"El montaje de Atalaya ha logrado batir un récord en esta edición, ya que es la primera vez que se agotan las entradas de una función seis días antes de la misma", destaca.

El espectáculo está conformado estética y dramatúrgicamente por tres mundos, la Cólquide, donde el colorido, los cánticos y el movimiento escénico remiten a elementos étnicos, ancestrales y telúricos; Corinto, donde los elementos son refinados y fríos, en los que se desencadena la tragedia; y un mundo universal y contemporáneo.

Otro elemento diferenciador de esta obra, la más representada en la historia del festival (éste será el decimoséptimo montaje sobre el mito) es la presencia de cuatro medeas que encarnan a los elementos de la naturaleza.

Así, la Medea Tierra representa los ancestros y su ligazón a la Cólquide, la Medea Fuego se enfrenta a la primera y resolverá el dilema escapando con Jasón, la Medea Agua es la extranjera que habita en un país extraño, sin raíces, y la Medea Viento recuperará la fuerza de la Cólquide y pondrá fin al dilema con el asesinato de la prometida de Jasón y de sus propios hijos.