Alberto
Ceballos,
Especialista
en
Historia
Antigua,
destaca
los
mosaicos
y
pinturas
hallados
en
Mérida.
Alberto
Ceballos
Hornero
presentó
ayer
el
libro
'Los
espectáculos
en la
Hispania
romana:
La
documentación
epigráfica',
que
corresponde
al
número
26 de
la
colección
'Cuadernos
emeritenses',
editado
por el
Museo
de
Arte
Romano,
la
Asociación
de
amigos
del
Museo
y la
Fundación
de
Estudios
Romanos
junto
a la
Dirección
general
de
Cooperación
y
Comunicación
cultural
del
Ministerio
de
Cultura.
-¿Qué
ha
tratado
en
este
libro?
-Cómo
tenemos
documentados
los
espectáculos
romanos
en
Hispania.
Tenemos
tres
tipos
de
fuentes:
la
arqueología,
la
literatura
y la
epigrafía.
Para
Hispania
esta
última
es la
más
importante,
la
escritura
sobre
piedra
en
estatuas,
pedestales,
bronce...
El
objetivo
del
libro
es ver
cómo
los
romanos
logran
inculcar
a los
indígenas
hispanos
su
visión
de los
espectáculos.
En
época
romana,
eran
una
manifestación
vital
de la
vida
humana,
como
el
fútbol
hoy
día.
-¿Consistían
entonces
los
espectáculos
en una
forma
de
romanización?
-Sí,
los
espectáculos
son
una
manifestación
de las
más
importantes
del
modo
de
vida
romano.
Roma
quiere
organizar
una
nueva
forma
de
vida.
Los
gladiadores,
el
teatro
y los
combates
pugilísticos
no
existían
en
Hispania.
El
objetivo
del
libro
es,
por un
lado,
hacer
un
repertorio
de la
documentación
que
tenemos
y, por
otro,
hacer
una
síntesis.
-¿Qué
documentos
ha
estudiado?
-Las
leyes
en
planchas
de
bronce,
la
epigrafía
de la
élite
(bases
de
estatuas
y
placas
honoríficas),
la de
los
profesionales
(gladiadores),
los
recuerdos
(vasos
o
lucernas)
y los
mosaicos.
-¿Cuáles
de
ellos
se ven
en
Mérida?
-Sobre
todo
los
mosaicos
circenses,
que
reflejan
a
aurigas
con
cuadrigas.
También
hay
dos
epitafios
de
gladiadores,
de los
que se
conserva
uno.
En
Mérida
hay
siete
pavimentos,
entre
mosaicos
y
pinturas,
donde
aparece
un
auriga
El
Museo
abrirá
las
tardes
de
Jueves
y
Viernes
Santo
El
Museo
Nacional
de
Arte
Romano
tendrá
durante
la
próxima
Semana
Santa
un
horario
especial.
Según
explicó
su
director,
José
María
Álvarez
Martínez,
el
centro
no
sólo
abrirá
las
jornadas
del
Jueves
y el
Viernes
Santo,
según
el
convenio
alcanzado
por
los
museos
nacionales,
de
10.00
a
14.00
horas.
También
será
visitable
de
16.00
a
19.00
horas.
Este
esfuerzo,
unido
a la
reciente
ampliación
del
horario
de
cierre
hasta
las
21.00
horas,
sienta
las
bases
para
registrar
un
histórico
número
de
visitantes,
similar
al que
se
alcanzó
el
pasado
año.
De
hecho,
según
destacó
Álvarez
Martínez,
el
pasado
puente
del
Día
del
Padre
el
Museo
recibió
a un
total
de
4.288
personas.
Mientras
que el
19 de
marzo
apenas
registró
a
cerca
de 600
visitantes,
el
sábado
acudieron
al
centro
2.900
personas,
de las
cuales
700
entraron
en el
horario
prolongado
de
18.00
a
21.00
horas.