El
autor
de
'César
Imperator'
subraya
que,
aún
hoy,
Julio
César
sigue
siendo
un
modelo
válido
para
muchos
estadistas
y
políticos.
Historiador,
periodista,
antiguo
parlamentario
europeo
y
portavoz
del
gobierno
de
François
Mitterrand,
Max
Gallo
(Niza,
1932)
ha
escrito
más de
un
centenar
de
libros.
El
último,
una
biografía
de
Julio
César
-César
Imperator
(Planeta)-
en la
que
ofrece
claves
sobre
el
modelo
político
instaurado
por el
gran
emperador
romano
y que
dos
milenios
después
aún
tiene
vigencia.
Una
obra
en la
que
también
disecciona
la
psicología
del
'hijo
de los
dioses'
que
inventó
la
propaganda
y la
manipulación
de la
opinión
pública.
Escritor
total
sin
nostalgia
de la
política,
Gallo
se
levanta
cada
día a
las
cuatro
de la
mañana
para
escribir
un
mínimo
de
10.000
palabras.
-
Julio
César
es 'el
hijo
de los
Dioses'.
Se
supo
elegido
y
protegido
por
ellos
¿Es
una de
la
claves
de su
César
Imperator?
- En
efecto.
El
resorte
íntimo
de
Julio
César
es la
creencia
de que
por
sus
orígenes
familiares,
de
reyes
y de
dioses
como
Venus
y
Marte,
estaba
destinado
a un
papel
protagonista.
Eso
fue lo
que le
dio la
fuerza,
la
confianza,
el
coraje
y la
paciencia
para
saber
esperar
su
momento.
Supo
esperar
hasta
tener
las
fuerza
suficiente
para
atravesar
el
Rubicón
y
comenzar
su
ascenso
hacia
el
poder
absoluto.
-
Dos
mil
años
después
de su
muerte
César
es hoy
modelo
de
gobernante
y
políticos.
¿Por
qué?
-
Escribí
este
libro
por
dos
razones.
La
primera,
porque
cuando
uno se
interesa
por la
historia
de la
civilización
occidental
se
encuentra
cara a
cara
con
Julio
César,
con la
República
y el
Imperio
Romano.
Es la
referencia.
La
otra
es que
ha
servido
de
modelo
a casi
todos
los
grandes
hombres
de
Estado,
incluido
Napoleón,
que
estudió
con
detalle
todas
sus
campañas
militares.
Palabras
como
Káiser
y Zar
derivan
directamente
del
nombre
de
César.
Es el
modelo
de un
hombre
político
que
todavía
es
eficaz
y
válido
hoy, y
que
demuestra
que la
política
es un
pulso
entre
fuerzas.
Un
juego
en el
que la
lucidez,
el
equilibrio
entre
poderes
y el
cinismo
juegan
un
papel
crucial.
Cabe
así
decir
que
César
ha
plantado
las
bases
perfectas
del
hombre
político.
-
Es
obligada
la
comparación
entre
César
y el
gran
emperador
del
siglo
XXI,
George
W.
Bush.
- Es
la
primera
vez
desde
César
y Roma
que
tenemos
una
potencia
con
tal
poder
de
fuerza
por
oposición
a los
otros
países.
Podemos
hacer
la
comparación
límpidamente.
Otra
razón
es la
potencia
militar
de
César
y de
la
República
y el
Imperio,
aplastante
para
otras
naciones,
como
lo es
hoy la
estadounidense.
-
¿César
inventó
la
guerra
de las
Galias
para
obtener
su
gloria
como
ha
hecho
Bush
con la
de
Irak?
- Lo
que es
claro
es que
César
basó
su
gloria
en la
guerra
de las
Galias
y que
fue
una
guerra
totalmente
provocada.
-
¿La
guerra
de
Irak
era, a
su
juicio,
necesaria?
- No
era
necesaria
en
absoluto.
Vimos,
con
Libia
por
ejemplo,
que
había
otras
maneras
de
encontrar
soluciones
para
neutralizar
a
Sadam
Husein
sin
crear
un
caos
suplementario.
La
situación
de los
iraquíes
no es
hoy
mejor
que
con
Sadam.
-
¿César
fue
mejor
estratega
militar
o
político?
- Fue
un
gran
jefe
militar,
como
se vio
en las
campaña
de las
Galias,
pero
para
él la
guerra
no era
más
que un
aspecto
de la
política.
-
¿Fue
César
el
inventor
de la
propaganda
y la
manipulación
de la
opinión
pública?
-
Desde
luego.
Su
libro
sobre
la
campaña
en las
Galias
es
propagandístico.
Piensa
al
escribirlo
en la
opinión
pública
romana.
Engrandece
las
dificultades
para
decir
que su
victoria
fue
más
grandiosa
de lo
que
fue.
Napoleón
reflexionó
sobre
el
ejemplo
de
César
y se
sirvió
de la
propaganda
sobre
sus
campañas
militares
para
conquistar
a la
opinión
pública. |