Arqueólogos
y
expertos
marinos
británicos
hallaron
una
placa
de
oro
del
siglo
3 AC
que
confirma
la
presencia
de
la
ciudad
perdida
de
Heracleion,
a
pocos
kilómetros
de
la
costa
de
Alejandría,
norte
de
Egipto.
Los
expertos
del
Centro
de
Arqueología
Marina
de
la
Universidad
de
Oxford,
Inglaterra,
junto
a un
grupo
de
arqueólogos
franceses,
descubrieron
una
placa
de
oro
que
confirma
la
existencia
de
la
fabulosa
ciudad
perdida
de
Heracleion,
(hasta
el
momento,
Heracleion,
la
entrada
a la
tierra
de
los
faraones,
era
conocida
por
fábulas
de
textos
antiguos),
según
consignó
la
Agencia
de
noticias
ANSA.
La
placa
fue
hallada
en
excelentes
condiciones
por
buceadores
ingleses
y el
experto
francés
Franck
Goddio
a
pocos
kilómetros
de
Alejandría,
cerca
de
un
canal
ritual
sagrado
al
norte
del
templo
Goddio.
La
placa
posee
inscripciones en
griego
La
placa
de
oro
hallada,
de
60
centímetros
por
10cm
y
que
será
exhibida
en
el
Museo
Greco-Romano
de
Alejandría,
posee
inscripciones
en
griego
en
memoria
de
Tolomeo
III
y su
esposa
Berenice,
como
grandes
benefactores
de
un
edificio
a un
Dios.
El
director
del
Centro
de
Arqueología
Marina
de
Oxford,
Jonathan
Cole,
expresó
que
«es
un
hallazgo
increíble.
Encontrar
una
placa
de
oro
es
raro,
pero
que
tenga
una
inscripción
que
hable
de
Heracleion
es
magnífico».
Hasta
el
momento
el
primer
manuscrito
hallado
que
cita
a la
ciudad
fue
encontrado
en
el
siglo
XIX
y es
conocido
como
el
Stele
de
Thonis,
en
el
que
certifica
la
existencia
de
Heracleion,
cuyo
nombre
en
egipcio
es
Thonis.
Thonis
es
Heracleion
La
importancia
del
descubrimiento
de
la
placa
es
que
da
la
razón
a
historiadores
y
arqueólogos
que
desde
hace
tiempo
han
aseverado
que
Thonis
es
la
ciudad
que
los
griegos
llamaron
Heracleion.
De
acuerdo
a
los
datos
hallados,
esa
ciudad
poseía
uno
los
mayores
puertos
de
Egipto
y
funcionó
como
entrada
comercial
clave
antes
de
la
existencia
de
Alejandría,
en
el
331
AC.
Durante
la
Antigüedad,
el
historiador
griego
Diodoro
menciona
que
Heracleion
fue
bautizada
con
ese
nombre,
en
gratitud
por
el
dios
griego
Heracles,
quien
según
la
tradición
detuvo
una
inundación
del
río
Nilo
y
salvó
a la
ciudad
de
un
desastre
natural.
Las
primeras
excavaciones
de
los
arqueólogos
han
mostrado
que
la
ciudad
poseía
un
magnífico
templo
dedicado
a la
deidad
suprema
faraónica,
Amón,
conocido
en
Heracleion
como
Amón-Gereb,
el
Dios
que
le
dio
a
los
faraones
el
derecho
para
gobernar
Egipto.
Los
faraones
ptolomeos
afirmaban
ser
descendientes
de
ese
Dios.
Heracleion
fue
destruida
hace
1.200
años
por
una
serie
de
desastres
naturales,
incluidos
terremotos,
inundaciones
del
Nilo
y el
aumento
del
nivel
del
mar. |