Un
equipo
formado
por
arqueólogos
polacos
y
egipcios
ha
descubierto
los
restos
de la
legendaria
Universidad
de
Alejandría,
en la
que
difundieron
sus
conocimientos
Arquímedes,
Euclides
y un
buen
número
de
pensadores
de la
época
en la
que la
ciudad
egipcia
dominaba
todo
el
Mediterráneo.
El
equipo
ha
encontrado
13
estancias
con
capacidad
para
albergar
a unos
5.000
alumnos,
según
afirmó
el
arqueólogo
Nahi
Hawass,
presidente
del
Consejo
Supremo
de
Antiguedades
de
Egipto,
quien
manifestó
que
podría
tratarse
de la
universidad
más
antigua
del
mundo.
El
descubrimiento
es
"impresionante",
afirma
Willeke
Wendrich,
arqueólogo
de la
Universidad
de
California.
"Sabíamos
que
existía
y que
había
sido
un
centro
de
enseñanza
famoso
en la
antiguedad,
pero
sólo
lo
conocíamos
por
referencias",
afirma.
Alejandría
era
tan
sólo
un
pequeño
pueblo
pesquero
situado
en el
delta
del
Nilo y
llamado
Rhakotis
hasta
que
Alejandro
Magno
lo
escogio
para
construir
la
capital
de su
imperio
en
expansión.
Pero
su
prematura
muerte
impidió
que
viera
levantarse
un
sólo
edificio.
La
tarea
de
construir
la
ciudad
recayó
en uno
de sus
tenientes,
Ptolomeo,
que
sucedió
a
Alejandro
como
rey de
Egipto
y que
encargó
la
empresa
al
arquitecto
griego
Dinocrates,
con el
mandato
de
convertir
la
ciudad
en la
envidia
del
resto
del
mundo.
La
nueva
Alejandría
se
convirtió
en
capital
de
Egipto
en el
año
320
a.c y
muy
ponto
pasó a
ser la
ciudad
más
importante
y
poderosa
de la
región.
El
Faro
de
Alejandría
(una
de las
siete
maravillas
del
mundo
antiguo),
la
Biblioteca
(que
según
se
afirmaba
entonces
conten
a
todos
los
libros
que se
habían
escrito)
y la
Universidad,
polo
de
atracción
para
alumnos
venidos
de
todas
partes
del
mundo,
se
convirtieron
en los
tres
símbolos
de la
ciudad.
Fue en
esta
última
donde
Euclides
ideó
las
reglas
de la
geometría
o
donde
Eratosthenes
calculó
el
diámetro
de la
tierra.
Hace
30
años,
los
arqueólogos
descubrieron
lo que
parecía
ser un
teatro.
A
comienzos
de los
años
ochenta
se
descubrieron
dos
aulas,
pero
no ha
sido
hasta
ahora
cuando
las
trece
salas
han
salido
a la
luz.
"Hemos
podido
llegar
a la
conclusión
de que
son
los
restos
de la
institución
académica
que
dió
fama a
Alejandría",
afirma
Hawass.