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14/03/2004

Manuela López/Córdoba ● www.diariocordoba.com

Santa Rosa, una auténtica joya arqueológica
Tras el hallazgo de la villa altoimperial, han sido descubiertas más dependencias de la mansión y una necrópolis del siglo I.

El barrio de Santa Rosa ocultaba en el subsuelo un auténtico tesoro arqueológico, como muestran los hallazgos que se están sucediendo en las obras de la zona. El pasado mes de noviembre, este diario informaba de la aparición de la villa romana mejor conservada de Córdoba, una lujosa mansión del siglo II con mosaicos que impresionaban por su belleza y su valor artístico.

A unos metros de este solar, situado en la calle Algarrobo, el grupo de arqueólogos integrado por José Manuel Salinas, Jesús García, Fiona Hayes y Benen Hayden ha encontrado un patio romano abierto (peristilo) de 7,40 por 7,40 metros que, según el responsable de la cata --José Manuel Salinas--, "es muy probable que esté asociado a la villa romana que se encuentra unos metros más allá". Así lo muestra tanto la similitud de materiales, como la presencia de decoraciones octogonales y la cercanía en el espacio.

Mosaicos romanos

El patio, ubicado en la manzana Banesto, presenta una planta cuadrada, cuyo andén perimetral se encuentra pavimentado con mosaicos que recuerdan a los hallados hace unos meses en la villa romana. Las teselas que decoran el peristilo, de piedra, mármol y calita, presentan motivos geométricos de distinto tipo y una dimensión de 2,20 metros de ancho.

Este espacio abierto también estaba decorado con 12 columnas de mármol, de las que sólo se puede contemplar las zapatas y una de las bazas, así como fragmentos de placas de mármol que las unía, cuyo origen aún se desconoce. Según ha señalado a este diario José Manuel Salinas, la conservación del recinto se ha visto mermada por construcciones posteriores. Así, en el centro del patio se puede observar un pavimento de opus signinum , un mortero hidráulico que "presuponemos pudo ser utilizado para recoger agua, y está construido con cal, arena y fragmentos de teja". No obstante, hay elementos que permiten desvelar lo que oculta este elemento posterior. Así, existía un círculo de ladrillos y mortero de cal dentro del que se inscribe un nivel octogonal formado con plaquitas de mármol con formas geométricas que fueron saqueadas en fases posteriores. También se baraja la posibilidad de que existiera una fuente en el centro del patio.

La cata arqueológica también ha dejado al descubierto tres habitaciones orientadas norte--sur "que podrían tener un uso industrial dada la escasa calidad de los materiales, aunque una de ellas presenta restos de un mosaico de teselas de cerámica de mayor tamaño que las del patio". Los muros que separaban las dependencias se encuentran prácticamente arrasados, quedando hoy solo las zanjas que muestran su presencia, aunque se puede confirmar, según las investigaciones del equipo, que estas habitaciones cerraban la villa romana.

Tras el muro de cierre de la villa, José Manuel Salinas explicó que han aparecido restos de época califal que corresponden a arrabales (barrios árabes) que datan del siglo X. Se trata de casas muy simples que se construían en el exterior de la muralla de la medina y pertenecían al pueblo llano de la época califal. Estos arrabales están construidos a un nivel más alto que las dependencias de la villa.

Un gran hallazgo

La villa romana que se descubrió en la calle Algarrobo el pasado mes de noviembre --cuya extensión asciende a 2.700 metros cuadrados--, se ha constituido como uno de los hallazgos más importantes de la ciudad. Hoy, la presencia de nuevas dependencias de la lujosa mansión aumentan el valor de este inmueble romano que justifican su entrada en la lista de monumentos de Córdoba.

Como se difundió a través de este diario, uno de los aspectos más impresionantes de este yacimiento es el buen estado de los mosaicos que embellecen el suelo de las diversas dependencias de la villa. A través de su iconografía, --vegetal, geométrica y figurativa-- el conjunto de mosaicos ofrece una idea de las aficiones de la época romana. Así, el mosaico que se descubrió en el tablinum --especie de despacho-- es figurativo y de carácter mitológico. En el centro se encuentra representado Cronos, el dios griego del tiempo que, en época romana, vendría a ser Saturno. Alrededor aparecen las cuatro estaciones representadas por figuras femeninas en los diversos ángulos.

Fueron un total de cinco opus tesellatum los que sacaron a la luz los arqueólogos, una verdadera joya. También aparecieron mármoles importados de Africa e Italia que ponen de manifiesto el gran poder económico del dueño de la villa.

Tras el análisis del informe elaborado por el equipo de arqueólogos, la Comisión Provincial de Patrimonio obligó la conservación de los mosaicos y las canalizaciones de esta villa altoimperial.

A menos de cien metros del patio romano, cuya vía de conservación está siendo estudiada por la Comisión de Patrimonio, el mismo grupo de arqueólogos --dirigido por José Manuel Salinas-- ha descubierto una necrópolis romana que data del siglo I. Según explica Salinas Villegas, las necrópolis estaban relacionadas con las vías de acceso a la ciudad, de ahí la ubicación de este recinto funerario que coincide con la avenida del Brillante y la avenida de Cruz de Juárez.

En época romana los entierros se convertían en auténticos ritos que celebraban con un gran banquete. La cremación también tenía gran arraigo. Tras prender fuego al cadáver en una fosa, proceso que se observa por la tierra quemada que ha aparecido en las tumbas, vertían los restos en una urna. "En este caso se han hallado urnas de tradición ibérica (cerámica), otras de calcarenita y una de vídrio con funda de plomo que ha preservado los restos perfectamente, algunos huesos aparecen prácticamente completos".

El ajuar fúnebre

Una de las creencias que más ha caracterizado la cultura romana es la existencia de otra vida después de la muerte. Por ello, junto a las fosas se enterraban verdaderos tesoros que acompañarían al muerto en su viaje al más allá. En la necrópolis hallada en Santa Rosa, el ajuar encontrado junto a las fosas está compuesto por recipientes de diverso tipo --platos, tazas y cubilites -- "casi todos de cerámica Julio Claudia, también denominada Bética" , explica Salinas. También se han hallado clavos, ungüentarios --de vídrio y cerámica---- e incluso un anillo de oro. Estos hallazgos se destinarán al Museo Arqueológico.

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