Durante
los
últimos
3.000
años, la
leyenda
sobre
una
épica
batalla
desatada
por el
rapto de
la mujer
más
hermosa
del
mundo ha
intrigado
a los
amantes
de los
mitos.
Según
narra
Homero
en su
obra La
Ilíada,
editada
en el
730
a.C.,
Helena
-reina
de
Esparta
e hija
del dios
Zeus-
fue
capturada
por el
príncipe
de
Troya.
Ante el
secuestro
de su
mujer,
el Rey
Menelao
se alió
con
varios
estados
que
formaban
Grecia y
envió
1.000
barcos a
recuperar
a
Helena.
A lo
largo de
10 años
la
coalición
mantuvo
sitiada
a Troya,
ubicada
en
Turquía.
Pese a
ello, la
leyenda
cuenta
que la
ciudad
no se
doblegó
hasta
que sus
enemigos
usaron
un gran
caballo
de
madera
donde
ocultaron
un
contingente
armado.
Creyendo
que era
una
ofrenda
de paz,
los
troyanos
dejaron
ingresar
la
figura y
durante
la noche
fueron
diezmados
por los
griegos.
Esta
es la
historia
que
llegará
a los
cines
chilenos
este
jueves
en el
filme
Troya,
donde
Brad
Pitt
interpreta
al héroe
griego
Aquiles.
¿Pero
dónde
está el
límite
entre
leyenda
y
realidad?
Desde
que
Heinrich
Schliemann
halló el
área
original
en el
siglo
XIX, en
la
colina
turca de
Hissarlik,
ese es
el
enigma
que ha
cautivado
a los
científicos.
Punto
estratégico
Brian
Rose,
arqueólogo
de la U.
de
Cincinnati
(EE.UU.),
ha
excavado
el lugar
por más
de 15
años y
explica
que
Troya no
fue una
única
ciudad.
Se trata
de
varios
asentamientos
sobrepuestos
durante
4.500
años y
que
vivieron
numerosos
conflictos.
Entre
éstos,
el
llamado
Troya VI
es el
más
contemporáneo
a la
supuesta
guerra
del
1.200
a.C. "En
la Edad
de
Bronce,
Troya
fue
destruida
y
reconstruida
debido a
varios
oponentes
y
guerras.
Se puede
pensar
que tras
siglos
de
tradición
oral,
muchas
de estas
batallas
fueron
resumidas
en una
gran
lucha
desatada
contra
un único
enemigo
durante
10
años",
dice.
La
labor de
Homero
habría
sido
compilar
las
historias
narradas
por
poetas
durante
500
años,
agregando
altas
dosis de
romance.
No
obstante,
Rose
dice que
"no hay
ninguna
evidencia
arqueológica"
de una
guerra
librada
en Troya
por una
mujer.
El
verdadero
motivo
para las
continuas
batallas
se
relaciona
más bien
con la
estratégica
zona
donde
está la
urbe: un
paso que
comunica
los
mares
Egeo y
Negro.
Tanto
los
hititas
en
Turquía
como los
griegos,
dice
Rose,
"anhelaban
ese
corredor
comercial
y Troya
se ubica
justo
entre
ambos".
Otra
evidencia
importante
proviene
de Pylos,
donde se
hallaron
los
archivos
más
detallados
de la
Edad de
Bronce
de
Grecia.
Jack
Davis,
también
arqueólogo
de la U.
de
Cincinnati,
dijo a
La
Tercera
que los
documentos
no
registran
ninguna
gran
flota en
la época
del
supuesto
conflicto
o un
gran
interés
por la
actividad
oceánica.
"Aunque
se
mencionan
casos de
esclavas
en las
costas
al este
del
Egeo, no
hay
pruebas
directas
de una
incursión
hacia
Turquía
en el
1.200
a.C.",
explica.
¿Y qué
hay de
cierto
sobre la
historia
del
famoso
caballo
de
madera?
Tras más
de 100
años de
excavaciones
nunca
han
surgido
rastros
que
indiquen
su
existencia.
Al
respecto,
Rose
afirma
que
"incluso
los
antiguos
griegos
dudaban
que
fuera
real".
No
obstante,
en la
entrada
del
centro
para
turistas
de Troya
hay un
caballo
de
madera
de 18 m
de alto,
el cual
incluso
posee
una
escalera
para
acceder
a su
vientre
hueco.