Han
aparecido
diversos
esqueletos
y una
hornacina
con
los
restos
óseos
de una
mascota.
Trabajos
arqueológicos
que se
llevan
a
término
en un
solar
ubicado
en la
calle
Antoni
Company
-antiguo
Camí
de
l'Arrabassada-,
que
discurre
en
paralelo
a la
vía
del
tren,
han
puesto
al
descubierto
una
necrópolis
romana
datada
entre
los
siglos
I y II
d.C.
En la
zona
han
aparecido
diversos
mausoleos
con
esqueletos,
lámparas
de
aceite,
ungüentarios
de
vidrio
y una
hornacina
que
contiene
los
restos
de un
animal.
Tres
de los
mausoleos
están
en
línea
con el
extremo
de una
calzada
que
algunas
fuentes
relacionan
con la
antigua
Vía
Augusta
y
otras
consideran
que se
trata
de una
vía
secundaria
que
comunicaba
con
las
zonas
costera
y
portuaria.
Hace
cinco
años
se
descubrió,
a
menos
de
cien
metros
de
distancia,
un
mausoleo
con
diversas
tumbas,
entre
las
que
destacaba
la de
un
niño
que
fue
enterrado
en un
sarcófago
de
plomo.
La
excavación
que
efectúa
la
empresa
Codex
también
ha
localizado
diversos
sarcófagos
de
plomo
con
desigual
estado
de
conservación.
Los
arqueólogos
trabajaron
ayer
sobre
el
último
esqueleto
que ha
aparecido
hasta
el
momento.
Encima
de
este
individuo
fue
enterrado
otro
-ya se
han
retirado
sus
restos-
y a
los
pies
de los
dos se
han
encontrado
sendas
lámparas
de
aceite.
El
cadáver
pertenece
a un
hombre,
posiblemente
joven,
cuya
estatura
era de
unos
setenta
centímetros.
Del
esqueleto
destaca
el
excelente
estado
de
conservación
de los
dientes
superiores
e
inferiores.
Tumba
con
hornacina
La
tumba
más
espectacular
dispone
de una
estructura
homogénea
que
contrasta
con la
de su
vecina,
construida
con
bloques
de
piedra
irregulares
que
han
aparecido
colocados
de
manera
desordenada
y de
forma
cuadrada.
El
espacio
mortuorio
mejor
conservado
conforma
un
rectángulo
con
paredes
rebozadas
con
mortero
y
trazos
de
pintura
de
colores
rojo y
verde.
Una
arqueóloga
informó
que
deberá
hacerse
«un
proceso
de
restauración
para
poder
ver
las
pinturas».
Los
dibujos
son
imperceptibles
a
simple
vista
como
resultado
de la
suciedad
que
presenta
el
rebozado.
Esta
tumba
tiene
la
peculiaridad
de que
en uno
de los
laterales
hay
una
hornacina
-pequeño
receptáculo
que se
utilizaba
como
altar
o para
enterrar
animales.
En
época
romana
muchos
ciudadanos
de
Tàrraco
tenían
por
costumbre
enterrar
a las
mascotas
más
apreciadas.
La
hornacina
es de
plomo
y
dispone
de una
diminuta
tapa
en el
centro.
Los
arqueólogos
han
hallado
huesos
que no
corresponden
a un
ser
humano.
Una
hipótesis
es que
la
persona
fallecida
diera
la
orden
de que
en su
tumba
fuera
enterrada
la
mascota.
Encima
de la
tapa
de
plomo
de la
hornacina
se han
encontrado
un
ungüentario
y una
pieza
elaborada
en
cristal,
piezas
que se
utilizaban
en los
rituales.
Mausoleos
de
seis
metros
En un
extremo
del
solar
se han
localizado
las
bases
de dos
mausoleos
de
grandes
dimensiones.
De uno
sólo
se
observa
un
sector,
debido
a que
continúa
en la
finca
colindante,
y el
que ha
aparecido
íntegramente
mide
del
orden
de
seis
metros
de
largo
y es
de
forma
cuadrada.
En el
otro
extremo
hay un
pequeño
mausoleo
que
está
por
excavar
y,
junto
a esa
estructura,
una
tumba
profunda
en
cuya
base
se
distingue
el
color
blanco
de la
cal.
Una
hipótesis
de
trabajo
sería
que en
esta
tumba
fueron
enterrados
varios
individuos,
pero
lo
cierto
es que
sólo
se han
encontrado
las
extremidades
inferiores
de un
hombre.
Restos
humanos
y
animales
En la
fotografía
superior
se
observa
una
diminuta
hornacina
excavada
desde
el
interior
de la
tumba.
En una
pequeña
caja
de
plomo
se han
encontrado
restos
que
pertenecen
a un
animal.
Algunos
ciudadanos
romanos
tenían
la
costumbre
de
enterrar
a sus
mascotas.
En la
imagen
central
se ve
la
tumba
con la
hornacina,
cuyas
paredes
están
rebozadas
con
mortero
y
contienen
restos
de
pinturas,
que
linda
con
otra
de
características
muy
distintas,
donde
los
bloques
de
piedra
están
colocados
de
manera
bastante
anárquica.
La
fotografía
inferior
aporta
un
mausoleo
de
pequeñas
dimensiones
que
está
por
excavar
y una
tumba
profunda
donde
los
muertos
fueron
enterrados
en
cal.
En el
suelo
de la
misma
se
distingue
aún el
color
blanco.
En
este
receptáculo
no se
han
hallado
sarcófagos
y sólo
han
aparecido
las
extremidades
inferiores
de un
cadáver.