en culturaclasica.com

en toda la Web

Practica el latín vivo (descargate las dos revistas en latín. formato pdf)

 

Chat en latín

 

Por su interés, culturaclasica.com reproduce este artículo

14/07/2004

Efe

Odio y humillación desarraigo cobran su deuda en 'Medea, la extranjera'
No existe ningún sentimiento peor que encontrarse sin tierra, sin patria, como Medea, vejada por el ser más amado, Jasón, y por los extraños que no acogen, sino humillan, que la ven como la funesta extranjera de torva mirada, que la temen y hacen crecer en ella un odio capaz de inspirar el peor castigo para cobrar su deuda.

Ese es el mensaje que se vislumbra en "Medea, la extranjera", la obra estrenada anoche en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, puesta en escena por la compañía Atalaya bajo la dirección de Ricardo Iniesta, y que remite a un drama tan cercano y terrible como el sufrimiento que generan el desarraigo y sus consecuencias.

Los ritmos étnicos y rituales de la Cólquide natal de Medea (Aurora Casado, Silvia Garzón, María Martínez de Tejada y Charo Sojo), y la palabra cargada de fuerza sostienen un montaje cuya escenografía itinerante, con columnas blancas en forma de cuña y redes sobre soportes cuadrados, ilustra los dos mundos, el de la patria y el del exilio.

Los mismos elementos aparecen al principio y al final de la función, cuando los protagonistas ya no son los antiguos personajes de Séneca o Eurípides, ni los caracteres más modernos de autores como Heiner Müller o Pasolini, sino los desterrados universales, los de las pateras, los refugiados, los sin tierra, los excluidos, los cegados por un sueño que se acaba tornando infausto.

Las cuatro Medeas simbolizan la evolución del personaje, el poso que deja en esta mujer su fidelidad a su origen -Medea Tierra-, su decisión de abandonar voluntariamente su tierra enamorada de Jasón (Joaquín Galán) -Medea Fuego-, el dolor de la intolerancia y el resentimiento en su Dorado particular, Corinto -Medea Agua-, y el desenlace en forma de sangre -Medea Viento-.

Porque Medea, la hechicera, el huracán, castigó a su marido con el asesinato de sus propios hijos y de la corte de Corinto, y él pagó así su deuda de sangre, la que contrajo con Medea cuando ella mató por él a su hermano Apsirto, cuando salió de su casa, utilizada para conseguir el vellocino de oro, para ser traicionada después por el ansia de poder de Jasón, que la abandona para casarse con la hija del rey de Corinto.

Y con esta venganza, tras un terrible dilema, quiso hacer caer el muro que divide a los naturales de los apátridas, reivindicó el derecho a vivir en tierra extraña sin hacinarse, someterse y humillarse en los suburbios de un mentiroso paraíso y las más de 500 personas que casi llenaban el Anfiteatro Romano secundaron su aspiración con sus aplausos.

Tras la representación, Ricardo Iniesta agradeció la respuesta del público y elogió el fruto del trabajo de los actores tras 130 ensayos, a pesar de que el espacio tan "desnudo" hacía "muy difícil" la puesta en escena.

"Es un riesgo" montar la obra partiendo del país de nacimiento de Medea, que hoy estaría en Armenia y Georgia, y haciendo que el personaje esté interpretado por cuatro actrices, explicó. "Creo que es la primera vez que se hace en España", subrayó el director de esta obra, basada en un mito que se representa por decimoséptima vez en el Festival de Teatro Clásico.

Destacó que "Medea, la extranjera" aborda un asunto "muy actual", el de "los bárbaros que vienen hipnotizados por esto que parece El Dorado" y cuando llegan se encuentran con el desprecio y la humillación "que al final nos acaba estallando en la cara" en forma de "barbarie, injustificable, como en el 11-S o en el 11-M, pero de la que al final los responsables somos nosotros".

Current Date/Time 2

Enlaces relacionados

 


quienes somos| colaborar | publicidad | estadísticas | contactar | patrocinadores

©Agamador & Tiresias. Asociación cultural CULTURACLASICA.COM
asociacion@culturaclasica.com