La
arqueóloga
Inmaculada
Pérez
propone
que en
ese
lugar
se
ubicara
el
oráculo
del
templo
fenicio
que
citan
las
fuentes
clásicas.
Según
recogen
los
textos
clásicos,
cerca
de una
decena
de
santuarios
dedicados
a las
deidades
fenicias
y
púnicas-
después
asimiladas
por la
cultura
helena
y
romana-
se
extendían
en la
Edad
Antigua
a lo
largo
de la
costa
gaditana,
desde
la
zona
de
Algeciras
y
Gibraltar
hasta
la
desembocadura
del
Guadalquivir
en
Bonanza.
La
profesora
de
Arqueología
de la
UCA
Inmaculada
Pérez
López
describió
el
mapa
de
estos
santuarios
fenicio-púnicos
dentro
del
ciclo
de
conferencias
sobre
la
arqueología
gaditana
que
viene
desarrollándose
desde
el
pasado
mes de
diciembre
en el
Museo
de
Cádiz.
Basándose
en sus
investigaciones
en las
fuentes
clásicas
y en
los
restos
arqueológicos
relacionados
con
estos
centros
de
culto,
conocimiento
y
comercio
aparecidos
hasta
ahora,
Inmaculada
Pérez
sigue
en su
estudio,
objeto
de su
tesis
doctoral,
una
travesía
marítima
en la
que,
de
oriente
a
occidente,
sitúa
la
ubicación
de
ocho
templos
citados
por
estas
fuentes.
Llama
la
atención
la
arqueóloga
sobre
el
hecho
de que
"en la
Bahía
de
Cádiz
se
encuentran
los
únicos
santuarios
que
las
fuentes
romanas
citan
como
lugares
de
consulta
de
oráculos
de
toda
la
península
ibérica,
algo
que
sin
duda
tiene
que
ver
con la
estrecha
relación
de
estos
templos
con el
tráfico
y el
comercio
marítimos.
Los
oráculos
serían
con
toda
probabilidad
marinos
expertos
que
indicarían
a los
navegantes
la
conveniencia
o no
de las
travesías
que se
proponían
y las
características
del
viaje".
Refuerza
esta
tesis
la
situación
estratégica
de los
santuarios,
"que
balizaban
la
entrada
y
salida
de
lugares
peligrosos
en la
travesía
marítima,
por lo
que
eran
también
puntos
de
refugio,
reparación
de
naves,
avituallamiento
para
la
aguada
y
acopio
de
información".
En el
conjunto
de
islas
que en
la
Edad
Antigua
conformaban
la
Bahía
de
Cádiz
"los
agentes
naturales
-afirma
Inmaculada
Pérez-
se han
aliado
para
que no
desaparezca
del
todo
la
huella
de
estos
santuarios
y
podamos
reconocer
sus
vestigios
en
nuestro
entorno".
Una de
las
aportaciones
más
interesantes
del
estudio
de la
arqueóloga
es la
hipótesis
que
plantea
la
posible
ubicación
del
oráculo
de la
diosa
Astarté
en la
Santa
Cueva.
Precisa
al
respecto
que
"los
hallazgos
subacuáticos
en la
Punta
del
Nao,
frente
al
Castillo
de
Santa
Catalina,
se han
venido
relacionando
por la
mayoría
de los
investigadores
con la
ubicación
del
templo
de la
diosas
fenicia,
asimilada
después
a la
Venus
o la
Juno
romanas,
en esa
zona.
Estos
restos
arqueológicos,
cuya
datación
se
extiende
desde
el
siglo
VII al
II
antes
de
Cristo,
se
cree
que
proceden
de un
barco
hundido
en las
inmediaciones
del
santuario.
Yo
sugiero
que se
trataba
de un
barco
votivo
que se
construye
para
una
ceremonia
náutica
importante
relacionada
con el
culto
de
Astarté.
Este
barco
se
cargaba
con
ofrendas
y
objetos
litúrgicos,
se
soltaba,
se
dejaba
navegar
y en
ocasiones
naufragaba".
Subraya
que
"estos
hallazgos
en la
Punta
del
Nao
han
hecho
pensar
que el
templo
se
encontraba
en esa
plataforma
rocosa,
pero
los
textos
clásicos
indican
que en
él
había
una
cueva
con
oráculo.
Yo
entiendo
que en
época
fenicia
toda
la
isla
pequeña
era un
territorio
sagrado
y la
única
cueva
con
connotaciones
religiosas
en
Cádiz
es la
que
hoy
llamamos
la
Santa
Cueva.
Los
estudios
más
recientes
indican
que el
lugar
donde
hoy se
ubica
el
oratorio
estaba
a la
entrada
del
puerto
marítimo
en la
Edad
Antigua".
