La
superproducción
que se
verá
desde
hoy
recrea
en
cuatro
episodios
las
invasiones
que
modificaron
el
rumbo
de la
historia.
Las
generalidades
del
caso
son
bien
conocidas:
en el
siglo
V
d.C.,
cuando
la
historia
todavía
era
joven,
el
Imperio
Romano
fue
sitiado
por
los
bárbaros,
que
saquearon
ciudades
y
arrasaron
naciones
enteras.
Para
reproducir
aquella
época,
la
señal
de
cable
The
History
Channel
preparó
una
superproducción
(a
cargo
de
Robert
Gardner,
tres
veces
ganador
del
premio
Emmy)
que
recrea
en
cuatro
episodios
las
invasiones
que
modificaron
el
rumbo
de la
historia.
El
primer
capítulo,
Los
vikingos
(hoy a
las
22),
muestra
cómo
este
grupo
irrumpió
desde
el
norte
para
azotar
durante
300
años a
naciones
controladas
por
Roma.
El
segundo,
Los
godos
(hoy a
las
23)
destaca
cómo
llevaron
a cabo
uno de
los
más
aterradores
asaltos
vividos
en la
historia
del
Imperio
Romano.
Los
hunos
(mañana
a las
22)
retrata
a esos
viejos
estrategas
militares.
La
serie
documental
se
completa
con
Los
mongoles
(mañana
a las
23),
que
relata
la
vida
de
este
pueblo
venido
de uno
de los
lugares
más
inhóspitos
del
mundo.
La
serie
cuenta
con
imponentes
paisajes
naturales
de
Europa
y
Asia,
donde
se
recrearon
las
batallas
y las
invasiones.
Los
números
de
producción
dan
cuenta
de la
dimensión
técnico-artística
que
tiene
cada
uno de
los
episodios:
se
replicaron
más de
400
trajes,
se
reprodujeron
castillos
medievales,
murallas
y
campamentos
bárbaros.
También
se
reconstruyeron
tres
naves
vikingas.
Otro
dato
curioso
es de
qué
modo
se
representaron
los
jinetes
bárbaros.
Como
se
necesitaban
muchos,
las
tomas
de las
batallas
se
completaron
con
miembros
de la
Policía
Montada
de
Vilnius.
Pero
como
la
mitad
son
mujeres,
debieron
ponerles
rellenos
en sus
espaldas
y
bigotes.
En
consecuencia,
debieron
ocupar
las
últimas
filas.
El
capítulo
Los
hunos
se
detiene
en el
siglo
V d.C.
para
responder:
“¿quiénes
eran
los
hunos?”,
“¿de
dónde
provenían?”,
“¿hacia
dónde
marchaban?”,
“¿cómo
eran
sus
estrategias?”.
En el
especial,
algunos
historiadores
establecen
una
especie
de
reflexión
oscurantista
cuando
comentan
que
los
hunos
provenían
de
espíritus
malignos
nacidos
en
pantanos.
Eran
expertos
en
estrategias
militares.
Sus
tácticas
eran
prácticamente
invencibles
y
provocaban
pánico
en las
formaciones
enemigas.
Incluso
algunos
investigadores
sospechan
que la
Gran
Muralla
China
fue
construida
para
protegerse
de los
ancestros
de los
hunos.
Casi
todo
el
especial
“Los
hunos”
está
dedicado
a dos
momentos
históricos
en la
vida
del
Imperio
Romano,
dividido
en
dos:
cómo
actuaron
los
hunos
en
tiempos
de
Aecio
y,
finalmente,
qué
significó
su
nuevo
líder,
Atila,
en la
lucha
ambiciosa
por la
conquista.
Aecio
era un
hijo
adolescente
de un
general
romano
que
fue
entregado
por el
Imperio
como
rehén,
en el
año
406,
para
evitar
conflictos
con
los
hunos.
Así,
Aecio
fue
aprendiendo
las
costumbres
y las
estrategias
de
estos
bárbaros.
Pero,
con
los
años,
se
convirtió
en el
máximo
general
del
Imperio
Romano
y fue
nada
menos
que el
futuro
contrincante
de
Atila
en la
defensa
de
Roma.
Una de
las
estaciones
históricas
en la
que se
detiene
el
especial
es el
año
447
d.C.
cuando
Atila
llegó
a las
murallas
del
Imperio
Romano
Oriental
y se
apropió,
según
se
cuenta,
de 40
sitios
fortificados.
Pero
también
narra
su
lucha
por el
Imperio
Romano
Occidental.
En
este
caso,
no
solo
se
interpusieron
los
miembros
del
Imperio
sino
también
la
Iglesia
Cristiana,
ya que
los
religiosos
consideraban
a
Atila
como
la
encarnación
del
mal.
Otros
momentos
relatados
son
las
cruentas
batallas
libradas
en el
año
450
d.C.,
cuando
Roma
luchó
por su
supervivencia
contra
los
hunos.
Y por
algo
más,
ya que
si
Roma
caía,
sería
prácticamente
imposible
evitar
que
Europa
quedara
en
manos
de los
hunos.
Pero
luego
de un
cruento
combate,
en el
451
los
hunos
se
retiraron
y se
frustró
el
intento
expansionista
de
Atila.
En el
453
Atila
se
reagrupó
y
planificó
otra
expedición
para
conquistar
la
ciudad
eterna.
Pero,
en su
noche
de
bodas
con su
última
mujer,
se
emborrachó
y
murió
ahogándose
en su
propia
sangre.
Con su
ausencia,
el
poder
y el
terror
de los
hunos
se
esfumaron.
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