El
mundo
clásico
está de
moda.
Películas
como 'Gladiator',
'La
pasión
de
Cristo'
o
'Troya'
han
acercado
al gran
público
las
obras
más
famosas
y los
acontecimientos
más
característicos
de ese
apasionado
mundo de
grandes
guerreros
y bellas
ninfas.
Ante
este
auge,
las
autoridades
de Roma
pretenden
que los
visitantes
no sólo
vean los
monumentos
de la
Antigüedad
sino
que,
además,
sientan
su
espíritu,
para lo
que
preparan
clases
de latín
y una
escuela
de
gladiadores.
Siempre
se ha
dicho
que en
Roma
'hay
mucho
que
ver',
aunque,
a partir
de
ahora,
también
hay
mucho
que
hacer.
Las
autoridades
de la
ciudad,
ante el
creciente
auge por
todo lo
que
rodea al
mundo
clásico,
se han
propuesto
imbuir
al
visitante
en el
auténtico
espíritu
de la
Antigüedad.
Para
ello, la
municipalidad,
junto
con dos
sociedades
históricas,
ofrece
clases
de latín
gratuitas
a
todos
los
turistas
que lo
deseen.
«Dado el
interés
que ha
levantado
el
Imperio
Romano
últimamente,
sería
una
locura
no hacer
nada al
respecto
aquí en
Roma»,
asegura
Alessandro
Pediconi,
uno de
los
organizadores.
Pero
esto no
acaba
aquí,
pues,
además
del
latín,
para
este
verano
también
está
planeado
ofrecer
clases
de lucha
de
gladiadores.
Y
después
del
latín,
enseñado
a través
de un
cómic
que
protagoniza
el
mismísimo
Julio
César,
y
las
luchas a
muerte,
los
turistas
participarán
en un
típico
festín
romano
donde
podrán
comer
hasta
reventar.
Y es que
siempre
que
hablamos
de Roma
se nos
vienen a
la
cabeza
el
Coliseo
y
los
famosos
gladiadores.
Y
últimamente
más,
porque
Hollywood
ha
vuelto a
poner de
moda
todo lo
relacionado
con el
mundo
clásico,
aunque
sin el
glamour
de la 'Cleopatra'
de J.L.
Mankiewicz
ni la
fuerza
del 'Espartaco'
de
Kubrick.
«Los
turistas
buscan
siempre
lo más
típico
de cada
región,
y qué
hay más
típico
en Roma
que los
gladiadores
y el
latín»,
afirma
Pediconi.
El
resurgir
de una
época
Ya los
primitivos
cineastas
italianos
supieron
de la
enorme
fuerza
visual
de su
esplendoroso
pasado
histórico.
Y así,
por
1910, ya
se
rodaron
las
primeras
películas
sobre el
Imperio
Romano y
varios
capítulos
de la
Biblia.
En los
años
cincuenta
y
sesenta
Hollywood
se
interesó
por el
mundo
clásico,
dando
origen a
famosas
películas
de
encargo,
dirigidas
por
grandes
directores,
como 'Cleopatra',
'Espartaco',
'La
caída
del
Imperio
Romano'
o la
adaptación
de la
obra de
Shakespeare
'Julio
César',
interpretada,
valiéndole
una
merecida
nominación
al
Oscar,
por
Marlon
Brando.
Y a
comienzos
del
siglo
XXI
vuelven
los
romanos,
aunque
esta vez
adaptados
a los
gustos
actuales,
pues no
es de
extrañar
que el
coliseo
concebido
por
Ridley
Scott en
'Gladiator'
haya
sido
filmado
de la
misma
manera
que los
realizadores
de
televisión
toman la
entrada
de los
jugadores
de
fútbol
americano
al
estadio.
También
las
espectaculares
reconstrucciones
de
'Troya',
adaptación
del
texto
clásico
de 'La
Iliada'
del
poeta
Homero,
o
'Alexander',
donde
Oliver
Stone
recoge
la vida
del
conquistador
Alejandro
Magno,
han
contribuido
a esta
fiebre
por lo
clásico,
que
amenaza
con no
marcharse
mientras
continúe
dejando
buenos
dividendos.