
dirijo
son
jóvenes
entre
13 y
16
años.
Pienso
que
los
jóvenes
de
hoy
también
están
llenos
de
ilusiones;
son
inquietos,
incluso
insolentes.
También
pienso
en
mí
cuando
era
joven.
Yo
era
un
revolucionario.
-
¿Cree
que
a
los
adolescentes
puede
interesarles
la
obra,
aunque
no
les
interese
la
época
en
que
se
inspira?
-
Pienso
que
el
tema
de
fondo
es
extrapolable
a
cualquier
época.
Es
una
reflexión
sobre
el
sinsentido
de
la
guerra,
una
llamada
de
atención
al
adolescente
impetuoso,
que
suele
ver
la
realidad
desde
su
prisma.
Cuenta
la
vida
de
un
joven
que
desea
alistarse
en
el
ejército
de
Aníbal
y lo
hace
sin
la
aprobación
de
su
madre.
-
¿La
finalidad
del
libro
es
divertir
o
enseñar?
- Se
trata
de
una
obra
muy
didáctica,
de
la
que
el
joven
puede
aprender
mucho.
La
historia
está
novelada,
pero
narra
con
rigor
histórico
el
asedio
a
Sagunto
por
parte
de
las
tropas
de
Aníbal,
además
de
describir
Quart-
Hadast,
tal
y
como
la
conoció
Aníbal.
-
¿Entonces
reproduce
la
historia
fielmente?
- De
hecho,
el
libro
podría
ser
usado
como
libro
de
texto,
pero
eso
lo
deciden
los
profesores.
No
se
trata
de
una
obra
con
grandes
pretensiones
sino
que
he
empleado
un
lenguaje
llano,
aunque
preciso.
También
he
incluido
una
tabla
cronológica
con
los
hechos
históricos
más
destacados.
-
Como
uno
de
los
fundadores
de
las
fiestas,
¿piensa
que
son
fieles
a la
Historia?
-
Las
fiestas
mejoran
cada
año,
escalonadamente.
Sobre
todo
en
sus
actos,
que
son
cada
vez
más
populosos
y
más
ricos.
El
problema
sigue
siendo
las
noches
en
el
campamento,
y
ese
problema
tiene
difícil
solución.
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