COMISARIOS:
José
María
Luzón
Nogué
y
Elena
Castillo
Ramírez
FECHA:
Del 30
de
marzo
al 30
de
mayo
HORARIO:
De
martes
a
sábado:
de 10
a 14 h
y de
16 a
21 h.
Domingos:
de 10
a 14
h.,
Lunes
cerrado.
Con el
principado
de
Augusto,
culmina
un
proceso
de
centralización
del
poder
que se
había
iniciado
durante
los
últimos
años
de la
República.
El
ascenso
al
poder
de
Octaviano
Augusto,
en el
año 27
a.C.,
inicia
en
todo
el
imperio
romano
una
serie
de
transformaciones,
de
orden
político
y
administrativo,
que
tienen
su
reflejo
en el
ámbito
material
y que
afectan
directamente
al
territorio
hispano
y, en
concreto,
a
Emerita
Augusta.
Las
provincias
hispanas
(Lusitania,
Tarraconensis
y
Baetica)
son
reorganizadas
de
acuerdo
con un
concepto
de
explotación
y
control
del
territorio.
Augusto
funda
nuevas
ciudades
destinadas
a ser
centros
administrativos
y
difusores
del
proceso
de
romanización:
al
noroeste
se
sitúa
Asturica
Augusta
y
Lucus
Augusti;
en el
valle
del
Ebro
se
funda
Caesar
Augusta,
y en
el
valle
del
Guadiana
surge
la
ciudad
de
Emerita
Augusta.
Todas
ellas
se
conectan
mediante
nuevas
vías
cuyo
trazado
permite
la
comunicación
de la
Península
de
Norte
a Sur
y de
Este a
Oeste.
La más
importante
fue la
vía
Augusta,
que
comunicaba
los
Pirineos
con el
puerto
de
Gades
(Cádiz).
La
difusión
de la
figura
de
Augusto
como
garante
de
este
nuevo
orden,
unida
a la
de
otros
símbolos
alusivos
a la
grandeza
del
imperio
recientemente
pacificado
fue
esencial
en
este
proceso.
Desde
Roma
se
propagan
modelos
escultóricos,
monedas
y
edificios
monumentales
que
refuerzan
la
nueva
política
sustentada
en
ideas
de
paz,
prosperidad
y
abundancia.
Los
talleres
provinciales
colaboran
en la
difusión
de la
nueva
imagen
del
imperio.
Bustos
del
emperador
y de
la
familia
Julio-Claudia
aparecen
en
todas
las
ciudades
de
Hispania,
como
adorno
de
plazas
públicas
(foros)
y
teatros.
Se
levantan
altares,
se
representan
personajes
mitólogicos
emparentados
con la
familia
imperial
y se
reproducen
los
símbolos
la
edad
dorada
inaugurada
con el
imperio
de
Augusto.
Las
monedas
también
colaboraron
en la
propaganda
imperial.
En
ellas
se
acuñaron
las
imágenes
de las
victorias
militares
del
emperador
y se
anunció
la
construcción
de
nuevos
edificios,
copia
de los
que ya
había
en
Roma.
Los
mensajes
impresos
celebraban
la
bonanza
del
Imperio.
En la
exposición
proponemos
el
recorrido
a
través
de
esas
imágenes
y
símbolos
del
que
fue
fundador
de
Emerita
Augusta,
una de
las
ciudades
más
importantes
de
Hispania
durante
mucho
tiempo.
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