La
Compañía
Nacional
de
Teatro
Clásico
(CNTC)
trae
desde
mañana
al
madrileño
Teatro
Pavón,
su sede
provisional,
el
estreno
de 'Troilo
y
Crésida',
una obra
muy
desconocida
de
Shakespeare
que
aborda
el tema
de la
estupidez
y la
soberbia
humanas
en el
marco de
la
popular
guerra
de
Troya.
La
compañía
Laboratorio
William
Layton,
invitada
para la
ocasión,
bajo la
dirección
de
Francisco
Vidal,
ha sido
la
encargada
de
abordar
esta
función
que se
estrenó
en la
pasada
edición
del
Festival
de
Teatro
Clásico
de
Almagro.
Vidal
aseguró
hoy que
su
intención
primera
fue
"contar
una
historia
y que
ésta
llegase
al
público".
La obra,
en
versión
del
poeta
Luis
Cernuda
"que ha
partido
de su
rabiosa
decepción
sobre el
ser
humano",
tiene
dos ejes
esenciales:
la
trampa
de
Ulises y
Diomedes
a
Aquiles
y la
historia
de amor
entre
Troilo y
Crésida.
Ambas
situaciones
se verán
inmersas
en el
entorno
de la
guerra
que "lo
confunde
y
destruye
todo".
Para el
director
de
escena,
Shakespeare
se sirve
de la
guerra
de Troya
como
pretexto
para
hablar
de la
"arrogancia
de los
poderosos"
y de
cómo el
poder
"acaba
degradando
a la
gente".
Una de
las
novedades
principales
que, en
su
opinión,
aporta
este
texto es
que
descubre
a un
Shakespeare
"desesperanzado"
sobre la
condición
humana
que es
capaz de
mezclar
estilos
tan
diferentes
como la
tragedia,
la
comedia
y la
sátira
en una
sola
escena
(algo
que no
sucede
en sus
obras
más
conocidas).
Vidal
aseguró
que 'Troilo
y
Crésida'
es una
de las
"más
extrañas
y
contundentes"
piezas
del
escritor
inglés.
CONTACTO
CON EL
MUNDO
MODERNO
Otra de
las
preocupaciones
de
Francisco
Vidal,
presente
en todos
sus
trabajos,
es su
interés
por
conectar
el
teatro
con el
momento
actual.
Así,
este
montaje
recurre
a una
escenografía,
un
vestuario
y una
banda
sonora
(con
adaptaciones
contemporáneas
que en
muchos
casos
recurren
a
referencias
circenses
y hasta
discotequeras)
absolutamente
modernas.
Asimismo,
el
director
de
escena
confesó
que la
puesta
en
marcha
de este
proyecto
teatral
se
produjo
también
"como
respuesta
a la
guerra
de Irak
cuando
empezó"
y a su
propio
desencanto
ante el
ser
humano.
El
reparto
de la
obra
está
encabezado
por los
actores
Israel
Elejalde
(en el
papel de
Héctor),
Fernando
Sansegundo
(Ulises),
Alberto
Maneiro
(Troilo)
y
Cristina
Arranz (Crésida).
Una
quincena
de
personajes,
"todos
ellos
protagonistas",
ha sido
otra de
las
dificultades
de la
obra.
Los
actores,
por su
parte,
aludieron
a los
temas
relacionados
con la
ambición
y la
destrucción
que
plantea
el texto
de
Shakespeare,
a la
"valentía"
de
Crésida
al
buscar
la
fórmula
para no
ser
devorada
por el
mundo
"machista"
en el
que está
inmersa,
al "amor
egoista"
de
Troilo y
a la
conclusión
extraída
de que
la
"honorabilidad
y el
respeto"
no
tienen
cabida
dentro
de un
conflicto
bélico.
La
escenografía
y el
vestuario,
obra de
Ana
Garay,
pone muy
de
relieve
ese
mundo de
hombres
en donde
hay algo
de
burladero
y mucho
de
gimnasio
y en el
que la
mujer es
puro
objeto.
Finalmente,
Francisco
Vidal
aseguró
que una
de las
ventajas
de que
se haya
estrenado
recientemente
la
versión
cinematográfica
sobre la
guerra
de
Troya,
será que
el
público
llegará
al
teatro
con un
conocimiento
mayor
sobre
este
hecho
histórico
que, en
realidad,
muy poca
gente
conoce a
fondo.