Su
retrato
del
emperador
romano
que
persiguió
a
los
cristianos
supone
el
tercer
título
de
su
tetralogía
histórica,
'Imperial
Comedia',
que
espera
concluir
en
2005.
El
escritor
santanderino
Jesús
Pardo
suma
hoy
una
nueva
obra
a
su
extensa
y
prolífica
trayectoria
literaria
en
los
campos
de
la
narrativa,
el
ensayo
y
la
traducción
con
la
publicación
de
su
nueva
novela,
'La
gran
derrota
de Diocleciano'
(el
emperador
romano
que
persiguió
a
los
cristianos),
que
ve
la
luz
en
la
colección
de
La
Esfera
de
los
Libros.
|
TRAYECTORIA |
Pardo (Santander, 1927), ha traducido más de doscientos libros de quince idiomas, y en 1994 recibió el Premio Nacional de Traducción de Finlandia. Es autor, entre otras muchas obras, de las novelas 'Ahora es preciso morir' (1980), 'Cantidades discretas' (1984), 'Yo, Marco Elio Trajano' (1991), 'Eclipses' (1993) y 'Aureliano' (2001); los ensayos históricos 'Conversaciones con Transilvania' (1988), 'Zapatos para el pie izquierdo' (1998), 'Las preguntas que movieron el mundo' (1999) y 'Las damas del franquismo' (2000); los libros de poemas 'Faz en las fauces del tiempo' (1982), 'Antología final' (1997) y 'Gradus ad mortem' (2003); el libro de cuentos 'Cincuenta historias de repente' (2003), de viajes 'Bucarest' (1991), y 'Memorias de memoria" (2001). |
El
nuevo
volumen
es,
en
realidad,
el
tercer
título
de
la
tetralogía
histórica
proyectada
por
el
escritor
sobre
la
muerte
de
cuatro
emperadores
romanos
emblemáticos:
'Trajano',
ya
publicada
en
Planeta;
'Aureliano',
en
Temas
de
Hoy;
y
una
cuarta
y
última
parte:
'Federico
Segundo
de
Hohenstaufen',
llamado
'stupor
mundi',
«pasmo
del
mundo,
en
vida,
gran
emperador
germánico
que
fue
romano
hasta
el
blanco
de
las
uñas
en
todo
cuanto
hizo»,
según
Pardo,
y
que
constituirá
el
broche
de
oro
de
la
tetralogía.
El
propio
narrador
santanderino
avanzó
en
un
artículo
publicado
por
este
periódico
a
comienzos
de
año,
que
con
esa
cuarta
novela
sobre
los
emperadores,
Pardo
se
despedirá
para
siempre
del
género
histórico,
«a
menos
que
yo
mismo,
por
longevidad,
no
me
convierta
en
vida
en
un
histórico
de
la
literatura
española
contemporánea»,
precisó
con
humor.
Cayo
Aurelio
Valerio
Diocleciano,
dálmata
de
origen
y
de
modestísima
cuna,
está
considerado
uno
de
los
soberanos
más
reformadores
e
inteligentes
que
ha
tenido
Europa.
Nombrado
emperador
en
el
año
285
de
nuestra
era,
pronto
llegó
a
la
conclusión
de
que
un
territorio
tan
vasto
y
con
fronteras
tan
difíciles
como
el
romano
necesitaba
más
de
una
cabeza.
Así
surgió
la
famosa
'tetrarquía':
«cuatro
emperadores
que
se
dividían
la
ardua
tarea
de
gobernar
el
imperio
a
partes
iguales
bajo
su
jefatura
suprema».
La
historia
de
Roma,
que
bajo
este
modelo
político
y
administrativo
fue
una
verdadera
balsa
de
aceite,
se
convirtió
en
un
catastrófico
hervidero
de
guerras
civiles
a
partir
del
305,
cuando
Diocleciano
-quien
se
autoproclamó
'urbi
et
orbe'
'hijo
de
Júpiter'-
abdicó
y
obligó
a
hacerlo
al
césar
Maximiano.
Entonces,
«la
indomable
ambición
dinástica
hizo
su
aparición
en
escena».En
'La
gran
derrota
de
Diocleciano',
Pardo
ahonda
en
la
compleja
personalidad
de
quien
llevó
a
cabo
la
más
dura
persecución
de
los
cristianos
realizada
hasta
la
fecha.
La
Esfera
de
los
Libros
edita
esta
nueva
obra
que
hoy
sale
a
la
calle
y
en
la
que
Pardo
retrata
con
su
profunda
cultura
y
su
lúcida
escritura
al
emperador
y
su
universo
histórico:
«Bien
entrada
el
alba
del
séptimo
día
de
las
calendas
de
marzo
del
año
1056
de
la
fundación
de
Roma,
lo
que
nosotros,
diez
y
siete
siglos
más
tarde,
llamaríamos
23
de
febrero
del
año
303
del
nacimiento
de
Cristo:
sic
transeunt
datae
mundi...».
Entre
los
proyectos
de
Jesús
Pardo
se
halla
el
cierre
de
sus
memorias
con
la
publicación
del
tercer
y
último
tomo,
y
el
citado
cuarto
volumen
de
los
emperadores,
proyecto
bautizado
como
'Imperial
Comedia',
(se
denominará
'Stupor
Mundi'
y
verá
la
luz
en
2005).
Asimismo,
el
autor
de
'Autorretrato
sin
retoques'
(1999)
pretende
abordar
dos
novelas
más,
a
modo
de
despedida
de
la
narrativa:
«una
sobre
el
Madrid
actual,
cuyo
tema
me
reservo,
para
evitar
dar
tentaciones
a
cazadores
furtivos
de
temas;
y
otra
sobre
Santander:
el
Santander
de
mi
juventud,
que
es
el
que
conozco,
y
que
mostrará
a
una
familia
en
torno
a
una
herencia,
pero
será
toda
ella
imaginada,
sin
apenas
autobiografía». |