A
todo
el
que
se
haya
entretenido
a
morir
viendo
en
su
casa,
en
las
tardes
de
cine
de
algún
canal
chileno,
esas
películas
de
"romanos",
es
decir,
cualquiera
donde
los
soldados
usaban
faldita,
"TROYA"
le
resultará
un
deleite.
Ciertamente,
su
nivel
de
producción
no
es
la
de
cualquier
"peplum",
que
así
se
llamaron
esos
filmes
producidos
industrialmente,
tipo
"Hércules",
"Maciste",
etc.
El
nombre
(peplum)
alude
justamente
al
atuendo
de
los
soldados
romanos.
"TROYA"
es
más
bien
tipo
Cecil
B.
De
Mille
(les
costó
cerca
de
185
millones
de
dólares),
con
miles
de
extras
(no
digitalizados),
despliegue
de
grandiosos
escenarios
y
batallas
campales
inolvidables.
Inspirada
en
"La
Ilíada",
el
filme
comienza
cuando,
después
de
años
de
guerra,
el
rey
Menelao
de
Esparta
(Brendan
Gleeson)
y
Príamo
de
Troya
hacen
la
paz.
En
medio
de
la
celebración,
la
tragedia
que
viene
ya
se
asoma.
El
bello
príncipe
Paris
(Orlando
Bloom),
hijo
de
Príamo,
ha
descubierto
el
amor
nada
menos
que
en
brazos
de
la
mujer
de
Menelao,
la
míticamente
bella
Helena
(Diane
Kruger).
Ocultándolo
a su
hermano
Héctor
(Eric
Bana,
convincente
y
conmovedor
en
su
rol),
un
héroe
noble
y
justo,
se
embarca
con
ella
rumbo
a
Troya.
Ya
no
hay
nada
que
hacer.
Y
cuando
Príamo
(Peter
O'Toole)
los
recibe
en
la
ciudad
amurallada
de
Troya,
así
lo
entiende.
En
realidad,
la
magnífica
flota
griega
les
viene
pisando
los
talones,
desplegándose
majestuosamente
por
el
mar
Egeo.
Más
que
limpiar
el
honor
de
su
hermano
Menelao,
lo
que
inspira
al
ambicioso
Agamenón
(Brian
Cox)
para
iniciar
esta
guerra
es
el
poder:
Troya
es
su
objetivo
soñado.
Aquiles
(Brad
Pitt),
un
héroe
díscolo,
altivo
y
frío
que
sólo
se
mueve
por
la
gloria
que
puede
conseguir
para
perpetuar
su
nombre,
lo
sabe
muy
bien.
Por
eso
lo
desprecia
y
sólo
es
su
amigo
Odiseo,
rey
de
Ítaca,
quien
logra
convencerlo
que
participe
de
la
expedición.
Odiseo
sabe
que
su
reino
es
pequeño
y
que
no
puede
negarse
a
acompañar
al
soberbio
Agamenón,
pero
le
hacer
ver
a
Aquiles
que
tampoco
se
puede
ignorar
que
está
en
juego
el
destino
de
Grecia.
"Morir
no
tiene
nada
de
poético"
es
lo
que
advierte
el
sensato
Héctor
a su
hermano
Paris
cuando
el
príncipe,
más
alentado
por
la
pasión
arrolladora
que
le
inspira
Helena
que
por
su
habilidad
marcial,
le
dice
que
está
dispuesto
a
todo...
Esa
frase
parece
inspirar
el
tono
del
filme,
una
producción
que
ciertamente
despliega
grandiosas
escenas
a
todo
lo
ancho
de
la
pantalla,
pero
que
en
paralelo
se
concentra
en
las
personas,
sus
asertos,
renuncios
y
contradicciones,
es
decir,
los
héroes
en
su
dimensión
más
humana.
Las
grandes
batallas
se
ven
colosales,
pero
también
los
combates
en
solitario
de
los
protagonistas.
Por
ese
acercamiento
personal
es
que
conceptos
como
la
espiral
de
la
violencia
de
la
guerra
son
tan
prístinos
o
actitudes
filosóficas
que
recuerdan
desencantos
universales
(¿se
puede
hablar
de
ateísmo?)
aparecen
en
medio
de
la
sangre
y la
violencia.
En
rigor
este
no
es
un
festín
bélico;
el
dolor
está
en
la
tragedia
y
tal
es
el
énfasis
en
este
sentido,
que
las
apocalípticas
escenas
de
destrucción
de
Troya
son
acertadamente
introducidas
en
sordina.
Aquí
las
cámaras
que
se
habían
alternado
en
grandes
planos
generales
y
primeros
planos,
suben,
abarcan
todo
y
miran
¿desde
el
Olimpo?
En
suma:
grandiosa,
apabullante...
y
trágica.
PREJUICIOS
PARA
SACUDIRSE
Si
Ud.
es
un(a)
profesor(a)
erudito(a)
mejor
vaya
solo
primero
y
después
lleve
a
sus
alumnos:
al
menos
se
aprenderán
los
nombres
de
Aquiles,
Agamenón,
Helena,
Paris,
Héctor,
Odiseo
y
hasta
Eneas,
todos
en
una
intensa
convivencia.
No
pida
rigor
ni
empiece
a
pasar
lista
a
los
"huéspedes"
que
aloja
el
caballo
de
Troya:
no
coincidirán
con
nada
de
lo
que
Ud.
ha
leído.
A
decir
verdad,
el
caballo
ni
siquiera
aparece
en
"La
Ilíada"
sino
en
"La
Eneida"
de
Virgilio.
Para
cualquiera
que
ame
la
mitología
griega
(ni
qué
decir
quienes
hayan
leído
"La
Ilíada")
un
Aquiles
rubio,
de
ojos
celestes,
casi
vikingo,
suena
insoportable.
Olvídese:
total
Príamo
es
Peter
O'Toole
y la
mediterránea
Helena
una
alemana
más
bien
tipo
nórdico.
En
el
vestuario
sí
que
se
esforzaron
por
el
mayor
realismo
posible.
Si
Ud.
leyó
que
Aquiles
era
hijo
de
la
diosa
Tetis,
aquí
su
madre
es
la
muy
inglesa
(también
de
ojos
azules)
Julie
Christie.
Lo
único
que
aquí
corre
es
aquello
del
talón.
De
hecho
los
dioses
no
tallan
en
esta
guerra.
No
se
asuste:
por
esas
cosas
de
las
adaptaciones,
esta
guerra
de
Troya
no
dura
10
años.
IDEAL
PARA:
nostálgicos
y
fans
de
aquellas
grandes
superproducciones...
TROYA
("Troy")
Reparto:
Brad
Pitt,
Orlando
Bloom,
Eric
Bana,
Diane
Kruger,
Peter
O'Toole.
Dirección:
Wolfgang
Petersen.
EE.UU.,
2004.
Duración:
2
horas
40
minutos.
Mayores
de
14