Muchas
obras
siguen
atrasadas
y la
ciudad
está
patas
para
arriba,
pero en
estos
días los
organizadores
de los
Juegos
Olímpicos
de
Atenas
2004
tienen
un único
deseo:
que
brille
el sol
el
jueves.
Es la
oportunidad,
por fin,
de hacer
algo
bien,
algo que
impacte
al
mundo,
con el
fuego
olímpico
encendiéndose
en la
venerable
Olimpia
para
iniciar
su viaje
alrededor
del
mundo
antes de
que
comience
la
máxima
cita del
deporte
mundial.
Tras
meses de
titulares
en los
que
"crisis"
es la
palabra
recurrente,
los
organizadores
sueñan
con que
el
recorrido
de la
antorcha
olímpica
refleje
el
significado
de que
los
Juegos
regresen
al lugar
en el
que
nacieron.
"Por
supuesto.
Si
llueve
ese día
y las
cosas no
salen
como
estaba
previsto,
también
nos
culparán
de eso",
se quejó
un
miembro
del
comité
organizador
(ATHOC).
El
Comité
Olímpico
Griego
no dejó
nada
librado
al azar,
y se
viene
preparando
para la
posibilidad
de que
haya
lluvia
en una
ceremonia
en la
que los
rayos
del sol
deben
encender
el fuego
en las
ruinas
de la
antigua
Olimpia.
Durante
la
ceremonia,
que se
lleva a
cabo
cada dos
años,
para los
Juegos
de
Invierno
y de
Verano,
una
veintena
de
actrices
y
bailarines
vistiendo
ropas
antiguas
utilizan
los
rayos
del sol
y un
espejo
cóncavo
para
encender
el
fuego, y
así
calentar
los
meses
previos
a los
Juegos.
Los
Juegos
Olimpicos
nacieron
donde
hoy se
ubica la
pequeña
ciudad
del
Peloponeso
en el
776
a.C., y
se
celebraron
cada
cuatro
años
hasta el
393
d.C.,
cuando
el
emperador
romano
Tedodosio
los
abolió
por
considerarlos
un
ritual
pagano y
contrario
al
cristianismo.
Pero
siglos
después
los
Juegos
renacerían,
cuando
un grupo
de
personas,
entre
ellas el
francés
Pierre
de
Coubertin,
sacó
adelante
en
Atenas
1896 los
primeros
Juegos
Olímpicos
de la
era
moderna.
El
encendido
de la
llama es
visto
por
parte
del
ATHOC
también
como una
oportunidad
de
acallar
los
constantes
comentarios
de que
Atnas no
estará
lista
para los
Juegos
que
comienzan
el 13 de
agosto.
Atenas,
la
ciudad
más
pequeña
en
albergar
unos
Juegos
desde
Helsinki
en 1952,
se
planteó
a partir
de 1997,
una vez
que ganó
la sede,
ambiciosos
planes
de
infraestructura
para
transformarse
y
modernizarse.
Pero los
planes
se
diluyeron
en buena
medida,
y el
problema
hoy pasa
por
saber si
Atenas
llegará
a
tiempo.
Restan
menos de
150 días
para el
comienzo
de los
Juegos,
y el
nuevo
gobierno
del
primer
ministro
Costas
Karamanlis
presiona
todo lo
posible
para
cerrar
la
brecha y
cumplir
con el
compromiso
asumido
ante el
mundo.(Agencias)