Estima
Inmaculada
Pérez
que la
situación
de
esta
cueva,
al pie
del
promontorio
del
solar
del
Cómico,
y los
hallazgos
de
este
yacimiento,
la
calle
Canovás
del
Castillo
y la
calle
Ancha,
"tanto
el
sacerdote
o dios
egipcio
encontrado
hace
años,
como
el
pozo
aparecido
en la
reciente
excavación",
son
datos
que
apoyan
esta
nueva
hipótesis
sobre
la
ubicación
del
oráculo
de
Astarté
en la
isla
sagrada
dedicada
a la
diosa
fenicia.
Señala
la
arqueóloga
que
"la
Santa
Cueva
es la
única
que se
ha
cristianizado,
algo
que
podría
responder
a una
pervivencia
del
carácter
sagrado
del
lugar,
aunque
ese es
un
extremo
que
aún no
se ha
podido
constatar".
Junto
a esta
pequeña
isla
sagrada
de
Astarté,
en la
isla
mayor
y más
alargada,
donde
en
opinión
de
Pérez
y
otros
arqueólogos
se
ubicaba
la
ciudad
fenicia
como
tal,
dos
santuarios
balizaban
sus
extremos.
En el
meridional,
en
Sancti
Petri,
el
templo
de
Melqart,
"del
que
queda
el
pequeño
islote
que
aún
emerge
del
mar y
cuya
ubicación
indicada
por
los
textos
clásicos-explica
Inmaculada
Pérez-
ha
sido
refrendada
por
los
hallazgos
de
piezas
de
época
romana
y
fenicia".
En el
extremo
norte,
cerca
de la
isla
sagrada
y
también
a la
ciudad
de
Balbo,
según
las
fuentes
escritas,
se
situaba
el
santuario
de
Baal
Hammon,
Saturno
para
los
romanos.
Explica
la
arqueóloga
que
"es un
dios
oriental
que se
difunde
en
todo
el
ámbito
de
Cartago
a
partir
del
siglo
V
antes
de
Cristo.
La
mayoría
de los
investigadores
lo
sitúan
junto
al
Castillo
de San
Sebastián,
apoyados
por la
documentación
arqueológica
del
capitel
protoeólico
hallado
en sus
inmediaciones.
Hay
también
noticias
del
siglo
XIX
que
nos
hablan
de una
cimentación
de
hormigón
que
podría
tratarse
de
restos
del
santuario
en
época
romana".
Apunta
la
arqueóloga
que
"es
posible
también
que
algunos
de los
pozos
cilíndricos
que
pueden
observarse
en la
plataforma
rocosa
del
castillo
fueran
pozos
rituales
de
este
santuario
erosionados
por la
acción
del
mar".
Inmaculada
Pérez
sugiere
otra
posible
ubicación
para
este
santuario
en el
espacio
de las
dos
catedrales
gaditanas.
En su
opinión
"los
hallazgos
de
dependencias
fenicias
y
otros
restos
en ese
yacimiento
son
indicios
de una
posible
pervivencia
en el
lugar
de
esos
cultos
desde
época
muy
antigua".
Señala
también
la
existencia
de un
culto
heroico
en la
relación
de
santuarios
gaditanos:
"Este
tipo
de
culto
dedicado
a un
héroe
no se
ha
reseñado
hasta
ahora
en
Cádiz,
sin
embargo
las
fuentes
clásicas
sí
hablan
del
santuario
oracular
de
Menesteo,
dedicado
a un
héroe
griego,
que se
situaría
en el
Puerto
de
Santa
María,
quizá
en
Doña
Blanca".
En la
entrada
al
golfo
tartéssico,
muy
cerca
de
donde
hoy se
ubican
el
faro y
el
puerto
de
Bonanza,
otro
santuario
dedicado
a
Astarté
, el
de La
Algaida
-cuyos
restos
se
conservan
y han
sido
excavados-,
acogía
a los
navegantes
en la
vía de
acceso
al
comercio
de los
recursos
agropecuarios
del
valle
del
Guadalquivir
y de
los
minerales
de
Sierra
Morena.
Y en
el
extremo
oriental
de las
costas
gaditanas,
otros
tres
templos
balizaban
las
rutas.
En el
yacimiento
prehistórico
de la
cueva
de
Gorham,
en
Gibraltar,
han
aparecido,
por
encima
de los
niveles
paleolíticos,
restos
de un
santuario
fenicio
púnico
de los
siglos
VII al
III
antes
de
Cristo,
junto
a
cerámicas,
escarabeos,
amuletos
y
otras
piezas
de
culto.
Hay
también
noticias
antiguas
de
hallazgos
en la
Isla
de
Hera,
el
santuario
que
las
fuentes
escritas
clásicas
situaban
en
Tarifa
y en
cuya
investigación
hay
que
profundizar.
Junto
a los
faros
de
Trafalgar
están
documentados
también
restos
de
sillares
que
podrían
corresponder
al
Promontorio
de
Juno
al que
se
refieren
esos
textos
y cuyo
estudio
también
debe
ampliarse.
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