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Practica el latín vivo (descargate las dos revistas en latín.
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Chat en latín |
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Por su interés,
culturaclasica.com
reproduce este
artículo
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18/05/2004 |
Alejandro
Plà ●
www.lasprovincias.es |
|
Brad Pitt,
Clio y
Dido |
Tenía
yo
15 o
16
años,
no
me
acuerdo
exactamente,
y el
profesor
de
inglés
del
colegio
nos
encargó
un
trabajo
para
exponer
en
clase.
Marronazo.
Entonces,
y
ahora.
De
hecho,
hasta
esa
edad
todo
cuanto
leía
era
por
obligación.
Como
buen
amante
de
cómics
me
entusiasmaban
las
historias
de
héroes
dotados
de
poderes
sobrenaturales.
Así
que
salí
al
encerado
para
exponer
la
jerarquía
de
la
mitología
griega.
Creo
que
sólo
me
prestó
atención
el
profesor.
Mientras
yo
hablaba
de
las
andanzas
amorosas
de
Zeus
vei
a
mis
compañeros
de
equipo
de
fútbol
jugando
al
ahorcado.
Ingratos.
Quizá
Troya,
la
película
protagonizada
por
Brad
Pitt,
logre
en
164
minutos
ante
millones
de
personas
lo
que
yo
no
conseguí
en
20
ante
dos
docenas
de
adolescentes:
descubrir
a
Homero.
Mis
circunstancias
jugaban
poco
a mi
favor:
no
tenía
el
sex
appeal
del
guaperas
de
Leyendas
de
pasión,
ni
la
capacidad
comunicativa
de
Petersen
(director
de
la
película)
ni
la
liturgia
lúdico
festiva
de
ir
al
cine.
Yo
era
el
narrador.
El
tema
era
poco
afortunado
para
enganchar
a un
auditorio
cuya
mente
se
proyectaba
a la
salida
del
sábado
(Espiral,
Distrito
10,
Jardines
del
Real...).
Mi
locución,
además
de
llegarles
en
trabajosa
lengua
extranjera,
les
aplatanaba
a
las
15
horas
(los
profesores
pelean
porque
su
asignatura
no
caiga
tras
la
comida...
efecto
modorra).
El
viernes,
día
de
estreno,
fui
a
Kinépolis
para
ver
a lo
grande
los
míticos
combates
de
la
costa
troyana.
A
media
tarde
ya
se
habían
agotado
las
entradas
para
el
pase
nocturno
en
varias
salas.
Increíble.
Me
consta,
además,
que
en
otros
multicines
la
respuesta
del
público
fue
igual
de
generosa.
La
película,
a la
que
le
sobran
veinte
minutos,
representa
una
buena
oferta
cinematográfica.
Pese
a
ciertos
errores
de
contenido
bastante
graves
(Patroclo
no
le
roba
la
armadura
a
Aquiles,
sino
que
éste
se
la
deja;
el
asedio
a
Troya
dura
diez
años;
Áyax
no
muere
antes
que
Aquiles...),
pienso
que
empujará
a
más
de
uno
a
investigar.
Si
bien
no a
comprar
un
libro
o
romper
la
virginidad
de
la
enciclopedia
que
le
regalaron
en
Navidades,
al
menos
a
navegar
por
Internet
para
saber
más
de
Aquiles,
Agamenón
o
Paris.
Y
quien
sabe,
tal
vez,
aquel
espectador
vea
en
el
escaparate
de
una
librería
la
Iliada
y
entre
a
comprar
el
libro.
O
quizá,
cuando
Arden
Producciones
(cito
a
esta
compañía
teatral
valenciana
por
su
incondicional
fe
en
las
atemporales
enseñanzas
de
los
mitos
griegos)
represente
algún
montaje
en
su
ciudad,
vaya
a
ver
la
obra.
Con
esa
actitud
más
de
uno
descubrirá
que
Clio
no
es
sólo
un
modelo
de
coche,
ni
que
la
Dido
original
cantaba
a
dúo
con
el
rapero
Eminem. |
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