Entre
sus
estructuras
se han
localizado
parte
del
ajuar
doméstico
y
vestigios
óseos
de
peces
y aves
que
pueden
aportar
más
datos
de la
historia
de la
ciudad.
El
Servicio
Municipal
de
Arqueología
del
Ayuntamiento
de
Carmona
ha
llevado
a cabo
una
nueva
actuación
arqueológica
que ha
tenido
como
resultado
el
descubrimiento
de los
restos
de un
edificio
de
época tartésica.
Los
trabajos
se han
efectuado
en un
solar
situado
en la
calle
Diego
Navarro
del
céntrico
barrio
de San
Blas y
los
informes
emitidos
por el
director
de la
excavación,
Juan
Manuel
Román,
ponen
de
manifiesto
que
las
primeras
estructuras
localizadas
fueron
construidas
hace
2.500
años.
Los
restos
hallados
han
aflorado
bajo
la
superficie
actual,
ya que
en los
siglos
XVII y
XVIII
el
nivel
del
suelo
de
esta
zona
fue
rebajado
con la
consiguiente
pérdida
de los
estratos
romanos
y
medievales.
Las
estructuras
conservadas
en
superficie
pertenecen
a las
cimentaciones
y los
pavimentos
de un
inmueble
fechado
en el
siglo
V
a.C.,
y sus
cimientos
fueron
levantados
a su
vez
sobre
otra
edificación
que se
construyó
en
torno
a los
siglos
VIII y
VII a.
C.,
manteniéndose
en uso
hasta
su
abandono
una
centuria
después.
La
documentación
del
trabajo
arqueológico
expone
el
estudio
de
varias
estancias
completas
y
delimitadas
por
muros
con
ladrillos
de
adobe
y
pavimentadas
con
arcilla
roja y
cantos
rodados.
En uno
de
estos
espacios
domésticos
se ha
podido
recuperar
parte
del
ajuar
usado
por
sus
habitantes.
Entre
otros,
destacan
molinos
para
cereales
y
diversas
vasijas
de
cerámica,
algunas
de
tradición
local
fabricadas
a
mano,
junto
con
otras
torneadas
de
corte
fenicia.
Además,
en el
interior
de la
vivienda
han
aparecido
numerosos
vestigios
óseos
pertenecientes
en su
mayoría
a
peces
y
aves.
Los
datos
de las
cerámicas,
señaló
Rafael
Roman,
confirman
la
convivencia
en la
localidad
de un
núcleo
de
población
indígena
con
orientales
llegados
desde
el
otro
extremo
del
Mediterráneo.
Se
trata
de un
periodo
histórico
conocido
como "orientalizante"
y de
gran
repercusión
en
Carmona,
según
la
documentación
extraída
en
diversas
excavaciones
como
la
singular
del
Marqués
de
Saltillo,
donde
se
recuperó
un
conjunto
de
materiales
que se
han
expuesto
en los
más
prestigiosos
museos
del
mundo,
y
actualmente
depositados
en el
Museo
de la
Ciudad.
El
hallazgo
del
edificio
tartésico
aportará
a los
especialistas
nuevos
datos
sobre
el
conocimiento
de la
evolución
histórica
urbana
de
Carmona,
sobre
todo
en lo
referente
a la
zona
de San
Blas,
donde
estaría
ubicado
el
primer
núcleo
urbano
estable
de la
localidad.
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